Israel y Palestina: No habrá paz sin resistencia a la ocupación, pobreza y capital

Las provocaciones de la policía y la extrema derecha han ocasionado una peligrosa escalada que ha dejado numerosos muertos y heridos. La guerra debe de llegar a su fin. La paz sólo puede lograrse luchando contra la ocupación, la pobreza y el dominio del capital. 

Entrevista con Yasha Marmer, מאבק סוציאליסטי • نضال اشتراكي (Movimiento de Lucha Socialista, ASI en Israel-Palestina).

Alto a la Guerra

Las protestas de los jóvenes palestinos en Jerusalén Oriental ocupado contra los asentamientos de colonizadores junto con las restricciones de movimiento, enfrentaron durante varias semanas la represión policial y violencia de la extrema derecha y plantearon un gran desafío para el gobierno de Netanyahu, la política exterior de Biden y para los regímenes árabes involucrados en el proceso de normalización. La situación también ha puesto bajo presión al sistema político israelí mientras intenta forjar un nuevo gobierno de coalición con el ultraderechista Naftali Bennet en el asiento del conductor, involucrando tanto al Partido Laborista como al “izquierdista” Meretz. Bajo la presión de los acontecimientos, la Lista Árabe Unida se ha visto obligada a retirarse de las negociaciones. No menos importante es el hecho de que las elecciones de autoridades palestinas se han pospuesto debido a que la Facción en Fatah del presidente gobernante Mahmoud Abbas temía perder el voto.

ASI: ¿Cómo describirías la situación actual?

YM: Esto es una guerra. El número de muertos en Gaza está aumentando rápidamente. Ya son 48, incluidos 14 niños. Hay cientos de heridos. Testigos en Gaza dicen que aviones de guerra israelíes atacaron edificios de apartamentos, y ahora se ha informado que una torre se derrumbó en llamas. Mientras continuaban los ataques del ejército israelí, Hamas respondió ayer disparando cientos de cohetes contra el sur de Israel, matando a dos mujeres israelíes. Esto significa que ahora estamos entrando en una escalada militar más prolongada. El ejército israelí ha anunciado la movilización de otros 5000 soldados. Esto no sería para una invasión terrestre ahora, sino para varios roles de apoyo. Esta es una señal muy preocupante.

Esto comenzó originalmente cuando los palestinos opusieron resistencia a los colonizadores que intentaban desalojarlos de sus hogares en la región de Sheikh Jarrah, pero se intensificó cuando las fuerzas israelíes intentaron evitar que los palestinos se reunieran durante el Ramadán. Las protestas han tenido muchas características progresistas, comenzó como un movimiento popular de jóvenes contra la represión.

La clase dominante israelí temía que pudiera convertirse en un levantamiento popular en un momento en que hay una grave crisis gubernamental, la crisis de COVID (aunque Israel afirma una alta tasa de vacunación, las masas palestinas han sido ignoradas en gran medida) y una grave preocupación por todo Oriente Medio, ya que aquellos regímenes que han “normalizado” sus relaciones con Israel se enfrentan a repercusiones en sus países. Es notable que los gobiernos de Marruecos y Sudán que firmaron a fines del año pasado hayan permanecido en silencio hasta ahora. El viernes hubo una manifestación masiva en Amman, Jordania, en solidaridad con los manifestantes palestinos.

Hubo un cambio cualitativo en la situación cuando Hamas comenzó a disparar misiles a Israel. Esto fue evaluado por el gobierno de Netanyahu y jefes del ejército para iniciar el ataque militar contra Gaza y recuperar la iniciativa.

ASI: ¿Cómo escaló la situación de esta manera?

Este es el mes de Ramadán. La policía claramente no quería que los jóvenes se reunieran frente a la puerta de Damasco de la ciudad vieja, la cual suele ser un área de festividades nocturnas para cuando los musulmanes rompen el ayuno diario. Los jóvenes se opusieron a la policía con manifestaciones, e incluso hubo enfrentamientos hasta que se anuló la decisión. Esta fue una victoria con algunas similitudes con lo ocurrido en 2017. Pero no ha sido suficiente para calmar la situación.

Más tarde, la policía irrumpió en el recinto de la mezquita de Al Aqsa después de las oraciones de Ramadán (7.5), disparando granadas aturdidoras y balas de metal recubiertas de goma contra cientos de fieles. Las tropas incluso arrojaron granadas aturdidoras en la clínica del recinto de la mezquita. La policía intentó evitar que miles de fieles musulmanes llegaran a la Ciudad Vieja de Jerusalén y asistieran a las oraciones nocturnas de al-Qadr, una de las últimas noches del Ramadán, cuando unos 200,000 fieles visitan el recinto de la mezquita en la Ciudad Vieja cada año.

En la propia Jerusalén Oriental hemos tenido cientos de heridos en los últimos días y durante la noche hubo manifestaciones y más enfrentamientos no solo en la ciudad misma, sino en varios puntos de contacto, así como en Ramallah en los territorios ocupados. También ha habido manifestaciones dentro de Israel, principalmente de palestinos con ciudadanía israelí. Durante el día, las manifestaciones han crecido en tamaño, lo cual es positivo, el régimen israelí claramente les teme. Paralelamente, también se han producido ataques contra vehículos policiales y edificios religiosos, algunos de ellos vinculados a los colonos de extrema derecha. Aunque esto no fue simplemente una violencia nacionalista indiscriminada contra los israelíes, eso podría desarrollarse en unos pocos días.

Por otro lado, hay un intento de organizar huelgas de estudiantes palestinos con ciudadanía israelí en desarrollo. Esa es también una característica nueva de la situación.

Es importante comprender cómo sucedió todo esto. Se produjo un incremento gradual durante Ramadán con manifestaciones en las calles y mezquitas durante las oraciones por palestinos de Jerusalén Oriental ocupada, Cisjordania y palestinos con ciudadanía israelí. 

Esto está sucediendo con el trasfondo de Trump abandonando la escena. Con Biden, es obvio que Netnyahu no recibirá el mismo tipo de respaldo a sus actos provocativos. Además, el gobierno de Netanyahu después de las elecciones está en su punto más débil de los últimos diez años, mientras que la autoridad palestina se debilita debido al aplazamiento de las elecciones. Esto es importante debido a la ira contra la autoridad palestina, que afirmó que era necesario porque las autoridades israelíes no permitirían votar en Jerusalén del Este. Algunos sectores de la juventud palestina responden que la autoridad no ha hecho nada para organizar, por ejemplo, el tipo de elecciones que hubo en Cataluña, con el referéndum y la resistencia. Podrían, argumenta la juventud, poner urnas dentro de las escuelas o, en Jerusalén, en un edificio religioso con una lucha por proteger el voto. Sin embargo, las autoridades palestinas no han implementado ninguna estrategia de este tipo.

Es evidente que hay ira, pero también un fortalecimiento de la juventud que ve a la autoridad palestina como un mecanismo de control más de la ocupación. Esto es menos cierto en Jerusalén, ya que no se les permite estar presentes, pero en Cisjordania, particularmente en aquellas áreas donde el ejército israelí rodea las ciudades, dentro de esas ciudades es la policía palestina la que toma medidas drásticas. Mas el aplazamiento de las elecciones ha dejado a la Autoridad Palestina con mucha menos autoridad. Esta también es una característica importante, que se desarrolla en paralelo con los otros procesos.

ASI: ¿Cuál es la conciencia de los involucrados actualmente?

YM: Este es el antecedente de cómo el movimiento logró su primera victoria cuando se levantaron las restricciones implementadas a los jóvenes que se reunían en la puerta hace dos semanas. La resistencia se trasladó luego al barrio de Sheikh Jarrah, que se convirtió en el nuevo punto de resistencia. Los colonizadores están muy organizados con el respaldo del estado mientras intentan sacar a las familias palestinas de sus hogares. La lucha ha estado sucediendo allí durante muchos años, aunque las manifestaciones, hasta hace poco han sido muy pequeñas, cada una con entre 20 y 50 personas; la mitad de ellos activistas judíos de izquierda que han venido en solidaridad. Pero ahora, en la última semana, el panorama ha cambiado por completo con la entrada en escena de la juventud militante de Jerusalén Oriental, pero también con la juventud de otras áreas.

Me he esforzado mucho en describir el movimiento que se ha estado desarrollando. Obviamente ahora, en las últimas 48 horas nos enfrentamos a una escalada militar. Los efectos de la intervención de Hamas incitan a la reacción israelí y crean un pretexto para intensificar la acción militar. Pero no pondrán fin a las manifestaciones en el plazo inmediato.

מאבק סוציאליסטי • نضال اشتراكي (Movimiento de Lucha Socialista) plantea

  • ¡Alto a la guerra! Poner fin a los ataques con misiles y los ataques militares a Gaza. Poner fin al asedio. Detener la represión policial y militar de la protesta. Detener las detenciones arbitrarias. Movilízate en manifestaciones contra los ataques militares y contra la ocupación.
  • Solidaridad con la lucha de los residentes de Shiekh Jarah contra la toma cruel de sus hogares por parte de colonizadores mesiánicos y el régimen de derecha, que están tratando de desplazar a los palestinos que viven bajo la ocupación del gobierno capitalista israelí en Jerusalén del Este.
  • Poner fin a la entrada de las fuerzas armadas israelíes al complejo de Al Aqsa; detener las provocaciones nacionalistas y los ataques a los derechos de los fieles que promueven la guerra religiosa. Poner fin a la criminalización de la construcción de viviendas palestinas en Jerusalén Oriental, basta a las demoliciones de viviendas, con la ocupación y los asentamientos.
  • No hay paz sin lucha contra la ocupación, la pobreza, la desigualdad, contra las élites corruptas y por la atención médica, los medios de vida y el bienestar para todos. Sí a las protestas de palestinos e israelíes, no a los ataques contra civiles
  • Solo la paz y la igualdad traerán seguridad personal para todos: poner fin a todos los ataques y castigos colectivos a 2 millones de residentes de Gaza. Solidaridad con los residentes de ambas comunidades nacionales en Israel que hacen frente al lanzamiento indiscriminado de cohetes
  • Poner fin a la ocupación, no negar más el derecho a la autodeterminación y la opresión nacional de los palestinos. Por una Palestina socialista independiente con capital en Jerusalén Este, por un cambio socialista en Israel y en toda la región