POLONIA: el derecho al aborto bajo ataque, en medio del confinamiento.

La restricción del acceso al aborto, está en la agenda legislativa del parlamento polaco desde el pasado 15 de abril. 

Escrito por Rosa, Feminismo Socialista Internacional, Buro de Mujeres ISA

Desde 1993, el aborto es legal en Polonia solo en casos de violación (dentro de las primeras 12 semanas), cuando atenta la salud o la vida de la persona embarazada, o cuando se presenta una malformación o enfermedad incurable en el feto.

El proyecto de ley que se discutió el 15 de abril, restringiría aún más el derecho existente mediante la eliminación de la posibilidad de aborto en el último caso, a lo que los antiderechos llaman “aborto eugenésico”.  De hecho, ciertamente hubo un elemento de eugenesia en las intenciones de quienes redactaron la ley de 1993: mientras que la prohibición del aborto les permitió obtener el apoyo de la Iglesia Católica, cuyo peso en la sociedad fue esencial para la aceptación del regreso del  capitalismo a Polonia, la sociedad que estaban construyendo no está diseñada para garantizar una vida digna para todos y todas al no proporcionar los medios necesarios para la salud y la educación de los discapacitados. Pero una persona embarazada debe ser la única que decida si lleva su embarazo a término o no, sin que la sociedad le cuestione sus razones y determine si son válidas o no.

Esta no es la primera vez que las propuestas para limitar aún más los derechos reproductivos se han discutido en el parlamento polaco.  En 2016, incluso hubo planes para limitar el derecho al aborto en caso de peligrara la vida de la persona embarazada, e introducir condenas a prisión de hasta 5 años para las mujeres que recurran al aborto clandestino.  Un movilización considerable hizo retroceder a los conservadores, culminando en una “huelga de mujeres” de un día. Sin embargo, desde entonces, se han producido ataques a menor escala contra los derechos de las mujeres, por ejemplo, para restringir el acceso a la píldora del día siguiente. 

El gobierno del PiS (partido ultraconservador Ley y Justicia, por sus siglas en polaco) fue elegido con una política reaccionaria que apela al estrato católico más conservador, pero también y sobre todo debido a promesas sociales como la introducción de beneficios para las familias, 500zl (eslotis), lo que equivale a 120 dólares o 2,873 pesos mexicanos, al mes por niño, una mejora significativa para muchas familias.  Pero a pesar de su retórica pro-familia y el llamado a la protección infantil, las demandas de los y las maestras y trabajadoras sociales no se están cumpliendo, las guarderías públicas y los jardines de niños son cada vez menos, y ahora la crisis del coronavirus es el pretexto para pasar una “anti-crisis”, ley que alarga la jornada laboral, reduciendo el tiempo que las y los trabajadores pueden pasar con sus familias y que empeora los problemas del cuidado infantil.

El 15 de abril, se estuvo debatiendo otro proyecto de ley, “para la protección de niños y jóvenes contra la depravación sexual y la desmoralización”.  (La siguiente discusión en la agenda es permitir que los padres lleven a sus hijos a cazar). Es un “proyecto de ley ciudadana” para la prohibición de la educación sexual.  Detrás de la petición presentada al parlamento hay una horrenda campaña homofóbica que coloca la educación sexual, el abuso sexual infantil y a las personas de la comunidad LGBTTTIQ+ en el mismo nivel.  Esto bajo el contexto del aumento de la homofobia, donde una cuarta parte del territorio polaco ha sido declarado “zona libre de ideología LGBT” por sus representantes electos, y donde un arzobispo declaró recientemente que “el coronavirus es solo una de las amenazas actuales, pero no la peor,  también hay guerras e ideología de género “.

En los últimos meses, las mujeres polacas se han movilizado obteniendo diversos niveles de impacto contra cada ataque a los derechos reproductivos, exigiendo la legalización del aborto y libre acceso a métodos anticonceptivos. Sin embargo, esta vez, el encierro parece dar rienda suelta a los conservadores.  Del mismo modo, Pride and Queerowy Maj (May Queer, un festival que se realiza por los derechos LGBT en Polonia) tuvieron que ser cancelados.

En este contexto, Alternatywa Socjalistyczna, Alternativa Socialista Internacional en Polonia, ha decidido lanzar la campaña ROSA en Polonia.  Las dificultades que hemos enfrentado los últimos años han demostrado que no podemos confiar en los políticos burgueses para obtener derechos reproductivos para nosotras, sino también que el sistema económico capitalista no puede garantizar a las mujeres el derecho a elegir por sí mismas.

ROSA en Polonia está haciendo campaña por el derecho al aborto libre, por al acceso libre y gratuito a métodos anticonceptivos, incluyendo a menores, por educación sexual en todas las escuelas sin importar la orientación sexual, por jardines de niños y guarderías suficientes, vinculando estas demandas con la lucha por la defensa de los servicios públicos y el derecho a la vivienda y salario dignos. 

Nuestra tarea histórica es reemplazar el sistema capitalista anti-trabajador y anti-mujer establecido con el apoyo de la Iglesia Católica desde 1989, por una sociedad socialista que ofrezca una vida digna y derechos democráticos plenos para todas y todos.