Sandra Cuevas: ¡Basta ya de criminalizar la cultura popular en la Ciudad de México!

En una demostración más de su desprecio contra toda iniciativa cultural popular, la alcaldesa panista de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, coordinó desde el balcón de su departamento un violento operativo el pasado 19 de febrero, contra una manifestación pacífica en la colonia Santa María la Ribera. 

Escrito por Ernesto Gil, Alternativa Socialista (ASI en México)

Desde hace décadas, la colonia Santa María la Ribera se ha distinguido de otras zonas en la capital por su vibrante vida cultural, mayormente asociada a la vida y las tradiciones de la clase trabajadora que la habita. Una sólida red de espacios culturales, activistas, artistas, vecinas y vecinos ha permitido el desarrollo y preservación de fenómenos muy particulares, tendientes a consolidar el tejido social y convertirse en un lugar abierto a la pluralidad. El Kiosco Morisco, corazón centenario de este barrio, sirve para que niñas, niños, adolescentes y personas adultas mayores suelan encontrarse y construir comunidad con actividades como la pintura, el esparcimiento o el baile.

Tras años de que Santa María fuera estigmatizada como una zona de alta criminalidad, la organización vecinal fue el elemento que logró revertir la tendencia, y en ello jugó un papel fundamental ocupar los espacios públicos con actividades que involucraron a las y los vecinos. Las sesiones de baile en el Kiosco, a cargo de Joel García, Sonido Sincelejo, reúnen cada domingo a multitud de personas, mayormente de la tercera edad. 

Sin embargo, esta tradición es otra de las víctimas de la alcaldesa panista de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas Nieves. Profundizando la tendencia que ha recalcado una y otra vez, ignoró los pedidos y expresiones de vecinas y vecinos, y busca imponer lo que ella llama “orden y disciplina” al prohibir de forma tajante la instalación del sonidero que ya forma parte de la vida de un barrio que no conoce. La ideología de esta golpeadora en el poder no es otra que el aspiracionismo blanco y burgués; quiere una colonia y alcaldía “bonitas”, pero bajo los estándares de la gentrificación y de los poseedores, no de las y los trabajadores que dan vida a la colonia. Como ha demostrado al ordenar personalmente la prohibición de los tradicionales rótulos en negocios callejeros (una forma de arte ya en vías de extinción) o al eliminar murales y pintar edificios habitacionales con los colores del PAN, es una enemiga declarada del arte, la cultura y la organización popular.

Para implementar una “decisión tomada”, nada mejor que la represión

Ante el acoso y las amenazas sufridas en semanas previas, como serles denegado el acceso a energía eléctrica para poder conectar el sonido, las y los bailadores decidieron manifestarse la mañana del pasado 19 de febrero frente al recién adquirido de la alcaldesa Cuevas, nueva “vecina” de Santa María. En una de las esquinas de la Alameda de la Santa María la Ribera, la protesta pacífica, integrada abrumadoramente por personas adultas mayores, mujeres y algunas niñas y niños, fue disuelta de forma violenta por personal de la alcaldía y hombres vestidos de civil. La forma en que ha actuado Sandra Cuevas ha sido nuevamente como una golpeadores que recurre a la fuerza para imponerse ante su incapacidad para convencer a los vecinos de sus propuestas y por su puesto ausente de todo espíritu democrático para atender las demandas de los vecinos de la Cuauhtémoc. 

Cuando fue evidente la desproporción de la violencia empleada en el operativo contra los bailadores, Sandra Cuevas primero lo negó y acusó a los manifestantes de ser provocadores al servicio de Claudia Sheinbaum. Cómo hizo minutos antes de la represión en una rueda de prensa en la sala de su departamento. Al exhibirse a varios de los funcionarios responsables de la represión, incluyendo miembros de su familia, con fotografías que mostraban a su prima Guadalupe Lizett González dando un puñetazo en la cara a una manifestante, Cuevas declaró que se trató de un “pleito entre vecinas”. Finalmente ante la denuncia creciente de los actos, Cuevas terminó declarando que retiraría de sus puestos al personal de la alcaldía involucrados con las agresiones.

La aún alcaldesa de Cuauhtémoc ha basado su decisión arbitraria en argumentos por demás falsos. En primer lugar, que lo hace para proteger los derechos humanos de los vecinos que se han quejado por el ruido. También criminaliza a quienes hacen uso del espacio público al decir que el sonidero se encarga de distribuir alcohol y drogas entre quienes bailan; esto ha sido categóricamente refutado por las personas que llevan reuniéndose durante más de diez años, y quienes ven el baile una forma de activarse, socializar y disfrutar. 

Librería Volcana: la ley como herramienta de acoso

En medio de los golpes y los robos, la librería Volcana Lugar Común, espacio que se solidarizó con la protesta brindando energía eléctrica para el equipo de sonido, sirvió también como refugio para mujeres y un grupo de músicos ante las agresiones de los golpeadores. Como respuesta a esto, personal de la alcaldía pegó en la puerta de la librería un citatorio para una supuesta verificación administrativa en la mañana del día siguiente, lunes 20 de febrero. Pese a los argumentos dados por autoridades del Instituto de Verificación Administrativa (INVEA) adscritos al gobierno de Cuevas, sobre la “casualidad” de hacer el citatorio, es evidente a todas luces que esto se trató de una forma de amenazar y acosar a quienes defienden el uso de los espacios públicos. 

La verificación se llevó a cabo de forma ordenada, de acuerdo Volcana. No obstante, esto deja muy claro que la alcaldesa de Cuauhtémoc, en su autoritarismo, no va a escatimar medidas y recursos para imponer su palabra por encima de la voluntad de las y los habitantes de la colonia. Para todas aquellas personas que constituyan un obstáculo en sus planes ilusos de convertir a la alcaldía en un lugar donde su voluntad se imponga, se hace saber que habrá acoso, intimidaciones, represión y violencia. Es especialmente preocupante el uso retorcido de mecanismos legales por parte de una persona que fue legalmente inhabilitada por el Tribunal de Justicia Administrativa en mayo de 2022.

¿Cómo frenar a Sandra Cuevas y a la derecha?

Las posiciones y las acciones del gobierno de Sandra Cuevas no son casualidad. Su marcada oposición a diversas manifestaciones sociales, políticas y culturales, tienen origen en su aspiracionismo, en una marcada megalomanía y en una obsesión fascistoide con lo que llama “orden”. De nueva cuenta se hace evidente la hipocresía y los intereses económicos a los que sirve la derecha, que debemos denunciar y organizar una respuesta. Mientras criminaliza y reprime a las personas que ocupan los espacios públicos para construir comunidad, por el otro lado da carta abierta a que restauranteros de otras zonas como Roma, Condesa, Tabacalera, Cuauhtémoc y Centro sigan ocupando no solo banquetas, sino parte del arrollo vehicular para mantener sus actividades comerciales y generar ganancias. Tampoco son escasos los señalamientos sobre la extorsión sistemática de comerciantes por personajes cercanos a la alcaldesa.

No es la primera vez que Cuevas evidencia sus métodos e ideas antipopulares y de marcado carácter autoritario. Desde aplicar tácticas de limpieza social contra la población en situación de calle en Cuauhtémoc o lanzar pelotas con dinero en efectivo en eventos públicos, ha llegado incluso a secuestrar a tres policías de la Ciudad de México, hacer marchar de forma militar a sus funcionarios en una ridícula muestra de fuerza, o amenazar con violencia física a la Jefa de Gobierno capitalina. 

Frente a las actitudes autoritarias, porriles y caciquiles de Sandra Cuevas y sus aliados en la alianza PAN-PRI-PRD, las y los vecinos de Santa María la Ribera y de Cuauhtémoc debemos responder de forma organizada. Aceptando que es imposible tolerar que este personaje permanezca en un cargo público, las y los vecinos debemos constituir comités y organizaciones vecinales que defiendan el derecho al arte y al uso libre y demócratico de los espacios públicos. Solo si sumamos nuestras fuerzas en torno a un programa de demandas más amplias, dentro de las cuales la revocación de mandato debe ser una de las más importantes, podremos derrotar a la derecha y el autoritarismo representado por Cuevas. 

Quienes integramos y construimos Alternativa Socialista planteamos lo siguiente:

  • ¡Basta de criminalizar el arte popular y las tradiciones de las colonias y barrios de Cuauhtémoc y de toda la Ciudad de México!
  • ¡Cese inmediato del acoso institucional y criminal contra vecinas, vecinos, activistas, artistas y proyectos como la librería Volcana Lugar Común!
  • ¡Revocación de mandato a Sandra Xantall Cuevas Nieves, alcaldesa de Cuauhtémoc, e inhabilitación para ocupar cualquier otro cargo público!
  • ¡Investigación y procesamiento de los golpeadores dirigidos por Sandra Cuevas y su familia, sean estos funcionarios públicos o no!
  • ¡Por la conformación de comités democráticos de colonos para defender la cultura popular!
  • ¡Por la reivindicación del arte como arma revolucionaria!
  • ¡Por el derecho al arte, al ocio y a la felicidad de la clase trabajadora!