Zacatecas: la alternativa de los oprimidos no estará en las urnas
Las próximas elecciones marcarán un punto clave en la lucha clases en el próximo periodo, que estará marcado por la pandemia de Covid y la crisis económica que ha desatado. En Zacatecas, como algunos otros estados del país, sin embargo no habrá alternativas electorales para los trabajadores.
Escrito por Sebastián Lorea Flores, Alternativa Socialista (ASI en México).
La herencia política que carga MORENA a nivel nacional no tiene excepción en Zacatecas, que nació como una alternativa de izquierda al rumbo que estaba tomando el PRD después de que la tribu de Jesús Ortega y Jesús Zambrano (Los Chuchos) asumieran la presidencia del partido, con una clara tendencia a la derecha, con alianzas con el PAN. En Zacatecas, los Monreal viajaban en un vaivén partidista después de su migración del PRI hacia el PRD, con la postulación de Ricardo Monreal para gobernador en 1998, haciendo del municipio de Fresnillo su fuente casi inagotable de capital político familiar con el único precedente paralelo de la familia Bonilla, del PRI. Los Monreal pasaron del PRD al PT, para terminar en MORENA.
Con las elecciones de 2021 se perfilaron los posibles candidatos por parte del Movimiento, con José Narro quien proviene del Frente Popular de Zacatecas. La asociación que es raíz del PT en la entidad, con una fuerte tradición en la lucha campesina, con iniciativas de vanguardia a finales de la década del setenta como la repartición de tierras en diversos municipios. O el respaldo a la lucha obrera y estudiantil de la Universidad Autónoma de Zacatecas en esa misma década por mejores condiciones de trabajo y facilidades para el transporte, alimentación y hospedaje para los estudiantes. Otro precandidato era José Luis El Oso Medina Lizalde, quien fue compañero de lucha de Heberto Castillo, referente de la izquierda desde los años sesenta y miembro del PRD en su tiempo de izquierda. El tercer precandidato fue David Monreal, hermano menor de Ricardo, también hermano de Saúl, actual alcalde de Fresnillo y quien fue designado como candidato a gobernador para la entidad por parte de MORENA.
Tan importante es la relación de los Monreal con Fresnillo y Zacatecas, que les ha servido para desarrollar su propia forma de hacer política: el Monrealismo, basada en los favores políticos y la distribución de puestos a sus seguidores y encima de todo, de la familia y de sus allegados. Esto les sirvió de trampolín político en Fresnillo, municipio donde la mayoría de los votos les han permitido acceder a senadurías, diputaciones y alcaldías. Sirviendo como acercamiento en el escalafón partidista que le permitiría, en el caso de Ricardo, convertirse en delegado de Cuauhtémoc, en la ciudad de México.
No se puede negar que tienen carisma y son bien conocidos, provenientes de Plateros, donde se sitúa el tercer centro religioso más visitado de la República Mexicana a donde Ricardo fue a bailarle al Santo Niño de Atocha para convertirse en gobernador en 1998, convocando a una cantidad impresionante de personas en el lugar. Al ejercer el cargo descentralizó la gubernatura y apoyó al campo como nunca se había hecho, llevó infraestructura pública a lugares donde no la había. Se trata de políticos pragmáticos, no ideólogos, que no obedecen a una corriente de pensamiento, están asidos a hacer política en su sentido puramente rudimentario: entablar acuerdos.
La política de los Monreal se ha transformado según las circunstancias y la tendencia lo requiera. En 2021 es la tercera contienda electoral en que David se postula para gobernador, en la de 2016 se promovía como un candidato progresista, un diferenciador del resto de los candidatos al mostrarse favorable con la legalización de la marihuana, la despenalización de la interrupción del embarazo y el matrimonio entre personas del mismo sexo. Aunado a ello las constantes referencias al mandato de su hermano, Ricardo, con fotografías y mensajes del júbilo en el campo y en el desarrollo urbano que trajeron las políticas aplicadas por Monreal entre 1998 y 2004.
Sin embargo, ese oportunismo es riesgoso y guarda severas consecuencias para la clase trabajadora, el hecho de llegar con un discurso y una agenda aparentemente dibujada, no asegura que se concreten los principios, cuando ni siquiera hay principios. De hecho Ricardo Monreal fue señalado como uno de los operadores para amedrentar y desmantelar la huelga de los trabajadores de la maquila en Matamoros, Tamaulipas, en 2019. Ahora mismo ha impulsado el Partido Fuerza Por México encabezado por Pedro Haces, dirigente de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México organización que agrupa a lo peor del sindicalismo charro del país.
Ante esta situación surge la interrogante de que hacer en las próximas elecciones en Zacatecas. En este contexto, por supuesto que no es una alternativa a votar por la –ridícula- coalición opositora que conforman el PRI, el PAN y el PRD, en un desesperado intento por evitar lo que parece será la inevitable consolidación de David Monreal. Por el contrario, más allá de la elección es necesaria la autocrítica que debe caracterizar a todo movimiento de izquierda, en donde quepa la discusión y el diálogo para no permitir imposiciones disfrazadas de encuestas bien elaboradas, para hacer cara al nepotismo y a la corrupción que de ello emana, para caer de lleno en la infantil credulidad de pensar que MORENA y su base no les permitirá cometer sus desfachateces. Basta mirar al estado de Guerrero y la inaceptable designación de Félix Salgado Macedonio como candidato a la gubernatura de ese estado, y –otra vez- a Mario Delgado.
Gracias a las redes sociales, con la rapidez que circula la información y con la insatisfacción que afortunadamente colman la actualidad, ya no simplemente es escoger a un partido, o escoger al menos peor. Es posible, y urgente construir una alternativa de izquierda, consecuente con la lucha de las y los trabajadores y campesinos que han impulsado la formación de Morena. Esa alternativa debe impulsar un programa que revindique las demandas y necesidades de los oprimidos. Una alternativa democrática en donde sean las y los militantes quienes tomen las decisiones del partido. Es decir, es necesario construir una Alternativa Socialista.
Se pensaba que con el MORENAZO, las bases estaban sentadas para realizar la Cuarta Transformación de la vida pública de México. Que con la mayoría en los congresos y en los ayuntamientos, el rumbo sería diferente. Sin embargo, ejemplos como el de Zacatecas demuestran que lejos se esta de lograr la verdadera transformación del país. Que no piensen que tienen ganado al país, que la acción de los trabajadores se traduzca en la capacidad de impedir que quienes hayan perjudicado a los oprimidos, a la clase trabajadora, tengan el camino fácil a la administración del gobierno.