2025: año para defender y consolidar nuestra autonomía en la UAZ

El 10 y el 14 de mayo se realizaron en la Universidad Autónoma de Zacatecas las elecciones para renovar la administración. Los resultados de la elección que dieron por ganador a Ángel Román con 57% del total de actas computadas en contra de Jenny González con 43%, así como la victoria en las escuelas grandes de la planilla oficial sobre la planilla opositora, se torna una situación que nos hace pensar que hay ocasiones en que se gana perdiendo.

Escrito por Alternativa Socialista, Proyecto por una Internacional MarxistaRevolucionaria. 

Las elecciones en la universidad

La dinámica de elecciones en la universidad ha sido una conquista histórica consolidada, en la que se vio involucrada la comunidad universitaria: docentes, estudiantes y administrativos. Se establece por medio del voto ponderado, donde el voto de docentes y estudiantes equivale a 45% para ambos, y el voto de administrativos equivale al 10%. Las elecciones han servido para politizar al interior de la universidad con ejercicios democráticos periódicos, para que se desarrollen campañas, exponer las carencias y la forma en que la administración debe de solventar las problemáticas de la comunidad. Lo que podría ser un ejemplo de vida democrática para la toma de decisiones y la ocupación de cargos al interior de la institución, no se ha concretado de esta manera. 

Las autoridades, hacen uso clientelar de los votos dando ciertas concesiones a las y los docentes. Y en la relación de docentes y estudiantado, se coacciona con calificaciones. Esta compra de convicciones, se acompaña con una serie de irregularidades en la jornada electoral como el embarazo de urnas, boletas dobles, o el pase de lista en las casillas de votación para que las y los estudiantes asistan a tachar al candidato señalado.

Las crisis en la universidad se han suscitado a partir de los resultados electorales, en donde uno u otro grupo político se ve beneficiado, pero nunca con la polarización de la elección actual. Esto no significa que se deba reducir la coyuntura que representa el Movimiento Estudiantil Antipartidista de la UAZ, como se ha autodenominado, en un simple resultado de los comicios electorales. Sino que reflejan el hartazgo de las elecciones como mecanismo de decisión pero que a su vez son profundamente antidemocráticas. Buscando construir y consolidar la idea de autonomía para la organización política interna y la no intromisión de agentes externos, principalmente los gubernamentales e institucionales, que ven en la universidad un botín de beneficio electorero.

La agudización de los antagonismos

En meses recientes se avivó el descontento con la administración saliente por actitudes viscerales, selectivas, autoritarias y déspotas. Fue también evidente la polarización entre funcionarios y la base trabajadora, como consecuencia de la enorme desigualdad entre los ingresos de funcionarios enquistados en la administración central que viajan en vehículos BMW, mientras el salario de la categoría de profesor investigador es el más bajo de las 37 universidades públicas del país. 

Al mismo tiempo, los estudiantes han sufrido el abandono de las casas de estudiante, el aumento de los costos de las dietas en los comedores universitarios y la comparsa entre el rector saliente y el gobierno estatal de David Monreal para aumentar el costo del transporte público. Si bien esto último parece insignificante, representa un aumento considerable sobre todo para un sector tan vulnerable como es la población estudiantil en un estado con índices de desarrollo tan bajos como el de Zacatecas. 

Las amedrentaciones de la patronal en contra de las y los docentes que han apoyado los paros estudiantiles presentándose a las guardias o llevando víveres, en los últimos días se han profundizado, al grado de amenazar a sus hijas e hijos. Esto refleja la crisis institucional y política en la que se encuentra nuestra universidad, que se debate no solo en una cuestión de legalidad y de procesos electorales, sino, en un aspecto más profundo, en la continuidad o el cambio de proyecto universitario, en el aislamiento y la persecución o en la colectividad y la solidaridad.

Las sesiones del Consejo Universitario han sido virtuales, sin quórum y sin transparencia para designar y asignar los principales cargos universitarios, que, a fin de cuentas, reflejan la sombra de Rubén “N” para seguir dando línea en quienes manejan a nuestra institución.

Las organizaciones estudiantiles en las coyunturas locales: del FUA al FEZU

Desde el movimiento huelguístico universitario de 2014, surgieron dos agrupaciones estudiantiles fuertes: la Fuerza Universitaria Autónoma (FUA) y la Federación de Estudiantes Zacatecanxs Unidxs (FEZU). La línea que han tenido es de alineación con la rectoría en turno en los diez años que han transcurrido en la primera, y de organización independiente y de lucha en la segunda. Sus posiciones respecto a esta elección fueron evidentes, y se percibieron desde el movimiento huelguístico de este año, donde el FUA publicaba infografías donde llamaba a levantar la huelga, poniendo de pretexto la forma en que se ignoraba su derecho a la educación. Y por otro lado, el FEZU invitaba a sus simpatizantes a respetar el horario en el que iniciaría la huelga para abandonar las instalaciones. Además recientemente el FEZU ha llamado a  defender la casa de estudiantes del Campus II.

La forma en que el FUA ha servido como catapulta para que ciertos líderes estudiantiles se integren a la nómina de la universidad ha sido evidente, de ahí su servilismo a la administración en turno. En este caso, para tomar los campus advirtiendo una posible interrupción de las elecciones, lo que abría la posibilidad a la injerencia del Poder Legislativo para modificar la Ley Orgánica y se cambiará la dinámica para la elección de autoridades, con Monreal en la puerta para designar al rector. Esto no se reduce a la posibilidad de la consolidación de la injerencia monrealista en la universidad, sino que al modificar la Ley Orgánica, termine por despedazarse desde el poder a la contratación colectiva, que sigue siendo el mayor logro de la base trabajadora universitaria.

Entre la justicia y el escándalo mediático para la influencia externa.

La forma en el primer día de las elecciones se girara la orden de aprehensión en contra de Ruben “N”, rector de la UAZ, tras ser denunciado de violación a una menor de edad. Así como el “desfalco” de Jenny, cuando en su puesto de Secretaria General del SPAUAZ se compró un predio en una licitación del ISSSTE para uso del sindicato donde se le cita a declarar el lunes siguiente al primer día de elecciones, se hace evidente la intromisión de David Monreal. 

El día 16 de mayo se decidió que Rubén “N” llevara su juicio en libertad condicional, bajando su denuncia de violación equiparada a acoso sexual, lo que redujo la condena de 22 años a 4 años. Esto evidencia la complicidad de las instituciones, la continuidad del pacto patriarcal y el agotamiento de la empatía y de la sensibilidad por parte de una comunidad universitaria que apoyó la planilla en la que aparece la pareja sentimental de Rubén “N” justo para la Secretaría General de la Universidad. Negar la relación entre estos elementos con la elección significa revictimizar.

Algunos pasos hechos y por hacer

Los votos nulos emitidos por la comunidad universitaria oscilan en los 1,500 aunado a los que no fueron emitidos, en su mayoría de estudiantes, reflejan un nivel de hartazgo que va de la decepción en el sistema electoral universitario, a la desconfianza en la estructura administrativa de la institución. Es necesario construir las coyunturas necesarias para encauzar y orientar la inconformidad, la decepción y la desconfianza, en elementos que después de que la organización estudiantil resulte victoriosa de este proceso parista, tenga la capacidad organizativa y política para dar una respuesta inmediata y definitiva al resto de malestares e inconformidades que tienen como estudiantes. Esto en buena medida ya lo ha hecho el movimiento feminista de Zacatecas, el viernes 16 con una manifestación en las oficinas de Rectoría centro. Además, la tarde del lunes 19, organizaron otra manifestación donde quemaron una piñata con la cara de Rubén “N”.

Estas muestras organizadas que aborrecen la libertad condicional del culpable, que reflejan el hartazgo de las corruptelas sistemáticas que no se reducen a un mal manejo presupuestario, sino al encubrimiento de pedófilos al interior de la universidad y de la continuidad de un proyecto que se planea desde afuera, con Monreal y Rubén como principales beneficiarios.

Debemos preguntarnos qué trabajo estamos haciendo al interior de la universidad para politizar toda esta serie de inconformidades, para encauzarlas y darles un rumbo desde posturas que no solo se organicen para resistir, sino para luchar y lograr mejores codiciones para la comunidad universitaria. Es por esto que el siguiente paso a seguir es fortalecer a la Federación de Estudiantes Zacatecanxs Unidxs, que, como herramienta del estudiantado, gane representación en más unidades académicas, que sirva para defender la democracia al interior para que esta evolucione de la representatividad a la democracia directa.

Recordemos…

Nuestra tarea como parte de la comunidad universitaria es defender la autonomía. Tenemos el ejemplo de la coyuntura de 1977. Tenemos la capacidad. Defender la autonomía también significa asumir los problemas internos de la universidad, porque nos corresponde a la misma comunidad universitaria el solucionarlos.

El eslogan de la administración interrumpida fue “Somos arte, ciencia y desarrollo cultural”. En forma de respuesta crítica e irónica, la comunidad parista construyó un nuevo eslogan: “Somos arte, ciencia y pedofilia”. Reivindiquemos desde las aulas, desde los pasillos y las asambleas a nuestra universidad como la herencia que tuvimos de las luchas pasadas, que está plasmada en nuestra Misión: Una universidad autónoma, pública, crítica, democrática y popular.