¿Un ‘virus comunista’ recorre el país?

Tras un mes de la campaña contra los Libros de Texto Gratuitos, la derecha ha conseguido cancelar su distribución en Chihuahua y en Coahuila, lo que ha desatado una serie de protestas en estos estados. Los medios de comunicación, apoyados en prejuicios retrógrados y noticias falsas, han jugado un papel fundamental promoviendo una visión reaccionaria de los libros. Y por su parte, la oposición aprovecha la coyuntura para golpear a Morena en miras a las elecciones de 2024.

Escrito por Rolando Ramos, Alternativa Socialista (ASI en México).

La campaña contra el ‘virus comunista’

La primera piedra del ataque mediático contra los nuevos Libros de Texto Gratuitos la arrojó TV Azteca en un reportaje presentado por Javier Alatorre. En este acusa a los libros de ser portadores de un “virus comunista”, parte de una “conspiración fraguada por comunistas trasnochados” que, según dice, pretenden atentar contra la religión, la familia, la cultura y los changarros. Es típico de la derecha, pero no deja de ser irónico, que un reportaje titulado Los nuevos libros de la SEP están atiborrados de carga ideológica¸ tenga una carga ideológica tan determinantemente reaccionaria, antifeminista y anticomunista. Es decir, esencialmente reaccionaria. Y no es un detalle menor que el dueño de TV Azteca, el multimillonario Salinas Pliego, esté en pleito con el gobierno de Andres Manuel por el impago de 40,000 millones de pesos en impuestos.

El PAN como es de esperarse, adoptó el ridículo discurso reaccionario de que “se está adoctrinando a los niños con ideología de género y comunismo”. El presidente del partido, Marko Cortés, incluso llamó a los padres de familia a destruir los libros o arrancarles páginas. El resto de la oposición y múltiples medios de comunicación no reproducen exactamente el mismo discurso, y más bien han enfocado su crítica en especular sobre supuestos errores en los libros y señalar que no son ‘científicos’. Lo cierto es que, a pesar de marcar esa diferencia, le han dado amplio espacio en el debate a los argumentos más reaccionarios y se han movilizado igualmente para frenar la entrega de los Libros de Texto Gratuitos. Y no tanto por los libros, los medios y los multimillonarios como Salinas Pliego son los menos interesados en la educación pública, gratuita y de calidad. Por el contrario, no es sino una campaña que únicamente ha tenido como objetivo golpear y poner trabas al gobierno de López Obrador con la intención de mostrar cierta fuerza para negociar con él. 

Algunas organizaciones católicas jugaron un rol importante interponiendo amparos para frenar la entrega de los materiales. Entre ellas destaca la Unión Nacional de Padres de Familia, brazo militante de las organizaciones ultraderechistas más antiguas del país e históricamente conocida por oponerse a la educación pública, laica y gratuita desde hace más de medio siglo. Con los amparos consiguieron suspensiones provisionales de la distribución en ocho estados donde gobierna la oposición, pero solo en Chihuahua y Coahuila la suspensión pasó a ser definitiva, mientras que en el resto de los estados ya fueron entregados. Producto de la campaña reaccionaria, en Chiapas hubo al menos dos quemas de libros frente a escuelas, de las cuales se han difundido imágenes atroces de niñas y niños viendo sus libros arder.

La defensa del derecho a los Libros de Texto Gratuitos

Ante la polémica, la postura del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación fue ‘exigir respetuosamente’ la entrega de los Libros de Texto Gratuitos, pero fue especialmente relevante el comunicado publicado por su Sección 9 Democrática del CNTE con el título: La prueba de fuego de los libros de texto será en las aulas, no en las hogueras. En este declaran que “la supuesta amenaza comunista de los libros de texto es el mismo anticomunismo ramplón que provocó miles de asesinatos de mujeres y hombres valientes en la llamada Guerra Fría”. Los docentes además reiteraron su posición de defender la educación pública por ser un “derecho humano esencial y un compromiso moral” e insistieron en la necesidad de una “Educación Humanista y Emancipadora”.

A la derecha no le importa la educación pública, y por eso no le importa sacrificar, por una simple maniobra política, el derecho de los hijos e hijas de la clase trabajadora a los Libros de Texto Gratuitos. Ni le importa derrochar recursos públicos, que provienen del trabajo de las familias trabajadoras, para imprimir los libros anteriores. No sorprende de su parte, así como tampoco sorprende que en ese escenario la clase trabajadora se defienda.

En Chihuahua y Coahuila se han suscitado una serie de movilizaciones exigiendo que se distribuyan los Libros de Texto Gratuitos. Madres, padres y estudiantes han participado en las protestas, pero definitivamente han sido maestras y maestros organizados quienes han encabezado la lucha. El 18 de agosto protestaron en la capital de Chihuahua unas 200 personas contra la decisión de la gobernadora panista de frenar la distribución de los libros. El día 23 volvieron a manifestarse, esta vez acompañados por diputados de Morena y los líderes de las Secciones 8 y 42 del SNTE. Tres días más tarde en Torreón, maestros simpatizantes de la Nueva Escuela Mexicana anunciaron una campaña de recolección de firmas, mítines y protestas. El primer día de septiembre hubo manifestaciones simultáneas en Saltillo y Torreón convocadas por el Movimiento Magisterial de Coahuila, al mismo tiempo que unos mil simpatizantes de Morena protestaron frente al Congreso del estado de Chihuahua.

La Nueva Escuela Mexicana y los nuevos Libros de Texto Gratuitos

La Nueva Escuela Mexicana de la 4T está inspirada entre otras cosas por la Pedagogía del oprimido de Paulo Freire, que destaca el papel emancipador de la educación en la sociedad. La NEM crítica la carga colonial en la educación mexicana, y por eso en los nuevos libros incluyen menciones a ‘saberes comunitarios’. Hay una lección de español en la que se explica que algunos hablantes añaden una s al final de los verbos en pretérito para el pronombre tu, por ejemplo, en dijistes o comistes. La derecha ha aprovechado este tipo de cuestiones para acusar a los libros de anticientíficos con argumentos retrógrados y elitistas, pero los anticientíficos son ellos que no reconocen que existen formas de hablar y experimentar el mundo que no son las hegemónicas que promueve la clase dominante.

En los nuevos libros que se entregan a los maestros se hacen preguntas para reflexionar sobre la relación entre las clases sociales, asunto que ha servido a la derecha para sostener su palabrería anticomunista. Y si bien enseñar en las escuelas la relación entre clases sociales sería positivo para fortalecer la conciencia de la clase trabajadora, eso dista mucho de que los libros o la educación sean comunistas. Otro aspecto que escandalizó a la derecha fue la educación sexual, porque mantener coacción sobre el cuerpo y la sexualidad de las masas es fundamental para las clases dominantes. La educación sexual quita el velo de desconocimiento que se posa sobre la sexualidad, y eso, además de prevenir la violencia sexual y promover una sexualidad más plena, pone una barrera a la reproducción social de machismo, misoginia, homofobia, bifobia, transfobia y otras violencias.

Nuestra posición en el ‘debate’

Desde Alternativa Socialista en México condenamos la campaña oportunista de la derecha contra los nuevos Libros de Texto Gratuitos y reconocemos un avance positivo en los mismos. Interpretamos la reacción anticomunista y antifeminista de la derecha como claras ‘patadas de ahogado’ frente a estos avances. Así mismo, exigimos que se entreguen los libros en todas las escuelas del país, particularmente en las de Chihuahua y Coahuila.

A diferencia de lo que se presume del gobierno federal, nosotros sí somos marxistas y sí queremos una educación socialista: Queremos que nuestras necesidades materiales estén resueltas para poder estudiar, que las escuelas cuenten con todo lo suficiente, que los profesores vivan plenamente, que la educación sea de calidad y que sea liberadora para desarrollar nuestra personalidad en la sociedad. Pero para ello no son suficientes libros de texto gratuitos, es necesario construir una organización de combate que asuma la tarea de convencer y explicar que somos las y los trabajadores quienes tenemos el destino del mundo en nuestras manos, en nuestro trabajo cotidiano que hace girar al planeta entero. Eso, que los trabajadores tengamos el control del destino de la sociedad siendo su abrumadora mayoría, y no otra cosa es el comunismo y lo que defendemos las y los marxistas.