Cuba: Solidaridad con el pueblo cubano contra el imperialismo y la restauración capitalista
¡En defensa de los logros de la Revolución Cubana!
Escrito por Alternativa Socialista Internacional.
La escasez de medicamentos, así como la creciente crisis económica agravada por la pandemia, ha generado un creciente malestar entre el pueblo trabajador cubano que el pasado 11 de julio se ha manifestado en la isla. La burocracia del PC que gobierna calificó a las movilizaciones como contrarrevolucionarias y proimperialistas. Por otra parte, el imperialismo y los medios de derecha han intentado presentar estas manifestaciones como “la lucha por la democracia en Cuba” (o sea, para ellos, el capitalismo). Ambas caracterizaciones están lejos de la realidad.
Las manifestaciones del pasado domingo, entre las que desatan sobre todo las de San Antonio de los Baños, a cerca de la Habana, son las mayores protestas desde la revolución de 1959, y son solo comparables con el “Maleconazo” del 5 de agosto de 1994 cuando miles de cubanos se manifestaron en el Malecón de La Habana en el contexto del Periodo Especial de crisis económica tras la caída del Muro de Berlín. Aunque las causas de la crisis son diferentes pero agraviadas por el bloqueo criminal de Estados Unidos a la isla, en que la crisis sanitaria ha propiciado una caída del turismo, “la locomotora de la economía” como la describiera el primer ministro, Manuel Marrero (Ver La locomotora de la economía de Cuba es el turismo | Expreso).
¿Qué está pasando en Cuba?
El domingo 11 de julio, centenas de cubanos salieron a las calles el domingo pasado, exigiendo al gobierno de Diaz-Canel resuelva el problema de los suministros de alimentos y medicamentos que afectan a la isla. Por supuesto, como hemos señalado, la escasez de medicamentos y alimentos es el resultado del bloqueo que Estados Unidos mantiene a la isla, y que le impide abastecerse de este tipo de insumos. A ello se suman los cortes en el suministro de la energía eléctrica y una creciente inflación, resultado de las reformas económicas de liberalización que han entrado en vigor a principios de este año, y que arrojan un incremento de precios de 300% en el caso de la electricidad y hasta el 12% en la canasta básica.
Es este contexto de crisis económica el incremento de casos de Covid, con un 5,613 casos positivos al momento de escribir este artículo que representan el 38% del total de casos confirmados durante la pandemia (Ver Cuba reporta 5 613 nuevos casos positivos a la COVID-19, 3 662 altas y 29 fallecidos ( +Video) | Cubadebate ) y la falta de medicamentos han sido el motivo para que miles de cubanos salieran a las calles. Por lo que las manifestaciones, contrario a la narrativa del imperialismo norteamericano y de la burocracia cubana, expresan el descontento contra los efectos de las medidas adoptadas de liberalización económica que atenta contra las conquistas logradas en la isla.
La política económica de Ordenamiento Monetario, como se le conoce a la desaparición de una de las dos monedas cubanas, el Peso Convertible Cubano CUC, no han tendido los resultados esperados incluso pese al incremento de las pensiones en 500% y un aumento del salario de 525% al pasar de 400 pesos cubanos a 2,100 pesos cubanos mensuales. Las autoridades mismas, anticiparon un aumento generalizado de precios o inflación de 160% al impulsar estas medidas, que significaban por ejemplo un aumento del pan racionado diario de 5 centavos a un peso. Además, de estas medidas, el Banco Central de Cuba ha fijado la tasa de cambio de 24 pesos cubanos (CUP) por dólares. Lo que en términos reales ha significado una depreciación del peso cubano en 2,400% si tenemos en cuenta que el antiguo peso cubano (CUP) equivalía a un dólar estadounidense para las empresas estatales.
La “nueva Guerra Fría” y la restauración capitalista en la isla
La situación económica, agravada por la crisis de la pandemia, no es solamente una lamentable casualidad. La economía planificada establecida como resultado de la revolución condujo a muchos logros para la clase trabajadora y los pobres, sobre todo en el cuidado de la salud y el bienestar, pero fue mal administrada por la élite burocrática que dependía del apoyo de la URSS. La situación económica empeoró dramáticamente después del colapso de la URSS y la consecuente pérdida de grandes subsidios.
Las sanciones económicas se convirtieron entonces en un factor más determinante. Como consecuencia, el régimen del PC, reacio a ceder su poder a una autentica democracia obrera, ha optado por implementar el camino de las “reformas económicas” y una política de “apertura” económica promovida durante más de una década, erróneamente denominada “socialismo de mercado”, que se inspira en la restauración capitalista en China. Este no es un tema secundario sino absolutamente central en el proceso por el que hoy atraviesa la isla y explican el acelerado deterioro de las condiciones económicas y sociales de las masas, para promover y atraer la inversión capitalista.
La influencia de China en el desarrollo de los acontecimientos en Cuba y en América Latina, no es un aspecto menor, en la medida en que sectores de la izquierda miran con interés y admiración el “modelo chino” como una supuesta alternativa. Sin embargo, como hemos explicado desde Alternativa Socialista Internacional, hoy en día China no es ninguna alternativa al capitalismo. Por el contrario, es su expresión más brutal, con un control férreo de los sindicatos y una explotación de la mano de obra de una manera feroz. Lo que ha permitido altas tasas de crecimiento económico, de en promedio 8% en la última década, pero que en el contexto de la crisis económica mundial no podrán mantenerse sin entrar de forma cada vez más en contradicciones.
En otras palabras, la liberalización económica de la isla inspirada en el “modelo chino” no solo no significará un cambio real en la situación económica de Cuba, sino que además propiciaría nuevas y mayores contradicciones económicas, políticas y sociales que se expresaran de nueva cuenta en las calles de la isla. Contrario a lo que algunos piensan, China esta actuando no para ayudar o beneficiar a Cuba o América Latina, por ejemplo, promoviendo la “diversificación” productiva de la región, sino por el contrario en interés del capital chino. Esto reforzará las cadenas de dependencia basadas en la producción de materias primas y el turismo sin alternativas para la diversificación productiva. Abandonando a Cuba y a América Latina a nuevas penurias producto del subdesarrollo.
Libertad incondicional a Frank García Hernández y los presos políticos
Las manifestaciones del 11 de julio pasado no son en ese sentido “contra el socialismo” como pretenden presentarlas los grandes medios imperialistas ni mucho menos “contrarrevolucionarias” como las ha llamado Diaz-Canel. Por el contrario, expresan el descontento genuino a una crisis económica y sanitaria agudizada por las contrarreformas capitalistas de los últimos años, que han provocado una “tormenta perfecta” en la isla del Caribe. Estas movilizaciones fueron brutalmente reprimidas por la policía y fueron presos militantes comunistas como Frank García Hernández, detenido la tarde del 11 de julio y liberado bajo prisión domiciliaria el lunes 12 de julio por la tarde , entre otros activistas de izquierda.
Desde Alternativa Socialista Internacional, exigimos la liberación de Frank García Hernández y los demás presos políticos de la isla. Apoyamos la lucha de los trabajadores y el pueblo cubano por sus legítimas demandas y hacemos un llamado a reforzar la lucha contra el imperialismo y el capitalismo mediante la construcción de una alternativa verdaderamente socialista y de izquierda que lo mismo luche contra las maniobras imperialistas contra Cuba que contra la restauración capitalista en la isla.
Por una Alternativa Socialista para Cuba y América Latina
Es importante explicar que el socialismo nunca ha sido establecido en Cuba. Esto a pesar de los intentos del imperialismo de mostrar el supuesto “fracaso del socialismo”, en un contexto de evidente agitación política mundial, y de los intentos del régimen cubano de presentar sus logros como socialista y comunista. En Cuba, la revolución de 1959, que derrocó al capitalismo en la isla, estableció un estado basado en conquistas históricas para los oprimidos de la isla, que correctamente inspiró a cientos de millones en toda América Latina y el mundo. Pero si bien ha logrado algunos avances importantes, estos no solo han sido limitados, sino que ahora están en franco peligro frente a la crisis actual, resultado de años de aislamiento.
Este entendimiento es crucial para la lucha necesaria por la defensa de las conquistas del pueblo trabajador cubano frente a la ofensiva imperialista, y contra las traiciones del régimen cubano y sus reformas procapitalistas. Durante años, el aislamiento de la revolución cubana ha sido el mayor problema de la situación en la isla frente al bloqueo económico.
La situación actual no comenzó con las contrarreformas del modelo chino de “socialismo de mercado”, pero estas han agravado la situación.
Además, esto llega en un momento en que el imperialismo requiere una plataforma para lanzar una contraofensiva no solo en Cuba sino contra el giro a la izquierda que está ocurriendo en América Latina en su conjunto. Existe un riesgo real de que estas manifestaciones sean instrumentalizadas por el imperialismo y la derecha cubana.
Por lo tanto, es importante que los manifestantes de la clase trabajadora elaboren un programa político claro que trace claramente una línea entre las demandas que benefician a los intereses de la clase trabajadora y los pobres y los intentos parasitarios del imperialismo de utilizar el descontento para promover sus propios objetivos. Como primer paso, las demandas deben incluir aquellas para enfrentar la inflación y la escasez de alimentos poniendo los precios y el sistema de distribución bajo el control de los comités electos de trabajadores, fortaleciendo el sistema de salud con vacunas para todos y para levantar una campaña de la solidaridad internacional de trabajadores destinada a romper las sanciones estadounidenses. Las protestas deben ser organizadas por comités elegidos democráticamente integrados por trabajadores y pobres.
Por supuesto, en respuesta a las protestas, el gobierno de Díaz-Canel ha llamado a sus partidarios a defender de la revolución, y la revolución debe ser defendida. Pero la clase obrera defenderá los logros de la revolución que los beneficien, mientras que la élite gobernante defiende su poder y privilegios, y por supuesto su nueva política económica basada en la liberalización y la privatización, que no beneficiará a las masas.
Defender los logros de la revolución requiere no solo el fin de la privatización y la liberalización, requiere el establecimiento de la democracia obrera en todos los niveles, y significa que la revolución tiene que extenderse a otros países para poner fin a la explotación capitalista y los bloqueos imperialistas. Estas políticas requieren el fin del dominio de la burocracia que domina el régimen.
La defensa de la revolución cubana y sus conquistas sólo puede ser tarea de las masas, en Cuba y en el mundo, organizadas democráticamente en asambleas en los lugares de trabajo, en los barrios, en las escuelas, etc. Aquí debe ser discutido el camino a seguir, no solo para defender las conquistas de la revolución, sino concretamente cómo extenderlas y mejorar la situación económica y política del país. Esto requeriría un proceso de democratización real, de base, que claramente podría desafiar la propaganda de las “democracias” capitalistas.
Por tanto, la alternativa para los trabajadores cubanos es la profundización del proceso revolucionario en la isla y su extensión a otras partes del continente y del mundo. Pero esto solo es posible mediante la construcción de una alternativa política para los trabajadores, una alternativa democrática y combativa que luche contra el bloqueo y la ofensiva imperialista y contra la capitulación de la burocracia y la restauración capitalista que lidera. Una alternativa internacionalista que asuma la tarea de defender la revolución contra el imperialismo y la restauración capitalista no solo en la isla sino en todo el mundo. Eso es lo que nos proponemos construir como Alternativa Socialista Internacional, para impulsar la lucha antiimperialista en el continente y la lucha por una Federación Socialista en América Latina.
Planteamos
- No a las políticas del régimen en favor del mercado y la restauración capitalista ¡Por el control de los trabajadores de la producción, los precios y la distribución!
- ¡Abajo la intervención imperialista! ¡Abajo el bloqueo!
- ¡Por la liberación inmediata de trabajadores encarcelados y activistas socialistas y comunistas!
- ¡Defendamos los logros históricos de la revolución cubana y avancemos en una dirección genuinamente socialista!
- Democracia radical desde abajo, para reemplazar el dominio de la burocracia: ¡por una genuina democracia obrera!
- Unifiquemos la lucha antiimperialista por una alternativa socialista democrática, ¡por una Federación Socialista de América Latina!