Una hoja sin filo: la crisis sindical de AHMSA
La que alguna vez fuera la acerera más grande de Latinoamérica ahora está en graves problemas. Una crisis sindical en Altos Hornos de México acelera la crisis económica ligada a la bancarrota y los escándalos de esta empresa. Ahora los trabajadores terminan pagando doble condena: A la patronal que los dejó a la deriva sin seguridad laboral y a los líderes sindicales que se ataron solos de manos.
Escrito por Freddy Fernández, Alternativa Socialista México
Fundada en 1942 como un proyecto de inversión privada y estatal para proveer acero a un mundo enfrascado en la 2da guerra mundial, la siderúrgica se estableció en una región clave para la fundición de acero. La cercanía con grandes yacimientos de carbón, uno de los sectores económicos más desarrollados del estado de Coahuila, así como yacimientos de hierro hizo que su sitio a las orillas del río Monclova fuera uno de los pilares para la economía de la región.
Aunque la siderúrgica siempre tuvo que hacer frente a problemas administrativos, logró inyectarle vida al desarrollo económico de la región centro de Coahuila, desde las minas de carbón de Palau hasta las fábricas de motores y carros de ferrocarril de Teksid y Gunderson. Tan solo la producción de esta empresa aporta el 8% del PIB estatal. Otro dato importante es que el 30% de los empleos en la región en la actualidad están asociados a actividades derivadas de la producción de acero. Tener en cuenta estos datos hace que no sea sorpresa que la acerera haya sido objeto de grandes ambiciones.
La fractura
En 1991, después de una serie de deudas para subsidiar la acerera, se preparó un proceso de privatización para deslindarla de las finanzas del estado. Fue entonces cuando el político priista cercano a Salinas de Gortari y distribuidor de insumos médicos, Alonso Ancira, fundó el consorcio Grupo Acerero del Norte, con el cual ganó la licitación para administrar la acerera más grande del país a cambio de un préstamo estatal, el cual pudo tranquilamente pagar con la producción de la misma.
Es a partir de entonces que la empresa ha estado vinculada a una serie de escándalos políticos. A través de sus vínculos con gobiernos estatales y el federal, el llamado “Rey del Acero” pudo triangular un lucrativo negocio con las paraestatales CFE y PEMEX para desviar fondos millonarios. Por ejemplo, Minera del Norte, la subsidiaria minera de AHMSA, obtuvo lucrativos contratos para la venta de carbón mineral para la generación de energía en la carboeléctrica Lopez Portillo. A cambio, AHMSA pasó cerca de una década sin pagar por el uso de energía de la acerera por una supuesta falta de liquidez, por la que se declaró en bancarrota en 1999. Así mismo, en el 2014, de la mano de una empresa con la reputación como Odebrecht, AHMSA gestionó la venta de la planta procesadora de Agronitrogenados en Coatzacoalcos, Veracruz a la paraestatal PEMEX, entonces dirigida por Emilio Lozoya, con un sobrecargo de 200 mdp. Caso que aún no se termina de resolver pero involucra un soborno de 13 mdp para el expresidente de PEMEX Emilio Lozoya.
La red de corrupción operada por Ancira y sus allegados no sólo es reflejo de la forma en la que los gobiernos priístas operaron para desviar millones de pesos de los fondos públicos y hacer crecer sus fortunas personales. También significó un duro golpe a la empresa y, como resultado, se han puesto en riesgo los trabajos de miles de trabajadores.
Del crisol al horno
Es sorprendente lo deficiente que ha sido la administración del consejo administrativo presidido por Alonso Ancira. La empresa se encuentra literalmente situada sobre la materia prima que consume para la producción de acero. Y si bien las necesidades del mercado de acero se han diversificado, difícilmente la demanda de acero como un material básico en la elaboración de productos llegará a desaparecer. Ha sido la constante falta de liquidez de la empresa la que cerró cualquier oportunidad para implementar mejoras de producción y competitividad.
Tan solo 25 de las constructoras que integran la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción buscan demandar a Altos Hornos de México por el incumplimiento de 500 mdp en pagos. Sin mencionar los daños ocasionados al gremio del autotransporte y la industria de la transformación. La falta de liquidez de la empresa no solo representa una crisis para los 17 mil trabajadores que actualmente emplea, si no que es una crisis económica para toda la región centro de Coahuila. La crisis ha impactado enormemente también en la juventud. Aproximadamente, el 30% del alumnado del campus de la Unidad Norte de la Universidad Autónoma de Coahuila no regresó a clases este semestre por tener que regresar a casa para apoyar a sus familias, una situación que no puede ser vista como ajena o una casualidad en medio del colapso de la empresa más importante en la región.
Pero si bien el sector privado ya se ha movilizado legalmente para defender sus intereses, el Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Conexos (SNDTMMS) pareciera estar paralizado. Esto ha dejado a los trabajadores desprotejidos y en la franca incertidumbre.Leija Escalante, líder de dicho sindicato ha denunciado que su sindicato no ha sido invitado a las negociaciones de venta y reestructuración de la empresa, “Hace quince días decía yo ya tocó fondo, ahorita ya no veo ni salvación” expresó en una entrevista. Frente a esta crisis tenemos que ser claros que los límites que no puede pasar el sindicato a la hora de emprender la lucha los trabajadores no son los límites de las demandas de los trabajadores, sus demandas concretas por que se les paguen salarios y en algunos casos hasta sus aguinaldos atrasados no reconocen estatutos legales ni concursos de venta, los límites de la lucha para el sindicato son los límites autoimpuestos por el sindicalismo patronal.
El bloqueo y la irrelevancia del SNDTMMS en la crisis de AHMSA es producto de las propias actitudes y posiciones tomadas por el liderazgo del sindicato. Y ahora que una serie de empresas nacionales y transnacionales buscan cobrar las cuentas ante los platos rotos, el liderazgo sindical del SNDTMMS no podría parecer más diminuto. Los trabajadores han demostrado su fuerza con las manifestaciones del pasado 18 de febrero y 5 de abril, cuando un grupo de trabajadores cerraron la carretera 57 exigiendo que se repararan sus salarios incumplidos con el 5% de la venta de la siderúrgica.
Pero estas no fueron movilizaciones esporádicas de impotencia, una de las principales consignas de los trabajadores fue el desconocimiento del SNDTMMS y su dirigencia, y que sus cuotas no fueran retenidas por el sindicato. Si bien esto es una muestra de que los trabajadores están listos para dar la lucha, el llamado que atendieron cientos de trabajadores para reconocer al Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares deja en claro la crisis de liderazgo que enfrenta su movimiento y la falta de alternativas para un sector importante de los trabajadores.
Hasta que se temple el acero
La esperanza de que el SNTMMSS, presidido por el senador Napoleón Gómez Urrutia, pueda presionar desde las cúpulas del poder morenista al presidente Andres Manuel como su representación ante AHMSA es bastante ciega. Gomez Urrutia tiene fama de ser uno de los líderes sindicales más cuestionables del país, pero demuestra lo desesperados que están los trabajadores por una dirección dispuesta a dar la lucha.
El sindicato puede ser una herramienta útil para quienes se disponen a dar la cara y luchar contra la burguesía a favor de los intereses de la clase trabajadora. Pero la utilidad de este tipo de espacios como armas de la clase trabajadora depende de múltiples factores como lo pueden ser la composición de su dirección, así como también sus vínculos con partidos u organizaciones de combate de la clase trabajadora. La capacidad de un sindicato de presionar empresarios y políticos no depende de que tanto están dispuestos a ceder estos últimos o que tan vinculada esté la dirección con ellos, depende de qué tan congruente sea su dirección con las intenciones de defender los derechos de los trabajadores y que tan lejos estén dispuestos a dar la lucha. Y el único camino de asegurar que la lucha se dé hasta conquistar las victorias de los trabajadores es de la mano de la participación activa de los mismos trabajadores.
Desde Alternativa Socialista nos solidarizamos con la lucha de los acereros de Monclova y el resto de Coahuila, y hacemos un llamado a redoblar los esfuerzos de organización entre los trabajadores siderúrgicos, por la conquista de un sindicato que esté dispuesto a luchar por toda la clase obrera. Es imposible que esta crisis gestada entre las cúpulas del poder empresarial y político se arregle al interior de estas mismas, ¡tendremos que arreglarlo con nuestras propias manos en la calle!
Frente a una crisis económica mundial como la que se vislumbra, todas las formas de organización de la clase obrera serán puestas a prueba. Los sindicatos que apenas pueden mediar problemas en tiempos de prosperidad no tendrán nada que ofrecer en tiempos de declive y definitivamente no defenderán los derechos e intereses de los trabajadores. Destellos de esto ya hemos visto con las luchas por sindicatos independientes en GM Silao y VU Manufacturing, y con la formación de sindicatos independientes y de lucha en todo el mundo. Ahora los millones de obreros y obreras en todo el mundo que viven con la incertidumbre de cómo sobrevivirán a la catástrofe económica, sin mencionar la catástrofe energética o la ambiental que se avecinan, buscan atentamente un ejemplo para su lucha, un ejemplo que bien podría encontrarse en la solución a la crisis sindical que enfrentan los trabajadores de AHMSA.