Ciudad Juárez: ¡No fue una tragedia, fue el Estado! ¡Es el capitalismo!

El pasado lunes 27 de marzo un incendio en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración, en Ciudad Juárez, Chihuahua, causó la muerte de 39 migrantes. Los migrantes, en su mayoría guatemaltecos, prendieron fuego a las colchonetas de las celdas donde se encontraban encerrados al enterarse de que serían deportados. 

Escrito por Alternativa Socialista, ASI en México.

La indiferencia con la que actuaron los custodios del INM, que abandonaron a su suerte a los migrantes en el incendio no es una casualidad. Pese al discurso de la defensa de la soberanía nacional, el gobierno de López Obrador no ha modificado la política migratoria de los gobiernos anteriores. Con el intento por impulsar una serie de inversiones en Centroamérica para reducir la migración de esa región mediante la mejora de las condiciones de vida en esa zona, Obrador mantiene la política dictada por el imperialismo norteamericano para convertir a México en el muro de contención de las oleadas migratorias a Estados Unidos.

La desesperación de ser deportados a sus lugares de origen, sin ninguna oportunidad de vida digna más que salir de sus barrios y hogares, explica porque los migrantes prendieron fuego a las colchonetas, ocasionando el incendio. Sin embargo, esta no es la causa de la tragedia. La miseria, el desempleo, la violencia, la falta de oportunidades, es decir el capitalismo, es lo que explica porque millones de migrantes en todo el mundo arriesgan su vida en busca de mejores condiciones de vida. 

Desde Alternativa Socialista, sección mexicana de Alternativa Socialista Internacional, nos solidarizamos con las familias de los migrantes fallecidos en Ciudad Juárez y en todo el país. Como organización de la clase trabajadora mexicana entendemos las causas que orillan a millones de trabajadores a migrar para buscar mejores condiciones de vida. Por eso exigimos el fin de la revictimización de los migrantes fallecidos, y demandamos el deslinde de responsabilidades de los custodios que permitieron que los migrantes fallecidos. Así como la renuncia de Francisco Garduño, comisionado del Instituto Nacional de Migración.