Volkswagen: una crisis que no pararemos las y los trabajadores.
La crisis de suministros a nivel global que se ha gestado desde finales del 2020, periodo en el que la pandemia del COVID-19 causó la ralentización de los procesos de producción, hasta obligar a diversos paros técnicos de la Planta en Puebla por la falta de componentes de los automotores en junio pasado.
Escrito por Ambar Aguilar Estrada, Alternativa Socialista (ASI en México).
En las últimas semanas se han registrado diversos desacuerdos entre la mesa directiva del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Ignacio Alarcón Rodríguez y los miembros del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz, Similares y Conexos, Volkswagen de México (Sitiavw) con sede en la ciudad de Puebla y comunidades aledañas. La causa de estas discrepancias radica en la crisis de suministros a nivel global que se ha gestado desde finales del 2020, periodo en el que la pandemia del COVID-19 causó la ralentización de los procesos de producción, hasta obligar a diversos paros técnicos de la Planta en Puebla por la falta de componentes de los automotores en junio pasado. Crisis que la patronal pretende cargar sobre la espalda de las y los trabajadores de Volkswagen.
Desde entonces, miles de trabajadores poblanos del consorcio alemán (Volkswagen, Audi, Seat, Skoda y Porsche) se han visto impactados directamente ante el afianzamiento de una crisis que tiene como fuente el argumento: “el sector automotriz está muy golpeado, pues no hay algunos componentes y suministros de vehículos y eso va a afectar a la economía del estado”. Es necesario acotar, que en septiembre del 2021 Volkswagen percibió seis veces más lo esperado a pesar de encontrarse en el auge de la crisis de semiconductores. Sin embargo, se optó por suspender la producción del modelo Jetta, orillando a los trabajadores a un paro técnico de actividades por un periodo de dos meses.
Las manifestaciones del descontento por la fluctuante producción de la industria automotriz en el estado de Puebla pusieron de relieve, entonces, la capacidad de la patronal de ceder ciertas demandas que los trabajadores han venido exigiendo debido al desarrollo de esta crisis. Sin embargo, es importante destacar que la agrupación sindical se encuentra marcada por una fragmentación propiciada por la dirigencia sindical que no ha hecho más que responder a sus propios intereses.
La alternativa de negociación de la patronal para los trabajadores ha sido la promoción de un aumento salarial de 9% y 2% en prestaciones. Sin embargo, la respuesta de las y los trabajadores es negativa, pues como hemos señalado a pesar de la pandemia del COVID-19, no existe una pérdida en el consorcio alemán, aunado al año de recuperación que ha existido para la empresa. Sin mencionar que las pérdidas en el 2021 no fueron mayores a las del 2020. Por tanto, es lógico que las y los trabajadores continúen exigiendo un aumento del 15% más un 3% en prestaciones. Sin embargo, sabemos que la conquista de esta demanda no llegará por la buena voluntad de la patronal, y que las y los trabajadores deberán luchar por ella. Para ello, la construcción de espacios combativos de organización para nuestra clase se hace indispensable dentro y fuera de las organizaciones existentes. Así como métodos democráticos donde sean las y los trabajadores quienes tomen en asamblea las decisiones a impulsar por la dirección sindical.
Desde Alternativa Socialista México, nos solidarizamos con las y los trabajadores y nos unimos a la exigencia por mejores condiciones de vida para quienes son la fuerza principal en la producción. Entendemos que sus necesidades no son más que derechos de los que ellos, por su propia labor, son acreedores. Y hacemos un llamado a las y los trabajadores automotrices, de Puebla, y de todo el país a solidarizarse con los trabajadores de Volkswagen para conquistar y ampliar estos derechos para todas y todos los trabajadores en el país.