¡Por el derecho a decidir, la lucha debe continuar!
Este 6 de septiembre, la Primera Sala de Suprema Corte de Justicia de la Nación otorgó el amparo que promovió el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) contra cuatro artículos del Código Penal Federal que mantienen sanciones de cárcel para las personas que deciden recurrir a la interrupción de un embarazo. De este modo la Suprema Corte de Justicia ha hecho realidad el deseo de miles de mujeres para despenalizar el aborto en México. Este es sin duda alguna un enorme paso adelante del movimiento feminista y LGBTQ+ en la conquista de derechos para las mujeres y personas LGBTQ+, pero sólo la organización y movilización en las calles lo hará realidad.
Escrito por Rosa, Feminismo Socialista Internacional en México
La marea verde, como se le conoce a la lucha por el aborto gracias al inspirador movimiento feminista en Argentina que logró la despenalización del aborto en ese país en 2020, ha logrado un nuevo e inaliable triunfó en América Latina. Esta vez en México. Esto es el resultado de la movilización de millones de personas en todo el país por lograr la despenalización del aborto a nivel nacional. La despenalización del aborto en México ha sido un largo proceso que comenzó en 2007 en la Ciudad de México. Después, la marea verde fue expandiéndose a diversos estados del país: Aguascalientes, Baja California, Sinaloa, Guerrero, Colima, Hidalgo, Baja California Sur, Veracruz, Coahuila y Oaxaca.
A pesar de que la despenalización abre muchas puertas, no elimina los precios y estereotipos sociales, que podrían obstaculizar el acceso a este derecho. Esto significa que, aunque se haya declarado la penalización del aborto como inconstitucional a nivel federal, siguen existiendo barreras para que una parte significativa de la población, especialmente las mujeres de clase trabajadora, acceda a este servicio. Por esta razón, además de la despenalización a nivel federal, es necesario capacitar tanto al personal médico como al conjunto de las instituciones para combatir los prejuicios contra el ejercicio de este derecho.
La despenalización del aborto no garantiza un acceso digno, seguro y gratuito a la interrupción legal del embarazo. Por lo tanto, la despenalización debe ir acompañada de la asignación de recursos y la ampliación de la cobertura del servicio de salud a nivel federal, estatal y municipal para el ejercicio pleno de este derecho. De lo contrario, como ocurre hasta ahora, las mujeres y personas gestantes con mayores recursos podrán abortar mientras las demás serán obligadas a abortar en malas condiciones en el mejor de los casos, sino a morir o a continuar el embarazo en el peor de los casos.
Las políticas patriarcales de este país no cambiarán simplemente porque se declaren en los congresos locales y federales; se requiere una transformación radical en la de la sociedad. Por ello, además de la despenalización del aborto es necesario reforzar la educación sexual en todas las escuelas del país y dar una batalla frontal contra el oscurantismo de la derecha que pretende impedir que en las escuelas se hable de manera clara sobre la sexualidad en las aulas. Con ello es también indispensable fortalecer la distribución de anticonceptivos, para el ejercicio libre y pleno de la sexualidad de todes.
Desde Rosa Feminismo Socialista Internacional y Alternativa Socialista, estamos convencidas de que la emancipación de las mujeres y de nuestros cuerpos solo se logrará mediante la emancipación completa de nuestra clase, no sólo a través de un cambio en el discurso político y buenas intenciones jurídicas. Sin duda, el pronunciamiento de la Suprema Corte de Justicia ha sido un gran avance, pero no es suficiente. Aún hay un gran camino por recorrer para avanzar en la conquista de los derechos para las mujeres trabajadoras.
¡Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir!