EUA: No más “males”, la construcción de un partido de clase trabajadora anti-guerra
Es tiempo de terminar con la idea de que votar por el menor de ambos males nos llevará a algo bueno.
Escrito por Socialist Alternative, ASI en Estados Unidos
En la sociedad americana hay un sentimiento generalizado de que las cosas se están yendo al infierno. Recientemente una encuesta encontró que uno de cada cuatro americanos tiene menos de 1,000 dólares en ahorros, porque gastan todo con lo que cuentan con tal de seguir vivos. Algunos economistas predicen una crisis económica aún peor en los siguientes meses o años. Estamos sufriendo olas de calor históricas debido al cambio climático, las cuales son mortales (durante las cuales nos dicen usar menos el aire acondicionado, mientras que compañías de Inteligencia Artificial gastan energía suficiente como para abastecer a todo el país de Suecia).
Como si eso no fuera suficiente, estamos siendo forzados a vivir a través de otro ciclo electoral de Donald Trump contra Joe Biden (o con quien los demócratas decidan reemplazarlo). no es raro sentir que quieres bajarte y olvidarte por completo de este carrusel de feria. pero los socialistas y la izquierda no pueden permitirse a simplemente no participar – las elecciones presidenciales son momentos donde muchas personas de la clase trabajadora prestan más atención, y no podemos simplemente ceder ese espacio a las narrativas de los partidos corporativos. necesitamos usar esa oportunidad para proponer una visión de que las cosas pueden ser radicalmente diferentes.
cualquier cosa puede pasar entre hoy y el día de las votaciones, pero justo ahora parece que Trump tiene una buena oportunidad para ganar. Ha prometido llevar a cabo una agenda aún más reaccionaria que en su ciclo pasado, con un equipo de operativos aún más determinado. e incluso tiene una pequeña sección de grandes negocios y billonarios que empiezan a apoyar, la cual va creciendo. mientras tanto, Biden aún apoya la horrible agresión del estado de Israel dirigida a la gente de Gaza
Todo esto deja a mucha gente trabajadora con preguntas que necesitan una respuesta: ¿por quién podría votar y seguir pudiendo dormir de noche? ¿Qué hacemos si Trump gana? Si Bien gana ¿realmente eso soluciona algo?
Odiamos a ambos
El primer debate de Biden y Trump al final de junio volvió a enfatizar el horror que millones de americanos sienten: que cualquier opción los deja absolutamente arruinados. fue un desastre absoluto para la campaña de Biden – Titulares tales como este del Wall Street Journal lo resumen: “Biden falló en su primer debate con Trump, entregando el tipo de actuación a la que los demócratas temían.” ahora hay una posibilidad muy real de que el partido demócrata intente reemplazar a Biden con otro candidato, pero eso no resolverá el verdadero problema: que ambos partidos responden a los intereses de los grandes negocios y a los Billonarios.
Incluso antes del debate, los medios de información corporativos estaban hablando de una nueva categoría de votante americano: el odiador doble. los “odiadores dobles” no eran simplemente estudiantes de universidad radicales que protestan la guerra en Gaza a los cuales les disgustan ambos candidatos, sino también gente retirada del medio oeste y un ama de casa de 64 años que votó a regañadientes por Trump en 2020, pero que ahora no sabe qué hacer – ella le dijo al Washington Post que está rezando todas las noches para que haya una opción diferente en el día de la elección.
La mayoría de los estadounidenses dicen que la economía y la inflación son sus prioridades en esta elección. Biden ha supervisado la economía en los últimos 4 años y eso le da a muchos estadounidenses una sensación de ansiedad. Desde principios de 2022, los estadounidenses han descrito la actual realidad de la economía como “pobre”, de acuerdo a las encuestas de Gallup. Cada vez más americanos dicen que no se encuentran tan bien económicamente como antes (43%) desde que Biden es presidente, a comparación de aquellos que dicen que se encuentran en una mejor posición (16%).
A forma de respuesta, Biden y la mayoría de los medios corporativos intentan engañar a la gente: dicen que la economía va muy bien, que hay muchos nuevos trabajos creados, aún cuando no pagan lo suficiente, y que no presten atención a las cifras de deudas en tarjetas de crédito que tienen los estadounidenses.
Biden falló en la implementación de un salario mínimo de 15 dólares (aún sigue siendo 7.25), lo cual es aún muy bajo hoy en día. no ha cumplido en sus promesas respecto al cambio climático, haciendo de los Estados Unidos el productor número uno de petróleo y gas en el mundo. En junio, Biden anunció una política de inmigracion tan reaccionaria que Trump probablemente estaba enojado de que él no la hiciera primero: Una prohibición total a que los buscadores de asilo entren a Estados Unidos cuando sea que el gobierno lo considere necesario.
De alguna forma las respuestas de Trump respecto a la economía son peores, diciendo que extiende y extiende los cortes a los impuestos, especialmente a los estados más ricos y a los grandes negocios. Muchos americanos asocian a Trump con los cheques de estímulos durante la pandemia, pero esos no van a regresar. Trump también ha prometido llevar a cabo deportaciones en masa, construir campos de detención para inmigrantes, e incluso terminar con el derecho de ciudadanía para hijos de inmigrantes que nazcan en los Estados Unidos. También planea usar tropas militares para reprimir protestas en ciudades que manejan los demócratas.
Mucha gente trabajadora y marginalizada está en lo correcto en temerle a una segunda presidencia de Trump. pero el “menor” de los males también se ha convertido cada vez más malvado ¿cuantas veces se tendrá que tapar la nariz y votar por el menor de los males antes de que las cosas mejoren?
¿Por qué Trump de nuevo?
En 2016, la gente trabajadora estaba harta de Obama y los demócratas rescatando a millonarios mientras la gente trabajadora perdía sus trabajos y sus casas. Fue entonces cuando Bernie Sanders prometió una revolución política del 99%, hablando de millones de Americanos que sabían que el establecimiento y la política de siempre estaba podrida hasta las raíces. Cuando el partido demócrata aplastó su campaña y Bernie apoyó obedientemente a la pro-corporacionista y belicista Hillary Clinton, Trump prometió que él sería el que cambiaría al sistema. con la mayor alternativa siendo Hillary Clinton, mucha gente que no comparte necesariamente la visión reaccionaria de Trump, incluyendo a algunos que habían votado por Bernie en las preliminares, votó por Trump en una apuesta desesperada por una alternativa al estatus quo.
En 2020, después de 4 años del caos derechista de Trump, mucha gente trabajadora y gente joven salieron, se taparon la nariz, y votaron por Joe Biden para derrotar a Trump (el cual aún consiguió 70 millones de votos). fue más un voto en contra de Trump a que fuera apoyo entusiasmado por Biden. Pero el que Biden ganara no hizo que Trump o que la derecha se fueran. así que ahora estamos viendo una posibilidad muy real de otra presidencia de Trump, esta vez más peligrosa que la primera, precisamente porque los demócratas no tienen respuesta alguna para las múltiples crisis a las que nos enfrentamos.
Hay un núcleo reaccionario creciente en la derecha, con mucha gente ordinaria siendo absorbida en el vortex de conspiraciones y paranoias derechistas. Trump está obteniendo más apoyo de hombres jóvenes que el que obtuvo en 2020, lo cual va de la mano con el antifeminismo que ha convencido a muchos adolescentes, los cuales han absorbido tales ideas retrógradas. Pero ese es aún un grupo minoritario de gente joven, e incluso los fanáticos de Trump son un porcentaje menor que el de gente que votaran por él porque sienten que las cosas necesitan cambiar, incluso si están en desacuerdo con lo que Trump representa.
Imagina si los demócratas hubieran adoptado el método de Bernie y hubieran llevado a cabo grandes marchas para construir un movimiento de masas para “Medicare for All”, una expansión masiva de viviendas asequibles, y un salario mínimo más alto. Imagina si hubieran ganado la mayoría en el congreso y después lo hubieran usado para implementar esas legislaciones. Si eso hubiera pasado, habría muy pocas razones para que gente común y ordinaria apoyara a Trump, pero los demócratas nunca lo harán. son un partido corporativo, y sus donadores billonarios en la industria de la salud, de la vivienda privada, de la industria de defensa (También conocidos por sus guerras imperialistas) y otras grandes corporaciones nunca les permitirían llevar a cabo ninguna reforma significativa que sea en favor de la clase trabajadora y que les cueste dinero a los grandes negocios.
Es necesario un medio para expresar el deseo de millones de americanos de clase trabajadora de mejorar radicalmente sus vida, se necesita un partido que realmente haga las cosas que los demócratas nunca harían. Se necesita un partido que sea una casa política para gente trabajadora y joven, donde se puedan organizar alrededor de demandas inspiradoras, donde puedan postularse candidatos que tendrán que responder a la clase trabajadora, y crear movimientos que realmente cambien la sociedad.
Se necesita un nuevo partido porque los movimientos necesitan un lugar donde los trabajadores y la juventud puedan reunirse para discutir estrategias y tácticas, donde los sindicatos y otras organizaciones de clase trabajadora puedan coordinarse para tener un impacto mayor. Eso es lo que el movimiento en solidaridad con Gaza necesita justo ahora, para poder escalar y expandirse a tal grado de involucrar a un porcentaje mayor de la clase trabajadora y la juventud. necesitamos organizarnos mejor si se quiere vencer a los billonarios y a la clase dominante.
Vota por Jill Stein o Cornel West y crea movimientos para detener a la derecha
Es hora de acabar de una vez por todas con la idea de que votar por el menor de los males nos llevará a algo bueno.
Votar por Biden no detendrá a Trump ni detendrá el crecimiento de la derecha, simplemente lo postergará para tener que lidiar con eso en el futuro, cuando la derecha será más fuerte. La única manera de detener realmente a la derecha es enfrentarla de frente y crear un camino a seguir basado en la solidaridad de clase para abordar los problemas reales en lugar de las falsas “soluciones” que impulsan para mantener dividida a la clase trabajadora. Eso significa que, independientemente de si Trump gana en noviembre, debemos crear movimientos masivos en nuestros lugares de trabajo y en las calles para luchar por las cosas que necesitamos.
Debemos comenzar este verano con las mayores protestas posibles en la Convención Nacional Demócrata, pidiendo el fin de la masacre en Gaza y que los miles de millones gastados en la guerra se destinen a demandas masivamente populares como “Medicare for all” y una enorme expansión de viviendas asequibles.
Si Trump gana e intenta llevar a cabo la variedad de ataques autoritarios que ha prometido, sólo un movimiento de masas liderado por una clase trabajadora organizada podrá detenerlo. Eso significa que necesitaremos que el movimiento laboral ayude a liderar con acciones coordinadas y huelgas, como en 2019, cuando Sara Nelson, de la Asociación de Sobrecargos, amenazó con huelgas masivas y puso fin al cierre de gobierno de Trump. Si Biden gana, también necesitaremos un movimiento de masas para luchar por ganancias reales y en contra de los ataques de la derecha a los inmigrantes, las personas trans y el derecho al aborto.
Mientras tanto, aquellos de nosotros que reconocemos que ni los demócratas ni los republicanos representan nuestros intereses deberíamos votar por el candidato independiente pacifista y de izquierda más fuerte: Jill Stein o Cornel West. Los candidatos independientes tienen una apertura histórica en esta temporada electoral, pero ni Stein ni West la han aprovechado adecuadamente para construir campañas dinámicas y energizantes basadas en movimientos y demandas claras en las que los trabajadores y los jóvenes puedan involucrarse activamente. Stein fue arrestado por protestar contra la guerra junto a manifestantes de los campus, lo cual es muy importante, pero se podría hacer mucho más para que su campaña y la de West resulten atractivas para un sector más amplio de gente trabajadora.
A pesar de ello, cualquiera de las dos sigue siendo una opción radicalmente mejor que seguir aceptando el mal menor. Si bien no es probable que ganen, si los candidatos independientes de izquierda obtienen millones de votos, podría mostrarle a muchos trabajadores que hay un deseo por esta política y presionar a los líderes sindicales progresistas para que lancen una organización política más amplia o incluso un nuevo partido. Votar por Stein o West es un paso importante para dar voz a los millones de nosotros que queremos un cambio fundamental y radical que ninguno de los dos partidos corporativos representa.
Bajo el capitalismo, vamos al supermercado y tenemos opciones que nadie realmente pidió, cuarenta tipos diferentes de pasta de dientes, pero cuando votamos para presidente nos vemos obligados a elegir entre dos servidores rancios y decrépitos de la clase dominante. El capitalismo ha fracasado, es un sistema en quiebra que ha dejado de ser útil. No solo necesitamos un nuevo partido, necesitamos un sistema completamente nuevo para salvar el planeta, poner fin a las guerras y dar a los trabajadores el tipo de vida que merecen.