El pasado 9 de junio, en repudio a las acciones represivas del reaccionario gobierno de Trump y en apoyo a las movilizaciones contra las acciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Los Ángeles, la consejera de Morena en Jalisco Melissa Cornejo publicó un mensaje en su cuenta de X: “Viva la raza y metanse mi visa por el culo”. La respuesta reaccionaría del Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de los EEUU, Christopher Landau fue publicada en la misma red social con mensaje amenazante contra Melissa, señalando que él ya se había encargado personalmente de cancelar su visa, pero encontrándose con el resultado de que no había visa que cancelar. 

Escrito por Alternativa Socialista, Proyecto por una Internacional Marxista Revolucionaria en México.

El ataque contra Melissa por parte Christopher Landau, es deleznable y tiene que ser repudiada con energía por todos aquellos que estamos convencidos de que los migrantes están siendo perseguidos salvajemente en estos momentos en Estados Unidos. Y que necesitan de todo nuestro apoyo, también en las redes sociales. Pero otra razón, y de mucho peso, para condenar la agresión de Landau contra Melissa es la de que, en el fondo, el mensaje del Subsecretario yanqui es una descarada y cínica amenaza contra todo aquel que, desde afuera de las fronteras yanquis, esté dispuesto a alzar la voz contra las criminales políticas que Trump. Mismas que no se limitan a perseguir a la mano de obra inmigrante, sino que dentro de otras barbaridades, también se traduce en un firme apoyo político y militar para Netanyahu en su ofensiva genocida contra Gaza. 

El intento de censura transfronteriza de parte de la administración Trump, tiene que ser visto como es: como una abierta intervención sobre los derechos políticos de los mexicanos consagrados en la Constitución. En este caso contra el derecho a la libertad de expresión. No se trata de un simple arranque emocional por parte de Landau, sino de una abierta acción injerencista del imperialismo yanqui pretendiendo intimidar a todo el pueblo trabajador mexicano. 

En este marco, asumiendo una actitud totalmente despreciable y muy lejos de estar a la altura de los acontecimientos, Luisa María Alcalde, presidenta nacional de Morena, salió al paso publicando el día 12 un mensaje en “X”, reprochando a Melissa su publicación al mismo tiempo que deslindó a su partido de esta. Lamentablemente la postura de Luisa Alcalde encontró eco en voz de la presidenta Claudia Sheinbaum en su conferencia matutina, arrojando como saldo además el llamado que horas después haría Ricardo Monreal pidiendo a los militantes de Morena y a los simpatizantes del obradorismo, a abstenerse de hacer comentarios en redes sociales sobre la salvaje persecución de Trump contra nuestros connacionales inmigrantes en los EEUU. 

En lugar de asumir una posición solidaria con Melissa, junto a una postura firme de rechazo a la acometida de Landau contra el derecho a la libre expresión consagrado en la Constitución, la dirección de Morena ¡llama al silencio y a la inacción! Es decir, para Luisa Alcalde la mejor forma de luchar es ¡no luchar y guardar silencio! ante las atrocidades del trumpismo contra nuestros connacionales para no hacer enojar a Trump y ni a sus peones.

La dirección de Morena se equivoca y, además de su evidente incapacidad, sigue demostrando que cada vez se encuentra más distanciada de los sentimientos de la mayoría del pueblo trabajador. Misma que además de rechazar el reclutamiento de priístas y panistas para la 4T, está deseosa de poner a disposición cuantos medios le sean posibles, incluido su perfil en redes sociales, al servicio de la lucha de nuestros hermanos migrantes en defensa de sus intereses y contra la salvaje represión y persecución trumpista. 

La idea tan enquistada en la derecha, emulada por Luisa Alcalde, de que frente a los atropellos del imperialismo yanqui contra México y su pueblo trabajador, incluido el migrante, lo mejor es callar para no hacerlo enojar más porque nos podría ir peor es sobre la cual los diferentes gobiernos del PRI y del PAN han terminado de rodillas frente al imperialismo norteamericano. Permitiendo con complicidad el saqueo de nuestros recursos naturales y la explotación de nuestro pueblo trabajador. 

¡La debilidad invita a la agresión! Y si los dirigentes de Morena piensan que pueden frenar las agresiones de Trump guardando silencio y llamando a la inacción, se equivocan. Trump tiene claro sus objetivos, mismo que no se limitan a perseguir a la mano de obra migrante. Trump desea además, porque así lo exigen sus esfuerzos por revertir la decadencia del imperialismo yanqui, arrodillar a la 4T para descarrilarla. Y así poder expoliar al país sin que nada lo obstaculice, tal y como sucedió por décadas bajo los gobiernos del PRI y del PAN. En ese contexto se enmarca la designación del exagente de la CIA y exboina verde, Ronald D. Johnson, como nuevo embajador en México.

Es evidente que la magnitud de la amenaza que significa la administración Trump para el gobierno de Claudia Sheinbaum y la 4T, no está siendo claramente dimensionada por la dirección de Morena. La historia demuestra que la voracidad del imperialismo yanqui no puede ser derrotada, ni siquiera suavizada, agachando la cabeza ni guardando silencio. A Trump y a su política intervencionista y antiinmigrante, se les derrota con organización, con lucha y con determinación. 

No existe una sola lucha que haya ganado el pueblo trabajador sin protestar, sin denunciar y sin luchar. Por el contrario, los llamados al silencio y a quedarse con los brazos cruzados, tal como lo hace la dirección de Morena ante Trump, sólo encierran la promesa de la derrota. Si la dirección de Morena verdaderamente desea ser consecuente con la consigna del obradorismo de “primero los pobres”, ante las amenazas de Trump su deber es llamar a la lucha y a la movilización y no al silencio ni a la desmovilización. 

Desde Alternativa Socialista nos solidarizamos con Melissa Cornejo y su deseo de impedir el triunfo de la ofensiva de Trump contra nuestros hermanos migrantes y contra el pueblo trabajador de México.