Perú: ¡Que me guste la vida social no es un delito, que me violen si!

Perú ha tenido una enorme incidencia de violencia machista ya que tan solo en 2019, el Ministerio de la Mujer registró 16,632 casos de delitos sexuales a nivel nacional. De los cuales el 43,8 % correspondían al delito de violación.

Escrito por Devi Cerenil, Rosa México. 

El pasado 18 de octubre en Lima, Perú, un grupo de cinco hombres han sido acusados de violación grupal de una joven de 21 años. La chica mostraba claros signos de violación, que corroboró el examen médico que se le realizó. Sin embargo, hasta ahora solo ha sido detenido y enjuiciado uno de los de los agresores. En el mes de octubre se suscitaron dos casos más: uno por un grupo tres hombres a una mujer de 49 años y otro a una mujer de 54 que tuvo que pasar por tres cirugías debido a los daños físicos que le ocasionaron. 

En el primer caso, el abogado de uno de los agresores afirmó “Hay otra cosa que se tendría que observar y eso lo van a decir las diligencias que se tengan que practicar (…) La señorita es…eventualmente, digamos, le gustaba la vida social. No le podría decir más“. Esto fue denunciado en redes sociales usando hashtag como #AMiMeGustaLaVidaSocial por más de 11 mil personas en Twitter, exigiendo que se haga justicia. 

Perú ha tenido una enorme incidencia de violencia machista ya que tan solo en 2019, el Ministerio de la Mujer registró 16,632 casos de delitos sexuales a nivel nacional. De los cuales el 43,8 % correspondían al delito de violación. En julio de este año, Perú se presentó ante la corte Interamericana de Derechos Humanos por no otorgar la atención integral de salud a otra víctima de violación grupal.

Estos casos son indignantes y solo nos dan muestra de la incompetencia de las autoridades para cambiar la situación, de un sistema violento que ignora a las victimas de la violencia. Es denigrante que sean las personas más cercanas a las mujeres las que ejerzan violencia hacia nosotras. Pero mientras patriarcado exista y la cultura machista se siga replicando, nos seguiremos enfrentando a la revictimización, porque la violencia evoluciona y se manifiesta en violencia física, verbal, emocional hasta el feminicidio. 

No nos quedaremos con los brazos cruzados tras las agresiones, los avances que hemos tenido no son suficientes. A a pesar de las legislaciones, en la práctica no se cuenta con mecanismos efectivos que hagan justicia o que se proteja la integridad y vida de las mujeres. Pero de manera organizada, denunciando la violencia, señalando a las autoridades y a la justicia machista al mismo tiempo que nos movilizamos vamos a destruir este sistema para el que las mujeres somos desechables. Vamos a recuperar mediante la lucha y la movilización lo que nos han quitado a miles de mujeres, el derecho a caminar en la calle, ir a una fiesta, usar una falda y pedir justicia por todas. 

¡Qué me guste la vida social no es justificación para ser violentada!