Los resultados de la encuesta de Morena, ¡sólo la organización de las bases militantes hará realidad la aspiración de cambio de millones!
El 6 de septiembre se dieron a conocer los resultados de las encuestas realizadas por Morena para elegir a su próxima candidata presidencial. Como era de esperar, Claudia Sheinbaum ha resultado ganadora confirmando no solo la mayoría de las encuestas realizadas en los meses pasados, sino también ratificando el sentir de la mayoría de las y los militantes y simpatizantes de Morena. Pese a ello, la andanada de la derecha dentro y fuera de Morena no se ha dejado esperar denunciando desde un supuesto fraude, dedazo y hasta una supuesta “elección de Estado” por venir.
Escrito por Mauro Espínola, Alternativa Socialista
La elección de Claudia Sheinbaum en las encuestas realizadas por Morena para elegir a quien será su próxima candidata a la presidencia de la república, ratifican el espíritu de cambio expresado el 1 de julio de 2018. Con una diferencia de casi 14%, en promedio, Sheinbaum se impuso a Marcelo Ebrard y al ala de derecha, por él representada. Esto por sí mismo muestra el enorme apoyo con el que aún cuenta Morena como un partido de las masas más humildes del país, pese a la creciente descomposición y su infestación por arribistas y oportunistas que huyen de sus partidos en crisis: el PRI y el PAN.
En ese sentido el triunfó de Sheinbaum es un triunfó para el ala de izquierda dentro de Morena, y especialmente de las y los militantes de base que han dado la batalla contra las maniobras burocráticas de derecha. Este no es un triunfó menor pues pese a tener todo en contra, especialmente la descomposición y cooptación del aparato de Morena por el ala de derecha así como las derrotas amargas como las de la Ciudad de México en 2021 o la de Coahuila en junio pasado, el sentir de la mayoría de militantes y simpatizantes se ha expresado claramente en la derrota del ala de derecha.
Sin embargo, esto no es una garantía de que el sentir de las y los trabajadores por profundizar los cambios necesarios se expresen en un futuro gobierno de Morena. La reciente integración de Adan Augusto, y especialmente la de Ricardo Monreal, en la Coordinación Nacional de Comités de Defensa de la Cuarta Transformación y por tanto en el equipo de campaña de Claudia Sheinbaum auguran nuevos obstáculos para profundizar e impulsar los cambios anhelados por millones. Esto vuelve a poner a las bases del partido a la merced de una dirección política que ya ha maniobrado burocráticamente en el pasado para ganar terreno y de la que existe desconfianza entre la militancia. En cualquier caso, sin duda, el triunfó de Sheinbaum al frente de la campaña será una corriente de aire fresco en los próximos meses para miles de militantes que en los últimos meses y años dieron la batalla contra la derecha oportunista que ocupó el partido. Y en la que el saldo ha sido negativo para esas bases militantes.
Pero este aire fresco será temporal. De modo que aunque durante la campaña seamos testigos de una apertura para la discusión en los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, esto será coyuntural. Y será solo en la discusión política, pero esta apertura no se dará en términos de las propuestas de campaña ni de las iniciativas de reformas y medidas a tomar por un posible gobierno de Sheinbaum. Ni Morena ni Claudia Sheinbaum pretenden romper con la derecha dentro de Morena, como muestra la integración de Monreal a la Coordinación de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, ni con el capitalismo, como muestra la reunión con el Consejo Coordinador Empresarial el pasado 21 de agosto.
Las y los militantes de Morena deben aprovechar los meses venideros para organizar una nueva ofensiva contra la derecha, y de ser posible para desterrar definitivamente del partido a partir de consolidar las estructuras democráticas de base. Los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación deben convertirse en comités democráticos que contribuyan a recuperar el partido de las garras de la derecha. Impulsando un debate amplio del programa a impulsar, así como de los métodos de decisión dentro de Morena. Es decir, impulsando la democratización del partido. Lo que no será sencillo dado el interés de la derecha, ahora reconvertida en claudista, en mantener el control del partido en función de sus intereses particulares y su reproducción.
La contradicción que hemos señalado desde 2021, en torno a que el enemigo actual de Morena está dentro de sus propias filas sigue estando presente. Como entonces señalamos en Morena: el enemigo está en casa “La batalla contra los arribistas y el oportunismo no solo es una batalla por los espacios y las candidaturas, es sobre todo una batalla política contra la derecha dentro de Morena. Esta batalla sólo puede impulsarse mediante la organización y la movilización de las bases del partido, exigiendo que sean respetadas las estructuras y la democracia interna contra la imposición y los dedazos. Pero también diferenciándose de ella, y no caer en la trampa de la unidad que no es más que la aceptación de las imposiciones del ala de derecha. Es necesario agruparse dentro y fuera de Morena para dar una batalla sin cuartel contra los oportunistas, pero para ello es necesario armarse con un programa que no solo exija se respeten los estatutos de Morena, sino que se plantee la radicalización del programa de Morena y de la Cuarta Transformación”.
Sin embargo, esa organización no puede ni podrá desarrollarse dentro de Morena en tanto que el aparato del partido sigue en manos de la derecha que pretende usarlo para su propio beneficio. Además de que la imposibilidad de crear fracciones dentro de Morena y la sustitución de la democracia interna por medidas artificiales como las encuestas, impiden que se construya una vida democrática sana dentro de ese partido. La experiencia reciente, muestra pues la necesidad de construir una organización independiente, con un programa socialista que participe en Morena pero que no se subordine a la política conciliadora del mismo. Solo de esta forma no intentaremos derrumbar un muro con un tenedor, sino construyendo una potente herramienta para dicha tarea.
Desde Alternativa Socialista, saludamos el triunfó de Sheinbaum en las encuestas. Reconocemos en él un paso adelante de la lucha de la izquierda dentro y fuera de Morena, especialmente un triunfó de las bases militantes desplazadas en los últimos años de las decisiones fundamentales de dicho partido. Pero señalamos también, que sólo mediante la organización de las bases militantes las aspiraciones de cambio que han animado a millones en el pasado podrán convertirse en una fuerza motriz para el futuro.