Colombia: la violencia de género dentro del Paro Nacional

Desde hace unas semanas Colombia se levantó para manifestarse en contra de la reforma tributaria, la reforma de salud y la pobreza. Estas manifestaciones han sido salvajemente reprimidas por la policía. El ESMAD (Escuadrón Móvil Antidisturbios) y la fuerza militar han sido denunciados por violaciones a los Derechos Humanos.

Escrito por Luisa Romero, Rosa Feminismo Socialista México.

Hasta el 21 de mayo, la ONG Temblores registró 2, 905 casos de violencia por parte de la fuerza pública (esta cantidad no incluye desapariciones). Dentro de esta cifra, se pueden encontrar los siguientes datos:

  • 21 víctimas de violencia sexual
  • 6 víctimas de violencia basada en género

Estos números únicamente reflejan los casos que han podido ser reportados a partir de la plataforma GRITA -perteneciente a Temblores– por lo que se piensa que el número real de casos puede ser mayor.

Hasta el 14 de mayo, la Defensoría del Pueblo de Colombia recibió 87 reportes de violencia de género hacia mujeres y personas de Orientaciones Sexuales e Identidades de Género Diversas (OSIGD). Uno de los casos más lamentables que se han informado ha sido el de una menor que se suicidó tras haber denunciado en sus redes sociales agresión sexual por parte de miembros del ESMAD. 

La joven de 17 años, cuyo nombre se ha pedido por parte de sus familiares que no se difunda, había sido detenida por cuatro policías el miércoles 12 de mayo en la ciudad de Popayán. Según sus amistades, iban pasando por la glorieta La Chirimía cuando hubo enfrentamientos entre agentes de la Fuerza Pública y manifestantes. Esto se encuentra a dos cuadras de la Unidad de Reacción Inmediata (URI). En el momento en que ella vio gases lacrimógenos se puso a grabar y los agentes se lanzan hacia ella, la capturan y empiezan a someterla con fuerza excesiva. 

Existe un video de un manifestante donde se pueden ver estos acontecimientos: cuatro agentes la toman por las cuatro extremidades y ella grita que la están desnudando. En su denuncia escribe que cuando la agarraron le bajaron el pantalón y le manosearon “hasta el alma”. En el video se escucha que un presente dice que a la chica le están pegando con la rodilla y lo último que se muestra es cómo la llevan por la fuerza al interior de la URI.

Dentro de la Unidad se revisó la documentación de la menor y posteriormente se tuvo contacto con sus familiares. Ella mencionó en su denuncia que en ese momento supieron que era hija de un policía. La policía dijo que el personal de Infancia y Adolescencia se hizo cargo de esto. La menor fue liberada horas después y entregada a su abuela, según el comandante de la región, Ricardo Augusto Alarcón Campos, en “óptimas condiciones”. La abuela mencionó que esa noche la menor no había querido cenar, había salido con moretones y le dijo que le dolía el estómago y la habían manoseado. En Facebook la chica escribió que la agarraron solo por estar grabando y no corrió porque sabía que era peor; declaró que no estaba participando en las marchas ese día, pero que apoyaba totalmente el paro y las manifestaciones.

El 13 de mayo la joven se quitó la vida, sus familiares la llevaron al hospital donde llegó sin presentar signos vitales. Ese mismo día, más tarde, se da a conocer la noticia de su muerte. A pesar de que Alarcón declaró la noticia del abuso como “falsa, vil y ruin” y los agentes involucrados negaron el abuso sexual, estos ya fueron retirados de sus funciones. 

Este caso provocó protestas frente a distintas unidades de diferentes ciudades; organizaciones feministas y de derechos humanos se reunieron para denunciar las violaciones del cuerpo policial. La abogada del caso, Lizeth Moreno, habló con El Espectador el viernes 14 de mayo y explicó lo siguiente:

La detención de la menor era injustificada y arbitraria porque no estaba cometiendo actos vandálicos ni alguna otra acción que requiriera su detención.

Lizeth Moreno, abogada de la adolecente

El Estado claramente está en una posición ventajosa y va a buscar desacreditar las declaraciones de la menor ya que se tiene la noción de que hay abuso sexual en el momento que existe un acceso carnal violento, cuando también incluye tocamientos. 

La Comisión Interamericana de Derecho Humanos expuso en un comunicado del 7 de mayo sobre las violaciones a DDHH en Colombia que “la violencia sexual comprende todas aquellas acciones de naturaleza sexual que se perpetran sin el consentimiento de una persona, desde la invasión física del cuerpo hasta las que no involucren contacto físico alguno. La CIDH enfatiza que dichos actos son absolutamente inaceptables y jamás se debe utilizar como una forma de control del orden público por parte de los cuerpos de seguridad de un Estado”. Como se mencionó anteriormente, este no es el único caso de abuso sexual que se ha registrado. La policía colombiana continuamente está siendo acusada por situaciones de esta gravedad. El acoso y miedo con el que viven las manifestantes son totalmente inconcebibles.  

Desde Rosa y Alternativa Socialista denunciamos este tipo de acciones por parte de la policía que además es respaldada por el Estado y justificada por la derecha. Queremos construir una alternativa sin lugar para las violencias hacia las mujeres y personas OSIGD.