Feminismo socialista: ¡Por un movimiento de mujeres trans incluyente!

Si bien el movimiento feminista en Latinoamérica ha tomado las mamparas de la lucha de las mujeres a nivel internacional, este no ha estado excepto de discusiones y de batallas a lo interno por las ideas que el movimiento de mujeres debe defender. En ese contexto una parte del movimiento ha impulsado una serie de ideas conservadoras que sigue intentando tomar la dirección del movimiento.

Escrito por Zenya Garcia, Rosa Feminismo Socialista Internacional en México. 

Es imposible hablar del desarrollo político a nivel internacional en este último periodo sin mencionar la fuerza que han tomado las demandas de las mujeres. Desde la marea verde latinoamericana por los derechos reproductivos, hasta la lucha contra la violencia machista en países como Rusia. En esta ultima ola feminista las mujeres hemos alzado la voz para tomar la batuta de la lucha por nuestros derechos en todo el mundo. Dejando de relegar estas luchas a discusiones a camarillas o reduciendolas a programas institucionales.

Pero frente a los retos que enfrentamos, los constantes embates de la derecha conservadora, tanto locales como internacionales, es necesario organizarnos y discutir  las conclusiones más profundas de las luchas recientes. La mayor distinción que hace el sistema capitalista a la hora de reivindicar qué expresiones del feminismo legitimar es la distinción de clase. Entre el feminismo liberal que le lava la cara al sistema y el feminismo que busca emancipar a las mujeres oprimidas y destruir todas las estructuras e instituciones patriarcales que legitiman al capitalismo. 

Frente a las múltiples crisis que enfrenta actualmente el sistema capitalista y que no puede resolver, el sistema sigue buscando profundizar la división de los oprimidos mediante la exaltación de las diferencias y la opresión de nuestros cuerpos. Es por eso que una y otra vez hemos visto en todo el mundo como los políticos conservadores y serviles al capitalismo, se envalentonan y emiten discursos transfobicos, luego homofóbicos, para después atentar contra los derechos de las mujeres y de toda la clase trabajadora. 

Como sucedió en Polonia, cuando después de que la derecha conservadora se hiciera del poder con un discurso transfobico y homofobico, procedió a prohibir el aborto para las mujeres en cuanto se hizo del poder para despues lanzar una serie de propuestas que atentaban contra los derechos laborales de toda la clase trabajadora. O en Estados Unidos, como reacción ante la estrecha victoria de Biden frente a Trump, el Partido Republicano se movilizó con un discurso transfobico y homofobico para despues revertir el derecho al aborto logrado mediante la decision de Roe vs. Wade que garantizaba el aborto a todas las mujeres. Lanzando con esto una serie de propuestas que solo benefician a la elite capitalista de Estados Unidos. 

Estos son solo algunos ejemplos de cómo el capitalismo y la derecha utilizan la exclusión de la comunidad trans y el discurso de odio contra elles, para incentivar la división del movimiento de mujeres para profundizar los ataques contra las y los trabajadores y oprimidos. Es por eso que en Rosa señalamos que el único feminismo radical es aquel que se plantee la destrucción de todas las estructuras de opresión capitalista. La única respuesta a la pregunta de ¿A quiénes debería de oprimir el sistema actual si no es a mi? Es que a nadie. Un feminismo que busque la permanencia de las estructuras de opresión actuales y fomente además la división y la exclusión de sectores doblemente oprimidos por su orientación o identidad de género, no es un feminismo radical, es un feminismo conservador y de derecha que es útil al capitalismo. 

La lucha de las mujeres trabajadores es una lucha por la ampliación de derechos para todas y todos los oprimidos. Y no solo para un puñado de personas. Al contrario, encontrar aliades y luchar desde frentes amplios contra el capitalismo ha permitido que el movimiento avance a pasos agigantados. Es por eso que desde Rosa hacemos un llamado a discutir y luchar contra las ideas que pretender excluir a les trans del movimiento feminista, con demandas que velen por los intereses de todas las mujeres de clase trabajadora y de los oprimidos, sean cuales sean. Demandas que se planteen romper todas las instituciones sociales y constructos sociales que nos oprimen, y que esté dispuesto a tomar el poder a favor de todes. Sólo con una organización popular, de masas y un programa socialista podremos librar más batallas para lograr victorias para todas y todes les mujeres de la clase trabajadora y los oprimidos por el capitalismo.