EUA: ¡Miles se manifiestan contra las redadas racistas de Trump en Los Ángeles! 

Desde el viernes 6 de junio de 2025, el ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) desplegó por órdenes de Trump una mega operación de redadas en al menos siete puntos de Los Ángeles, California. Además, Trump ha llamado a la Guardia Nacional para imponer las redadas en lo que parece una provocación al gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, a quien ya amenazó de arrestarlo. Las redadas han derivado en  al menos 44 arrestos, de los cuales 11 son mexicanos. Frente a esta ofensiva trumpista, surgió una respuesta popular inmediata, miles salieron a manifestarse durante tres días consecutivos. Y dirigieron su fuerza hacia los centros de detención, incluyendo el Edward Roybal Federal Building. Grupos de vecinos y organizaciones comunitarias bloquearon accesos, levantaron barricadas, se enfrentaron a la Guardia Nacional y lanzaron consignas como “¡We are LA! (¡Nosotros somos LA!)”, y ondearon banderas mexicanas como símbolo de dignidad y resistencia contra las redadas racistas del gobierno federal.

Escrito por Alternativa Socialista, PIMR en México

Persecución racista

La reacción del gobierno federal ha sido brutal. Al día siguiente, se movilizaron dos mil elementos de la Guardia Nacional a Los Ángeles para reforzar la represión. El zar fronterizo Tom Homan declaró que buscaban «hacer que LA sea más segura», una evidente militarización encubierta de una política antiinmigrante y racista contra quienes considera peligrosos para el Estado. La policía atacó los barrios latinos con gases lacrimógenos, armas no letales y granadas aturdidoras. Un típico repertorio represivo, clásico del trumpismo como aquel visto en 2020 contra los barrios negros durante el movimiento Blacks Lives Matter. Mientras tanto, representantes del gobierno federal acusaban a los demócratas —el gobernador Newsom y la alcaldesa Bass— de ser cómplices al permitir “la anarquía”. Esto es parte del juego retórico entre demócratas y republicanos, mientras el gobierno local se mantiene ausente y en abandono de las comunidades latinas.

Hasta el momento, la policía ha detenido a 33 mexicanos y herido a cientos en las calles, escuelas y hogares de las familias latinas. Los videos que ciruclan por redes sociales han mostrado el horror de una ofensiva sin precedentes contra las comunidades latinas y migrantes. El fiscal federal Bill Essayli, ejecutor de la política racista y criminal de Trump, confirmó en las redes sociales que las operaciones de aplicación de la ley federal “están procediendo según lo planeado este fin de semana en el condado de Los Ángeles”. Y advirtió que cualquiera que intente interferir con su aplicación será arrestado y procesado. La detención de David Huerta, líder sindical del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU–United Service Workers West), durante las protestas ilustra la solidaridad de la clase trabajadora en acción. Fue arrestado por interponerse frente a vehículos oficiales, afirmando que su acción es un acto colectivo más que individual: “Esto no se trata de mí, sino de cómo nos mantenemos unidos como comunidad para resistir la injusticia”.

“Nuestra comunidad está bajo ataque y ha sido aterrorizada”, declaró Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA), a la multitud de manifestantes. “Estos son trabajadores, estos son padres, estas son madres”. Los Ángeles se encuentra en un estado de pánico por la evidente política marcial impuesta por el gobierno federal. Familias enteras escapan del Estado buscando refugio, los trabajadores indocumentados se esconden a plena luz del día y en las avenidas hay escaramuzas urbanas entre las comunidades chicanas contra la Guardia Nacional. En Apparel Ambiance, después de un par de horas, una legión de agentes federales con equipo antidisturbios llegó para enfrentarse a más de 100 personas que habían levantado barricadas para bloquear la entrada a sus barrios. Entre petardos y gritos de “cerdos” y “fascistas”, los agentes fueron repelidos en una de las confrontaciones más grandes del operativo.

La resistencia latina contra la ofensiva trumpista

En medio de la ofensiva, miles de trabajadores latinos salieron a las calles a protestar en contra de la política inhumana del gobierno federal. En los barrios mexicanos de Paramount hasta Compton, la resistencia escaló al grado de llevar a confrontaciones directas con la Guardia Nacional. Las comunidades chicanas salieron en motocicletas con banderas y catapultas en mano para repeler el avance de los comboys. Los videos de los combates con ya más de dos días muestran patrullas quemadas con pintas para abolir el ICE, explosión de las granadas en la acera, heridos de bala de goma y decenas de arrestados subiendo a las camionetas de la policía.

Frente al centro de detención Edward Roybal Federal Building, trabajadores latinos bloquearon las entradas y ocuparon las afueras del edificio contra los arrestos mientras por las ventanas la policía arrojó gas lacrimógeno contra la multitud que agrupó a cientos. Son también madres las que están al frente de las movilizaciones demandando el retorno de sus hijos, las mismas que han sido golpeadas por las porras y escudos de las autoridades migratorias. En las marchas por las grandes avenidas de la ciudad se muestran carteles con leyendas como “Chinga la migra”, “Cerdos fascistas”, “Viva la raza” y “ICE get the fuck out of our communities” (ICE sal de nuestras comunidades) mientras las banderas mexicanas ondean en defensa de las raíces de las generaciones migrantes que defienden sus vecindarios, amigos y familiares. 

Más allá de las fronteras, el Consulado de México en Los Ángeles, liderado por Carlos González Gutiérrez, denunció que los detenidos eran residentes con arraigo y familias establecidas. Y que estas redadas sembraban terror artificial en nuestras comunidades. A la par, el gobierno mexicano declaró su repudio a las persecuciones e hizo un llamado para que los consulados resguarden y protejan a las familias amenazadas por los servicios migratorios. Los consulados de todo el país el pasado sábado publicaron un mensaje de ayuda a los paisanos mexicanos.  Por su parte, Claudia Sheinbaum ha hecho público su rechazo, diciendo que “las y los mexicanos que residen en Estados Unidos son ciudadanos de bien que se fueron a buscar una mejor vida, no son criminales. Tienen toda la solidaridad del gobierno de México”.

Contra la ofensiva trumpista defendamos a nuestros hermanas y hermanos migrantes 

Este acontecimiento es un claro ejemplo de cómo el capitalismo emplea la violencia estructural y militarizada para proteger la ganancia y disciplinar al proletariado migrante. Su ofensiva pone en peligro a familias y generaciones enteras que día a día son la mano de obra más precarizada y discriminada de los Estados Unidos. En un país donde ser moreno es sinónimo de criminal. Nuestra respuesta debe ser un antirracismo activo y un internacionalismo militante que defienda a quienes trabajan en busca de mejores condiciones de vida para sus hijos, sus madres, padres y hermanos. 

Enviamos un mensaje de solidaridad a todas las y los trabajadores latinos, y a nuestros hermanos migrantes del otro lado de la frontera. Estas redadas criminales, propias de la GESTAPO, son un reflejo del recrudecimiento de la represión en momentos de crisis. El capitalismo americano apoya el genocidio en Gaza mientras en su casa persigue a los migrantes. Sin embargo, la clase trabajadora latina y norteamericana, con ejemplos como la resistencia chicana, muestran el retorno de una actitud combativa, organizada y solidaria contra los intentos de Trump por separar familias, deportar trabajadores y atemorizar a los indocumentados.

Hacemos un llamado a las comunidades latinas, a los trabajadores migrantes y a los trabajadores norteamericanos a continuar la lucha contra las redadas migratorias, a defender nuestras comunidades, familias y a nuestra clase en conjunto. ¡Ningún ser humano es ilegal! ¡No más ICE, no más terror!