A preparar las banderas rojinegras: ¡SÍ a la huelga en la UAZ!

El incremento salarial y el incumplimiento del clausulado establecido en el CCT entre la UAZ y el SPAUAZ, son algunos de los factores que han generado malestar entre las y los trabajadores universitarios zacatecanos. En 2022, en el contexto de lo que sería el plebiscito ordinario para la decisión de ir o no a la huelga, que se firmó antes de tiempo el desistimiento a estallar la huelga entre la autoridad sindical y la figura patronal. Esta acción ilegal, que no fue consultada con la mayoría de las y los agremiados al sindicato, que obedeció a intereses externos a los establecidos en las relaciones contractuales, desencadenó un descontento sin precedentes no solo por el desacato a los procedimientos legales, sino por la forma apatronada que con descaro fue asumida la decisión del desistimiento de huelga por parte de aquel Comité Ejecutivo del sindicato.

Escrito por Sebastián Lorea Flores, Alternativa Socialista.

Los motivos para ir a la huelga

La acción tomada por parte de las y los agremiados inconformes fue la de formar el Grupo Plural de Delegaciones, cuya función sería la de ejercer presión al interior del sindicato hacia el Comité Ejecutivo para que se siguieran las formas y procedimientos legales para decidir si ir o no a la huelga, además de exhibir las irregularidades acumuladas y difundir información relacionada con la participación que deben tener las y los agremiados en la toma de decisiones. Esto desencadenó que en la elección para renovar el Comité Ejecutivo en 2023 diera una victoria por dos votos a la Planilla Roja, encabezada por mujeres preparadas, combativas y elocuentes, que mantuvo una postura de oposición de frente a la Planilla Amarilla, que, coloquialmente se aseguraba, era la postura oficialista.

El aislamiento y la soberbia que ha llegado a tener quien actualmente dirige la universidad, así como los señalamientos de actitudes misóginas por su parte, como ignorar y menospreciar las acciones emprendidas por las mujeres de este comité, han desarrollado que estos acuerdos entre grupos se modifiquen. Las remociones de puestos de quienes se identifican con el comité, los ataques tácitos y las expresiones en redes sociales, son muestra de ello.

Desde la toma de protesta del actual comité, corren en todas direcciones las palabras de polarización, divisionismo, cerrazón, pero que no son más que expresiones en el plano político de los antagonismos de clase, cada vez más agudizados por la crisis y la endeble credibilidad que un bando percibe en el contrincante. En esta clase de coyunturas no hay posiciones neutrales e imparciales, toda acción e inacción es política.

Como se mencionaba anteriormente, la victoria por dos votos de la planilla opositora a la rectoría, guarda también esta fuerte expresión de diferencias. Este ejercicio sirvió para reavivar el candor sindicalista, por un lado, y el descontento, por otro.

Como marxistas, sería un error adjudicar culpas a quienes deciden no involucrarse en la vida sindical, atacarlos peyorativamente de apatronados, ya que son parte de nuestra misma clase trabajadora. Esto más bien guarda la enorme tarea que tenemos para involucrar, en beneficio de sus intereses, a esa parte del total de alrededor de 3,000 agremiadas y agremiados que deciden mantenerse al margen.

Ceder – ceder, la mala negociación previa a la huelga

Como parte de una negociación, el todo o nada y los oídos sordos son grandes enemigos. Mediar el contexto nacional, donde cada vez más las instituciones de educación superior públicas y autónomas van con rumbo a ser superadas por las universidades federales como las Universidades para el Bienestar “Benito Juárez”, así como la proyección de que aumenten la cobertura las universidades como la Universidad Rosario Castellanos o la Universidad de la Salud, representan un foco de alerta para establecer las prioridades a tomar en este plebiscito. Sin embargo, esto no es responsabilidad del gobierno de la capital sino del gobierno del estado y la rectoría de la universidad ante la falta de planes de desarrollo y crecimiento de la UAZ. 

Los señalamientos hechos por quienes encabezan el comité, como el exceso de gasto en funcionarios y la desatención de las instalaciones, hacen eco en la indignación de quienes no hemos podido consolidar nuestra permanencia en el empleo o promovernos para percibir mejores salarios. Y son prueba de las prioridades en la actual administración, en las que las y los trabajadores, investigadores y estudiantes sencillamente no están presentes.

Después de tres respuestas por parte de la administración y del rechazo de la mayoría del contenido de las mismas por parte de una parte del gremio, auspician la posibilidad cada vez más fuerte del estallido de la huelga. Existen una serie de adeudos multi mil millonarios con el ISSSTE, con FOVISSSTE y con el SAR que difícilmente se solucionarán con una huelga, pero que significarán un precedente para las acciones que se tomarán a futuro, para establecer un plan de acción. El ejemplo de 14 de las 18 universidades públicas que desde el sexenio anterior pudieron dejar cuentas claras con sus adeudos históricos, son muestra del  trabajo y compromiso de las administraciones y la base trabajadora.

En este sentido, también hay que tener en alerta las declaraciones perniciosas de señalar como única causa responsable el privilegio de los derechos y prestaciones establecidos en el CCT. No se trata de ningún privilegio, son logros de las luchas históricas de las bases trabajadoras universitarias que debemos mantener y consolidar para estas generaciones que aún laboramos. Y luchar por su ampliación y la extensión al conjunto de las y los trabajadores. 

El mitin en el patio de Rectoría donde las y los manifestantes no encontraron más que puertas cerradas, es un mensaje de las autoridades dirigido a las y los trabajadores. Y una muestra clara de las prioridades de quien encabeza la administración y de las medidas que se emprenderán de uno y otro lado.

¡SÍ a la huelga en la UAZ!

Asumir la responsabilidad de la huelga significa saber vincular las luchas y las carencias que se avivan en otros sectores de la comunidad universitaria y la sociedad zacatecana. No es ninguna casualidad que los bachilleratos estatales se encuentren en pugna con el gobierno local por las arbitrariedades y abusos en contra de sus derechos. Defender las razones de la huelga en un contexto estatal, nacional e internacional de crisis, que se manifiestan en las enormes diferencias que se suscitan al interior de la universidad, hace centrar en el debate las consecuencias del capitalismo. La universidad somos quienes le damos forma, quienes la mantenemos, que gracias a las aportaciones del pueblo trabajador recibe sus subsidios, esto se debe manifestar en lo que damos para la institución.

Informar a la sociedad zacatecana sobre la situación de la UAZ, que cada vez ve con más escepticismo el manejo que ha tenido la universidad es una tarea de los trabajadores movilizados para romper el aislamiento y contrarrestar la campaña de las autoridades universitarias y estatales. Comenzando con informar a las y los estudiantes de la situación de los trabajadores universitarios, así como involucrar al personal docente quienes también padecen la precariedad y la falta de condiciones de trabajo adecuadas, es también parte de la labor de concientización de las y los trabajadores.