BUAP: ¡La consulta para la modificación de la ley orgánica es un pasó adelante, pero no es suficiente!
El malestar dentro de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla es patente, pues año con año ha empeorado la situación de las y los estudiantes, profesores y trabajadores. Los alumnos ven desde lo lejos el aumento en los precios de toda clase de insumos para el desarrollo en sus carreras, entorpeciendo sus estudios y aprendizaje. Mientras profesores y trabajadores miran como sus ingresos alcanzan para menos.
Escrito por Nander Barra, Alternativa Socialista México y Juventudes Socialistas
Una de las leyes más importantes para la comunidad universitaria es la Ley BUAP, en esta se establece que la Universidad tiene por objetivo brindar servicios educativos públicos, de calidad y para los niveles medio superior, superior, posgrados. Así como para la investigación científica, de igual manera busca la preservación y difusión de la cultura. Dicha ley fue reformada el pasado 13 de junio, para mantener una armonía con la Ley General de Educación Superior y a la cual se le añadieron los artículos del 26 al 29 que permiten mantener la autonomía universitaria y sentar las bases para el reconocimiento y respeto del derecho humano a la educación. A la vez que extiende la difusión y producción cultural dentro de la institución.
Sin embargo, pese al escenario ideal que se plantea cualquier estudiante de la BUAP es consciente de que no nos encontramos en la situación que plantea esta ley. En la actualidad existen distintas demandas de todos los sectores de la comunidad universitaria tales como el acceso gratuito a toallas sanitarias dentro de los baños universitarios, la resolución y el fin de encubrimiento de un extenso número de acusaciones por acoso que ha sido llevado a cabo por la comunidad universitaria (alumnos, profesores o directivos), acceso a un comedor universitario digno que sea accesible. Entre otras muchas demandas que faltan por ser atendidas.
Ante esta situación desde Alternativa Socialista y las Juventudes Sociales, junto con los compañeros agrupados en la Federación Universitaria en Lucha, nos hemos agrupado para exigir el cumplimiento de estas demandas impulsando la movilización y el uso de los espacios de representación estudiantil en la estructura de gobierno de la Universidad. Logrando que a finales de mayo, las autoridades plantearan la modificación a la ley de la BUAP a partir de la consulta a la comunidad. A partir de esto, desde el 14 de agosto al 1 de septiembre estará disponible la consulta universitaria donde cualquier miembro de la comunidad puede plantear sus quejas o sugerencias sobre el manejo que existe en los procesos administrativos, las instalaciones, los programas sociales de la universidad, la impartición de clases. Entre otras muchas demandas y cuestiones que pueden ser expuestas con el fin de recabar información que aporte a la modificación del Estatuto Orgánico y que tanto alumnos como trabajadores puedan ser debidamente escuchados.
Este es sin duda un paso adelante, sin embargo no es una garantía de que las demandas y quejas sean realmente escuchadas por las autoridades. El que estas demandas no sean archivadas en el cajón del olvido dependerá de la movilización y organización de las y los estudiantes, profesores y trabajadores para exigir que estas demandas sean resueltas por las autoridades. Esta es además, la única forma de luchar también contra el autoritarismo de parte las autoridades y evitar el acoso por parte de funcionarios hacia alumnos que expresan sus opiniones de manera libre, que han sido perseguidos dentro de la Universidad y dados de baja sin un debido proceso ni que se hayan comprobado las acusaciones en su contra.
Somos conscientes de que la transformación de la universidad y de las condiciones de estudio no será resultado de decretos administrativos. Por ello, desde las Juventudes Socialistas y Alternativa Socialista señalamos que las y los estudiantes, profesores y trabajadores tenemos que organizarnos y movilizarnos para que nuestras demandas sean satisfechas por las autoridades. Levantando un programa de lucha común que reivindique las demandas de todos los sectores de la comunidad. Solamente de este modo podremos convertir la letra muerta de la Ley Orgánica en mejores condiciones de estudio y de trabajo para todas y todos.