CCH Naucalpan: ¡fuera porros de la UNAM! ¡Por una universidad segura y democrática para todos!

En la tarde del 8 de mayo, grupos porriles atacaron a la comunidad del CCH Naucalpan, dejando un estudiante fallecido y varios heridos. No se trata de un fenómeno nuevo, históricamente estos grupos de choque han obedecido siempre las órdenes de grupos políticos dentro y fuera de las escuelas, partidos y funcionarios gubernamentales. En medio de las disputas de poder, quienes quedan más vulnerables en medio de la inseguridad y la violencia son los estudiantes.

Escrito por Alternativa Socialista, ASI en México.

A menos de medio año de iniciada la administración de Leonardo Lomelí como rector, la comunidad de la Universidad Nacional Autónoma de México recibe la noticia de un nuevo ataque porril contra estudiantes en Naucalpan, Estado de México, del que resultó asesinado un estudiante de la FES Acatlán. Ante esto las autoridades de la UNAM emitieron un comunicado que ha provocado el malestar de la comunidad estudiantil, en el cual hablan de la “muerte” del estudiante, causada por lesiones al caer de un puente, pero sin mencionar que dicha caída se dio cuando el estudiante trataba de huir del ataque porril.

Los videos grabados por espectadores y por cámaras de seguridad no dejan lugar a dudas, decenas de personas llegaron violentamente en microbuses a las inmediaciones del plantel Naucalpan del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), golpeando, amenazando a estudiantes, detonando petardos. En los mismos videos, es notoria la pasividad e inacción de los elementos de la Policía Municipal de Naucalpan, lo cual es un recurrente elemento más en la lista de factores de inseguridad en los campos universitarios de la periferia de la Ciudad de México.

Los porros: grupos de choque y control sobre la comunidad estudiantil

El fenómeno del porrismo en instituciones de educación media y superior no es algo nuevo. Cientos de miles de estudiantes que hemos pasado década tras década por las aulas de instituciones de educación media superior y superior en la Ciudad de México y el área metropolitana hemos sido testigos de las acciones violentas y de control político de estos grupos. Aunque las autoridades señalan que estos grupos son ajenos a las instituciones de educación superior, no se trata de complacencia o apoyo sino de un abierto impulso de diferentes grupos políticos y partidos políticos de este tipo de agrupaciones con la intención de amedrentar al estudiantado y de este modo golpear de este modo también a otros grupos políticos en medio de diferentes coyunturas políticas como las que ahora vivimos sobre el descontento de miles de estudiantes con la Guerra en Gaza y las próximas elecciones federales. 

Una situación tristemente emblemática fue la ocurrida entre agosto y septiembre de 2018, cuando a raíz de irregularidades en el pago de cuotas estudiantiles, la remoción de murales icónicos sin consultar a la comunidad, abusos por parte de directivos y su ausencia en los reiterados llamados a diálogo público, el estudiantado del CCH Azcapotzalco entró en paro. A ello, la dirección del plantel, encabezada por Guadalupe Patricia Márquez, respondió el 28 de agosto con un violento ataque de un grupo de porros en la tarde. 

Otro caso fue el ataque que sufrieron en noviembre de 2023 estudiantes de la Facultad de Contaduría y Administración, también de la Universidad Nacional. Tras un paro y habiéndo convocado a una asamblea para el día 23, las y los estudiantes que estaban en las instalaciones fueron brutalmente atacados por un grupo de hombres armados con tubos, palos y bates de béisbol. Las autoridades de la Facultad fueron inmediatamente señaladas por su negligencia en el caso, permitiendo el constante acoso contra las y los estudiantes organizados, así como el posterior ataque que se saldó con heridos y personas reportadas desaparecidas por algunas horas. Más recientemente, a finales del mes de abril, los estudiantes de la Facultad de Ingeniería y del Grupo de Acción Revolucionaria han sido amenazados con un nuevo intento para expulsarlos del cubículo que ocupan para desarrollar actividades políticas en dicha facultad.

¡Por una universidad segura, democrática y libre de violencia para todas y todos!

El salvaje ataque del 3 de septiembre de 2018 sobre estudiantes, mayoritariamente de bachillerato y por ello en buena parte menores de edad, desató una ola de indignación generalizada en el seno de la UNAM. Dos días después, decenas de miles de estudiantes, principalmente en Ciudad Universitaria pero también en otros planteles en la zona metropolitana y en el país, se sumaron de forma masiva a una consigna clara: ¡fuera porros de la UNAM! Las autoridades de la Rectoría, como siempre ocurre en estos casos, prefieren señalar al aire a “grupos desestabilizadores” o “vandálicos”, en vez de aceptar que son sus propios directores y burócratas los que tienen nombres, direcciones y demás datos de los porros en sus propias oficinas para poder usarlos a su antojo.

Lo ocurrido este 8 de mayo en el CCH Naucalpan no ocurre en el vacío, especialmente si tomamos en cuenta el abandono y la violencia de las que son víctimas las y los estudiantes de los planteles en la periferia. En abril de 2020, un paro liderado por mujeres contra la violencia sexual en la FES Acatlán fue violentamente atacado por hombres encapuchados en medio de la noche. Al no ser auxiliados por ninguna autoridad, un grupo de estudiantes decidió iniciar un fuego para llamar la atención. No obstante, esto derivó en que la UNAM, por medio del director de la FES, Manuel Martínez Justo, presentará cargos y fuera encarcelada de forma injusta la estudiante Tania Elis Hernández. También en Acatlán, ubicada a minutos del CCH Naucalpan, diferentes paros y protestas contra los asaltos, la violencia y la inseguridad en el plantel han sido recibidos con apatía, cuando no con ataques por parte de los mismos funcionarios.

Ante este panorama, desde Alternativa Socialista y las Juventudes Socialistas nos solidarizamos con la comunidad estudiantil del CCH Naucalpan, de la FES Acatlán y con las familias del estudiante fallecido y las que resultaron heridas. Hacemos un llamado público y urgente a las y los estudiantes de la UNAM y de otras instituciones de nivel medio y superior a organizarse en asambleas para presentar un programa de lucha política que tenga entre sus fines la erradicación del porrismo en los planteles educativos, la destitución de funcionarios negligentes y ligados a los grupos porriles, la democratización de la toma de decisiones y acciones destinadas a garantizar a las y los estudiantes un ambiente libre de violencia e inseguridad dentro y fuera de sus centros de estudio.