Junio es el Mes del Orgullo LGBTQ+. Las empresas ven esto como una “oportunidad de mercado”, nos ven como otro sector de la población para obtener jugosas ganancias. Les socialistas lo vemos como un período en el que la lucha por los derechos LGBTQ+ debe reivindicarse y fortalecerse.

Escrito por Rosa, Feminismo Socialista.

Los orígenes del Día del Orgullo se encuentran en la marcha del Día de la Liberación de Christopher Street, convocada por el Frente de Liberación Gay en 1970 para conmemorar el primer aniversario de la rebelión de Stonewall. Un año antes, la ira de la comunidad LGBTQ+ de la ciudad de Nueva York se había desbordado en el bar gay de Greenwich Village, The Stonewall Inn. El acoso policial y los arrestos eran una característica común de la vida en la comunidad LGBTQ+ en ese momento. Pero finalmente llegó la gota que derramó el vaso, lo que llevó a un levantamiento que vio seis días de manifestaciones, protestas y disturbios contra la policía y la opresión gay en general. Esos seis días condujeron a la formación de muchos grupos activistas, sobre todo el Frente de Liberación Gay, que luchó por la liberación queer en el contexto de los movimientos masivos de derechos civiles y contra la guerra.

Los eventos del Día del Orgullo de hoy en día generalmente se parecen muy poco al original. Están dominados por carrozas y contingentes que representan a bancos y multinacionales, mientras que las personas queer de la clase trabajadora se mantienen al margen, en algunos lugares ni siquiera pueden marchar libremente en lo que deberían ser nuestros eventos.

Cada junio, estas compañías ven signos de dinero donde debería estar la lucha de la comunidad LGBTQ+ y trabajan incansablemente para que sus marcas se vean “progresistas”. Pero mientras compañías como Starbucks crean su propio contingente, al mismo tiempo invierten en intensas campañas antisindicales contra sus muchos trabajadores queer en Estados Unidos. Otro ejemplo de esta hipocresía es Six Flags, que mientras pone la bandera del arcoiris en su propaganda, también mantiene una política homófoba en su parque de diversiones. El único objetivo por el que estas empresas realmente trabajan es para proteger a sus accionistas y sus ganancias.

Por ello debemos reivindicar un Día del Orgullo que recupere las tradiciones e historia del movimiento por los derechos para la comunidad LGBTQ+, un movimiento enraizado en la izquierda socialista y la lucha de la clase trabajadora para luchar contra los prejuicios de la derecha y por los derechos para todas, todes y todos. Para ello necesitamos defender y promover las batallas más amplias de la clase trabajadora, organizando contingentes de trabajadores LGBTQ+ en las manifestaciones y luchas de trabajadores. 

Reivindicando las tradiciones de lucha del Día del Orgullo, no sólo recuperaremos la memoria de nuestro movimiento, sino también lucharemos contra la hipocresía capitalista poco interesada en el avance de los derechos para la comunidad LGBTQ+ y que solo busca hacernos parte de su mercadotecnia.

¡Nuestra lucha no es mercadotecnia! ¡Por un orgullo combativo!