Movilización por el clima en Lützerath, ¡expropiemos el sector energético !

Una gran manifestación por el clima tuvo lugar en Lützerath, Alemania, el 14 de enero del 2023; donde al menos 35 000 personas soportaron la lluvia, el viento y el barro. La policía respondió con violencia; con macanas, cañones de agua y gas pimienta; sirviendo el Estado alemán como agente de las compañías privadas. 

Escrito por Lutte Socialiste, periódico del PSL-LSP (ASI en Bélgica).

En la ciudad de Lützerath, la empresa alemana RWE desea extraer carbón fósil. Para ello, ha comprado viviendas con el sostén del gobierno regional (cuyos miembros pertenecen al partido de Los Verdes). La idea es extraer carbón fósil hasta 2030. La batalla por esta ciudad se ha trasformado en un símbolo de la oposición de los activistas climáticos frente a las empresas del sector energético y a las autoridades capitalistas. 

En 2022, el gobierno alemán, invocando la búsqueda de la independencia del gas ruso, decidió utilizar carbón fósil para producir electricidad. Así el carbón de Lützerath se volvió de suma importancia para la seguridad energética. Sin embargo, aún si el uso del carbón ha aumentado para producir energía en Alemania desde 2022, ¡también lo ha hecho el uso del gas! Mientras el consumo de electricidad ha disminuido ligeramente en Alemania, las exportaciones de esta han aumentado, principalmente hacía Francia. Para las compañías alemanas el asunto les vino excelente: ¡han ganado millones!

La guerra de Ucrania es terrible pero utilizarla para justificar el aumento de la producción de energía eléctrica a partir del carbón es una cínica mentira. Las compañías de energía pudieron aumentar masivamente sus ganancias integrando a las centrales de carbón a su red. Mientras los precios de la electricidad han ido aumentando fuertemente, los daños al medio ambiente han sido desestimados. 

Exigir a quienes toman las decisiones políticas que escuchen por fin a la ciencia es insuficiente. Aun cuando ellos quisieran hacerlo, el poder reside a fin de cuentas en las manos del capital. Sin romper con esta dominación, no habrá ningún cambio fundamental. Un primer paso en esta dirección sería expropiar las empresas energéticas pero también a los bancos que continúan invirtiendo en la destrucción rentable del clima. Esta es la única manera de obtener un control democrático sobre la producción de energía. 

Nuestro camarada Philip de PSL-Bruxelles (Parti Socialiste de Lutte), que participo en las movilizaciones, explica que “La manifestación era impresionante, se podía literalmente sentir la motivación y la voluntad de decenas de miles de personas de detener la política de destrucción del clima. Vimos la solidaridad en acción. Para hacer retroceder a empresas como RWE y al estado, con sus macanas y sus cañones de agua, necesitamos un movimiento aún más poderoso ¿Qué sería posible si las decenas y centenas de miles de trabajadores y trabajadoras del sector energético y de distintas partes de la economía se pusieran en huelga por salarios mayores y contra la destrucción del clima? Debemos utilizar la energía de la contestación para reforzar los lazos ente la contestación climática y el movimiento obrero”