Nigeria: El nuevo salario mínimo demuestra que el Gobierno está desvinculado del hambre en el país
¡Movilización por el pago y contra los salarios miserables!
Escrito por Dagga Tolar, Movement for a Socialist Alternative (ASI en Nigeria)
De cara a los altos costos de vivienda y la inflación de la comida excediendo el 40%, la administración Tinubu ha anunciado un nuevo salario mínimo de 70,000 nairas mensuales para trabajadores en el país. Esto sólo se consiguió tras la huelga de trabajadores del 3 de junio, que se disolvió al cabo de dos días.
Nuestra postura es que, si los líderes laboristas hubieran estado más resueltos a proveer del liderazgo necesario para una movilización efectiva de trabajadores que tomara acción por un salario digno, el régimen Tinubu no habría tenido otra opción. En lugar de las negociaciones secretas con el gobierno, cualquier acuerdo sobre el salario mínimo debería ser decidido por los trabajadores. El primer día de huelga demostró que los trabajadores estaban preparados para pelear, pero los líderes llamaron a la desmovilización. Este nuevo salario mínimo de 70,000 nairas ahora no significa nada, dada la astronómica subida de precios en los alimentos y los servicios esenciales como la electricidad, y el transporte, etc., razón por la cual la demanda original de los trabajadores por un sueldo de 615,000 nairas sigue siendo válida hasta el momento.
Comparado con los gastos mensuales esperados para un trabajador nigeriano promedio, el nuevo salario mínimo todavía reúne los requisitos para ser calificado como un salario de pobreza. Los 70,000 nairas acordados equivalen a tan solo 42 dólares al mes. Esto es significativamente menos, la mitad en términos reales, que el salario mínimo acordado anteriormente en 2019 de 30.000 naira, que equivalía a 85 dólares, o los 18,000 nairas aprobados en 2011, que equivalían a 117 dólares.
El Movimiento por una Alternativa Socialista (MSA) condena al régimen de Tinubu por el pobre paquete de prestaciones sociales para los trabajadores en esta época de graves dificultades causadas por las élites gobernantes, especialmente bajo este gobierno. Mientras las élites que ocupan cargos políticos mantienen sueldos y subsidios que ascienden a millones de nairas, los trabajadores se quedan con un salario mínimo que ni siquiera les permite comprar un saco de arroz en el mercado.
Los cargos políticos nigerianos figuran entre los mejor pagados del mundo, mientras que los trabajadores nigerianos se encuentran entre los peores pagados de África Occidental. Un estudio realizado por workforceafrica.com muestra que los trabajadores nigerianos se encuentran incluso entre los peor pagados de África. Comparativamente a Nigeria (42 dólares), Ghana (55,5 dólares), Camerún (63,2 dólares), Sierra Leona (58,8 dólares), Senegal (75 dólares) y Costa de Marfil (76 dólares) ofrecen salarios mínimos más altos, e incluso Libia, asolada por la guerra, paga arriba de 100 dólares.
Este gobierno, como sus predecesores, utiliza tácticas engañosas para negociar un salario decente para los trabajadores, prometiendo salarios que no reflejan las realidades económicas actuales. El gobierno de Tinubu, como otros anteriores a él, hizo una tarjeta de promesas, muchas de las cuales probablemente seguirán sin cumplirse. Las promesas del gobierno de proporcionar autobuses de GNC y mejorar las infraestructuras no deberían estar supeditadas a la exigencia de un nuevo salario mínimo.
El actual salario mínimo propuesto ya se está diluyendo por la reciente subida de las tarifas eléctricas y el aumento del coste de bienes y servicios. Los gobiernos estatales, que alegan que no pueden pagar 62,000 nairas mensuales a pesar de sus extravagantes estilos de vida, deberían rendir cuentas.
En lugar de aplaudir al régimen de Tinubu, como se vio en pantalla a los líderes sindicales, el NLC (Congreso del Trabajo de Nigeria) y el TUC (Congreso Sindical de Nigeria) deberían prepararse seriamente para garantizar la aplicación generalizada del nuevo salario mínimo. Muchos gobernadores estatales y empresarios del sector privado no suelen aplicar el nuevo salario mínimo, alegando falta de fondos. Consideramos que esta afirmación es falsa, ya que todos los estados del país tienen recursos suficientes para pagar más que el actual salario mínimo acordado. Los gobernadores de los estados reciben los mismos sueldos jumbo, dietas y votos de seguridad en miles de millones de nairas. También insistimos en que los líderes laboristas no abandonen la petición de una reversión de la tarifa eléctrica.
La presidencia de Tinubu es un gobierno para los capitalistas y los superricos, tanto en el país como a escala internacional. Está llevando a cabo uno de los peores ataques internacionales contra el nivel de vida de los trabajadores y los pobres. La reciente revuelta de masas en Kenia demuestra que los ataques del gobierno pueden ser derrotados.
Instamos a los trabajadores a construir un partido político de los trabajadores para poner fin al régimen y salarios de miseria, garantizando un futuro con mejores salarios dignos para las masas. El NLC y el TUC deberían poner en marcha un equipo de supervisión para vigilar la aplicación de estos acuerdos. La lucha por un mejor salario digno no ha hecho más que empezar, y todavía no es Uhuru.