Escrito por Alternativa Socialista, Alternativa Socialista Internacional en México.

En las ultimas semanas, hemos sido testigos de la cruel estrategia del sector industrial por retornar a la normalidad y mantener la productividad contraponiendo el bienestar físico la clase trabajadora, recompensando su “heroísmo” con un simple bono o elogio vacío mientras intentan con locura recomponer sus beneficios ante la crisis desatada por la pandemia.

La semana pasada se manifestaron diferentes reclamos por parte de los trabajadores industriales en los estados de Chihuahua y Tamaulipas, exigiendo no reanudar la producción en la industria regional, respetar el salario íntegro -reducido actualmente en un 25% a 50% – y esclarecer las cifras presentadas por las patronales y los gobiernos estatales ante la muerte de cientos de trabajadores por COVID-19 registrados en abril.

Chihuahua

Electrolux, Toro, Electrocomponentes, Foxconn, Tecma Curt, Regal, Lear, Syncreon, Keytronic y Werner son algunas de las compañías norteamericanas que han sido señaladas por parte de las protestas llevadas a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) debido al incumplimiento de las medidas de sanidad dispuestas por el gobierno federal, operando en más de un 30% de capacidad.

En Ciudad Juárez, donde se registra el mayor índice de decesos de trabajadores, la abogada Susana Prieto Terrazas quien lleva el caso de las 25 maquilas en huelga asegura que la cifra es mayor a 200 defunciones de las 17 documentadas por la Secretaria de Salud Estatal. Expone también el incumplimiento del acuerdo federal de mantener en cierre el sector no esencial, al reactivar las operaciones industriales, dando incentivos económicos al personal con un bono de entre 500 a 1000 pesos semanales. Sin prever las posibilidades de contagio en familias, pues el 65% de las fuentes de empleos formales en la región lo representan estas compañías siendo la industria automotriz, aeronáutica y militar las principales infractoras de dicho acuerdo.

En palabras de Prieto “Es verdaderamente inadmisible que el Presidente de la República y los gobernadores de los estados del norte, como Javier Corral, invisibilicen a la clase obrera, eso es criminal, son genocidas”.

Hasta hoy prevalecen las amenazas de despido. Desde el 5 de mayo, existe un saldo de más de 1,600 trabajadores despedidos de las compañías Yazaki (Japonesa), Safran (francesa) y Metal Finishing (estadounidense). Los trabajadores dicen ser citados en grupos de 10 a 15 personas para darles una liquidación insuficiente para cubrir la subsistencia de su familia en estos últimos meses de cuarentena.

Tamaulipas

Desde el 18 de mayo iniciaron las protestas por parte de obreros en el centro de Matamoros, debido al incumplimiento del decreto estatal para retornar a las actividades laborales hasta el 1 de julio. Por ahora la comisión encargada de mantener el reglamento de sanidad (COEPRIS) será quien dirija inspecciones continuas en las tareas actuales de las 90 maquilas del estado. Sin embargo, las medidas implementadas son insuficientes pues no han logrado reducir el numero de contagios, pues actualmente hay 1,212 casos confirmados y 83 fallecidos en focos de infección como las zonas industriales de Matamoros y Reynosa.

La patronal se ha impuesto a la autoridad federal y local, que ha colaborando para retornar a la normalidad capitalista permitiendo la reducción de los salarios exponiendo a los trabajadores para maximizar los beneficios capitalistas, en lugar de hacer cumplir las normativas en beneficio de los trabajadores, quienes realmente padecen la pandemia y la crisis económica . Sin embargo, perdura la lucha organizada de los obreros en el norte del país que desde enero combaten por obtener un aumento salarial y hoy exigen la defensa del derecho fundamental, el derecho a la vida.