Las reformas de la 4T: avances y luchas futuras
El pasado 5 de febrero de 2024, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó en Palacio Nacional un paquete de 20 reformas constitucionales que abarcan temas bastante diversos: desde el sistema de pensiones, pasando por la prohibición del fentanilo y la penalización de la extorsión, hasta la reducción de miembros de ambas cámaras del Congreso de la Unión.
Escrito por Alternativa Socialista
En junio de este mismo año, la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la morenista Claudia Sheinbaum, arrasó en los resultados de la elección presidencial, por lo que a partir del 1 de octubre será la primera presidenta en la historia del país. En medio de la transición, se han dado muchas discusiones sobre la agenda de reformas que seguirá la nueva administración, su relación con el paquete enviado por AMLO y cómo ellas impactarán en el futuro del país.
Reforma judicial
Quizá la que ha generado mas polémica de las reformas propuestas por López Obrador es la que atañe al Poder Judicial de la Federación (PJF). No es un secreto para nadie la falta de acceso popular a la justicia en el país. Las tasas de denuncia y de impunidad en el país son escandalosas, las y los trabajadores son constantemente desmotivados para denunciar y seguir un proceso cuando son víctimas de un delito o alguna otra afectación. Los costos que implica llevar un procedimiento legal son muy altos e impagables para la gran mayoría de nuestra clase. El nepotismo y la defensa de intereses particulares han sido la constante entre quienes integran la judicatura. Todo ello, es por sí solo, una justificación suficiente para la reforma del Poder Judicial. Lo que tenemos que preguntarnos es en donde se sitúa esta reforma en la lucha por una justicia al servicio de la clase trabajadora.
De acuerdo con el reciente dictamen de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, la versión de la reforma judicial de AMLO que busca ser aprobada tiene entre sus puntos centrales los siguientes: 1) la elección por voto ciudadano de Ministras y Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), de Magistradas y Magistrados y Jueces y Juezas, todos pertenecientes al PJF; 2) la reducción de 11 a 9 Ministras/os de la SCJN; 3) el establecimiento de plazos de 6 meses para resolver los asuntos de su jurisdicción; 4) la creación de un órgano de administración judicial (actualmente el Consejo de la Judicatura Federal, siendo separado de la presidencia de la SCJN con esta reforma) y un Tribunal de Disciplina Judicial; 5) la desaparición de las dos Salas de la SCJN, discutiendo y resolviendo todo únicamente en Pleno; 6) el encargo de Ministra/o en la SCJN dura doce años, sin posibilidad de reelección; 7) se elimina el requisito de tener al menos 35 años para ser Ministra/o de la SCJN, imponiéndose el requisito de tener un promedio general mínimo de 8.0 y de 9.0 en las materias correspondientes, además de cinco años de práctica jurídica; 8) en los procesos de amparo, se elimina la suspensión con efectos generales; 9) se abre la puerta a reformar en los mismos términos los Poderes Judiciales locales; 10) se planea un proceso electoral extraordinario en 2025.
Si bien Morena y sus aliados plantean esta reforma como la “democratización” en la conformación de un Poder Judicial. El sistema de procuración de justicia en México no está únicamente integrado por el PJF. La discusión acerca de la catástrofe judicial que tenemos en el país debe incluir a los poderes judiciales locales, la Fiscalía General y sus homólogas en los estados, la Defensoría Pública federal y las estatales, las policías de investigación y preventivas. Quienes apoyamos esta reforma como se plantea tenemos claro que no va a reformar completa o integralmente al sistema judicial mexicano por si misma, pero si la situamos como una demanda transicional que le permite a la clase trabajadora dar la lucha por el acceso a la justicia popular tenemos la oportunidad de dirigir la rabia popular que existe contra el sistema jurídico en el país hacia esta reforma y mas adelante una alternativa que le de una salida sistémica al problema.
Mientra que en la disputa en las calles tenemos que denunciar y rechazar de forma tajante el nepotismo, los intereses que mueven tras bambalinas a la cúpula judicial, la defensa de privilegios propios de una casta, su papel golpista en el derribo de iniciativas estratégicas para el país, el injerencismo estadounidense a su favor, el mito meritocrático y las ficciones liberales sobre el Estado de derecho y la división de poderes. La judicatura, tanto federal como local, así como el resto del sistema de impartición de justicia están corrompidos y por tanto tienen que ser reformados y depurados de pies a cabeza. Tenemos que dar la lucha contra el modo en el que bloque reaccionario que defiende a su Poder Judicial, ya sea por medio de paros de dudoso proceder o marchas indistinguibles de un mítin de campaña de Xóchitl Gálvez (mismos actores políticos, mismos colores, mismos intereses creados). Por otro lado tambien señalar que la verdadera fuerza que definiria el caracter de esta reforma y la lucha por acceso a la justicia se construira en la calle, no mediante el certinismo parlamentario. Desde Alternativa Socialista dejamos claro nuestro apoyo a la reforma y a la lucha que los trabajadores han emprendido en contra de los excesos del poder judicial y su nula imparticion de justicia.
Paquete de reformas de Sheinbaum
Algunas propuestas importantes para el nuevo gobierno son las de carácter social: 1) becas para estudiantes de educación preescolar a media superior; 2) pensiones para personas mayores de 65 años; 3) media pensión para mujeres entre 60 y 64 años. Saludamos el contenido de estas reformas al expandir la protección a importantes grupos de población; si bien ya se paga una pensión a las personas mayores de 65 años, eso se plasmará en la Constitución. El pago propuesto a las mujeres es un avance en la reparación de la deuda histórica que la sociedad tiene con ellas, en tanto proveedoras tradicionales de cuidados y su rol fundamental de reproducción en el sistema capitalista.
Durante el periodo neoliberal en México el Estado de bienestar fue desmantelado de pies a cabeza y saqueado y rematado bajo la falsa pretensión de que el libre mercado eventualmente presentaría alternativas privadas a los beneficios que la clase trabajadora había conquistado a través de décadas. Que en algún momento de la historia el libre mercado encontraría la forma de proporcionarnos las pensiones, acceso a vivienda, servicios sanitarios, etc. que habían sido desmanteladas. Y si bien tenemos que señalar que la construcción de un nuevo Estado de bienestar no va a echar abajo al sistema neoliberal (el sistema que derrotó y suplantó al estado de bienestar hace décadas), la historia nos enseña que la lucha por demandas económicas inmediatas es parte de la preparación de la clase trabajadora para dar la lucha por sus intereses. Y que la precariedad y la miseria no son bases estables para organizar y movilizar a la clase trabajadora, al contrario, agudizan las desigualdades y violencias que experimentan los sectores más oprimidos de la sociedad, sesgando su capacidad de organizarse e intervenir en el movimiento.
¿Qué sigue para la reforma de las 40 horas?
Una de las luchas impulsadas con amplio apoyo popular busca la reforma constitucional del artículo 123 para conseguir una semana de trabajo de 40 horas en vez de las 48 existentes actualmente,. El hecho de que tanto AMLO y Sheinbaum como los principales dirigentes del partido y sus personeros en el Congreso hayan insistido desde octubre de 2022 (cuando la diputada Susana Prieto introdujo la iniciativa en San Lázaro) en la “necesidad” de escuchar a los empresarios, discutir con ellos en los denominados parlamentos abiertos, consensuar la reforma, habla de quienes son escuchados y quienes no lo son,Pese al apoyo que esta medida provoca entre la clase trabajadora, sobre todo en los sectores más pobres, personajes como Ignacio Mier, coordinador del partido en la Cámara de Diputados, destacaron por su reiterado trabajo para bloquear las discusiones, dictámenes y eventual aprobación.
La propia Sheinbaum aseguró que esta no es una reforma prioritaria en su agenda legislativa. ¿Cómo puede no ser prioritario para el gobierno del “primero los pobres” otorgar a las y los trabajadores de México mejores condiciones para tener una vida digna y avanzar en la conquista de más derechos?La única solución que tenemos las y los trabajadores para conseguir no solo la semana de 40 horas, sino más y mejores condiciones de trabajo dignas, es la organización y la lucha en las calles. Demandar la reducción del horario de trabajo con igual o mayor sueldo es un paso más para acercar las demandas inmediatas de nuestra clase con las que componen el programa revolucionario socialista; en ese sentido, desde Alternativa Socialista seguimos enarbolando la bandera de esta y otras causas justas y urgentes.