San Gregorio Atlapulco: ¡No es sequía, es saqueo!

El pasado 1 de diciembre se desarrolló una movilización en la avenida Nuevo León, en el pueblo de San Gregorio Atlapulco, Xochimilco. Las y los pobladores se manifestaron en rechazo a una obra pública, la cual le corresponde al Sistema de Aguas de la Ciudad de México e interviene en los canales hidráulicos que le corresponden a dicha zona. Ante eso, las autoridades de la Ciudad de México respondieron enviando a decenas de granaderos para intentar romper con la movilización de los vecinos. 

Escrito por Natalia Chávez, Alternativa Socialista (ASI en México)

La movilización en San Gregorio no es la primera se da en relación con el tema del agua. Xochimilco, último bastión de los mantos acuíferos expuestos en la Ciudad de México, ha sido de las zonas más afectadas, ya sea por obras que buscan la extracción de este recurso de esta zona para alimentar otras áreas de la Ciudad de México o por las obras que han afectado los humedales. Esta situación ha dado paso a que las y los habitantes de la zona hayan lanzado procesos de organización popular y resistencia en defensa de sus recursos. 

El primer día de manifestación, las y los habitantes de San Gregorio tomaron las instalaciones de la obra para solicitar información, pero poco después fueron encapsulados por decenas de granaderos, que llegaron a superarlos en 3 a 1. La Coordinación de Pueblos de Xochimilco denunció ante medios que los policías agredieron a la población de la zona e incluso destrozaron un automóvil particular. Además, se reportó un total de veinticuatro heridos y hasta cuarenta detenidos tras el enfrentamiento entre la policía y pobladores.

El 2 de diciembre, Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, usó la plataforma de Twitter para señalar que había “instruido hacer una investigación a fondo para conocer cómo se dieron los hechos”. Asimismo, pidió al Secretario de Gobierno, Martí Batres, establecer diálogo con los pobladores. Un diálogo que vino después, y no antes, del amedrentamiento de los pobladores de San Gregorio. 

Algunos representantes del Partido Acción Nacional se presentaron en la obra tomada por los ciudadanos para mostrar su falsa solidaridad con ellos, en un evidente acto de oportunismo pues por todos es conocida la exigencia cotidiana de la derecha para responder con mano dura a los movimientos. Martí Batres reprobó dicho acto, señalando que los funcionarios públicos conservadores —como los panistas— se mostraron firmes en negarle el espacio de participación que les correspondía a las y los habitantes de pueblos originarios en 2001; igualmente recordó públicamente que, en 1992, las reformas que impulsó la derecha en México, concluyeron en que fuera constitucional privatizar territorios ejidales y agrarios. Esta situación exhibe la hipocresía de la derecha, que ahora busca ganar votos a costa de Morena, sin interesarse realmente en el pueblo trabajador sino simplemente para intentar capitalizar políticamente la situación. Pero también se exhibe la doble cara de algunos sectores de Morena, que reprochan a la derecha sus actitudes y acciones contra el pueblo trabajador pero que en las acciones operan igualmente en contra de los pobladores de estas zonas.

El 7 de diciembre, las y los habitantes de San Gregorio se organizaron en comisiones para pasar la noche y continuar en las instalaciones con el fin obtener la información adecuada sobre las obras hidráulicas. Es claro que las y los habitantes de San Gregorio no tienen información clara y completa sobre las obras hidráulicas que están llevándose a cabo en la zona, obras sobre las que no se les notificó y donde es claro que tampoco ha manifestado interés de parte del gobierno local en establecer un diálogo concreto con las y los habitantes de Xochimilco. 

Las movilizaciones del 1° de diciembre y los días posteriores tuvieron como fruto el anuncio de la cancelación de las obras en cuestión el día 9 de diciembre, además de la liberación y retiro de cargos a las personas detenidas. La resistencia dada por las y los habitantes de San Gregorio, nos demuestra una vez más el potencial de la lucha organizada. La victoria en San Gregorio es un ejemplo de la lucha contra los proyectos impuestos anti democráticamente a los pueblos y comunidades, en especial las obras relacionadas con los recursos naturales que son explotados en detrimento de las comunidades.

Especialmente debemos poner atención a esta situación, y a la resistencia de San Gregorio, ante la cada vez más complicada situación del agua en la Ciudad de México. Cada día los cortes de agua en grandes zonas populares son más comunes, especialmente al sur y oriente de la CDMX. Este problema puede hacerse todavía más grave con la proliferación de proyectos de desarrollos inmobiliarios plagados de corrupción, como los del PAN de Benito Juárez. Pero también corre el riesgo de hacerse un problema mayor con el anuncio de cooperación entre el gobierno de la Ciudad y empresas como Airbnb.

Desde Alternativa Socialista reprobamos los actos de represión y despojo de los recursos en contra de las y los pobladores de Xochimilco y de todo el país.  La lucha por condiciones mejores de vida para la repartición de recursos debe considerar las demandas e intereses de los pueblos, mediante consultas y proyectos que los consideren como parte de estos y no pasar por encima de los intereses de las y los pobladores.  

¡Defendamos el agua y la vida! ¡El agua es del pueblo y para el pueblo!