Otra denuncia de acoso sexual en la UANL, ¡La impunidad en las universidades no puede continuar!

Es enfurecedor que a pesar que el fin de la protección de abusadores por parte de universidades es una de las demandas centrales de los movimientos estudiantiles que han ebullido en todo el país, poco o nada se ha avanzado en la conquista del derecho básico a la justicia.

Escrito por Freddy Fernandez, Alternativa Socialista México

Aunque los casos de acoso y abuso sexual en las novatadas son bien conocidos en universidades en todo el pais, la Universidad Autonoma de Nuevo Leon ha volcado sus esfuerzos no en acabar con estas agresiones, sino en dar un carpetazo a la denuncia con mas de 3 años de Juan Manuel. Quien durante el 2020 fue brutalmente agredido por hasta 8 personas durante la novatada de la tuna universitaria, una agrupación musical y cultural de dicha institución. 

Los actos cometidos son horrorosos, por lo cual resulta escalofriante el silencio de la administración de la UANL y el sistema de justicia del estado de Nuevo León. Quienes parecieran querer encubrir a los perpetradores, el hijo del titular de la Clínica de Justicia Penal de la Facultad, y al sobrino de Leonardo Limón, operador político de Manuel Acuña, exdirector de FACDyC, entre otros familiares de directivos de la Facultad de Derecho y Criminología. 

Si bien el caso se ha hecho mediático por su brutalidad y la profunda corrupción que deja al descubierto, los estudiantes sabemos bien que este no es el único caso reciente de abuso e impunidad dentro de las universidades. A través de todo el país, en cada facultad podemos encontrar casos de profesores, alumnos o administrativos, abusando de su poder y utilizando todos los recursos de las universidades para encubrir sus crímenes. Tan es así que esta ha sido una de las demandas principales de huelgas, protestas y actividades políticas de estudiantes.

Pero esta demanda no puede ser conquistada en lo abstracto, como pretenden los administrativos que han respondido a los cientos de pliegos petitorios estudiantiles con palabrería positivista. Basta de “climas de justicia” y “atmósferas de legalidad”, ¡Los estudiantes queremos ver a estos criminales fuera de las aulas y dentro de las cárceles!

El desesperanzado llamado al gobernador de Nuevo León, Samuel Garcia, al procurador general del estado y el rector de la universidad demuestra la precaria situación de Juan Manuel. Los representantes de estas instituciones, el gobierno, el sistema de justicia y la administración de la universidad ya han sido cómplices (implícitos o explícitos) de este crimen. Y de abrirse una nueva serie de investigaciones, la universidad bien podría ocultar información y volver a encubrir a los delincuentes como lo ha hecho por ya 3 años. 

Pero mientras a los estudiantes nos sigan viendo como carne de cañón y botín político, tenemos que estar seguros de que nuestra mejor arma contra la impunidad será nuestra organización. La huelga, las marchas, las sentadas, tomar instalaciones siguen siendo nuestras mejores formas de presionar a estas instituciones para que escuchen y resuelvan nuestras demandas. Pero ninguna de estas acciones, como la misma movilización de los estudiantes, caen del cielo. Una huelga que se organiza de la noche a la mañana, sin ninguna estructura para apoyarla y defenderla, y un programa claro para profundizar las demandas, está destinada a fracasar. Debemos organizarnos dentro y fuera de las universidades. 

Desde Alternativa Socialista nos solidarizamos con Juan Manuel y todas las víctimas de abusos y acoso dentro de las universidades. Como parte viva del movimiento estudiantil y el mundo nos disponemos a apoyar en todo lo que sea necesario para que Juan Manuel encuentre justicia, y hacemos un llamado amplio a la organización de los estudiantes de la Universidad Autónoma de Nuevo León para llevar las demandas de justicia más lejos. 

Podemos ganar suspensiones preventivas para los abusadores dentro de las universidades, como comités de investigación universitarios que trabajen de la mano de las instituciones de justicia del país, así como castigos para los encubridores y colaboradores de la impunidad, ¡pero solo si luchamos organizados!