Nueva represión de la Guardia Nacional en Puebla: ¡fuera Bonafont de la región cholulteca!
Hace un año, el 22 de marzo, integrantes de movimientos campesinos, indígenas y ambientalistas en la región cholulteca de Puebla tomaron la planta purificadora de Bonafont, propiedad de la transnacional francesa Danone. De acuerdo con testimonios de los habitantes de zonas aledañas, el complejo fue responsable de secar los manantiales y pozos de los que solían abastecerse. A partir de la toma, se instaló en el inmueble la Altepelmecalli (“Casa de los Pueblos” en nahua), destinada a ser un espacio de resistencia, reflexión y formación.
Escrito por Manuel Salmerón, Alternativa Socialista
No obstante, hoy, a once meses de consumada la toma, granaderos de la policía estatal poblana y elementos de la Guardia Nacional “recuperaron” las instalaciones para “devolverlas” a la empresa. Un vocero de los veinte pueblos nahuas en resistencia narra que los efectivos entraron por la fuerza en el lugar, desalojaron a sus ocupantes y eliminaron los murales del interior. El gobernador de Puebla, el morenista Miguel Barbosa, declaró a los medios no estar involucrado en la redada y que esta se ejecutó por una orden federal que reconoce a la empresa como “propietaria” del inmueble. Barbosa tuvo el cinismo de hacer un llamado al diálogo entre la compañía, los pueblos y el gobierno para “garantizar el respeto a los derechos humanos” y “proteger el agua de la región”.
Así, Morena demuestra nuevamente su desdén por los pueblos originarios y el cuidado del medio ambiente. ¡Qué lejana queda aquella cuestionable ceremonia de cesión del bastón de mando a López Obrador! ¡Qué huecas suenan sus constantes alusiones a la autodeterminación de los pueblos! El partido en el poder ha demostrado una y otra vez que si lo ostenta es para defender los intereses del capital: lo hizo Cuitláhuac García en Veracruz al permitir la construcción de una planta de Nescafé, amenazando el sustento y el acceso al agua de miles de familias; lo hizo Jaime Bonilla en Baja California al perseguir y reprimir el movimiento social que se opone a la instalación de la cervecera Constellation Brands en Mexicalli; lo hace a diario el gobierno federal al desoír las constantes amenazas a activistas ambientales y movimientos campesinos con tal de fomentar las inversiones del capital privado a lo largo y ancho del país. Es francamente una hipocresía gritar a los cuatro vientos que se va a defender los intereses del pueblo en contra de las transnacionales, y al mismo tiempo usar a las fuerzas de seguridad del Estado para defender a una transnacional ante la organización y resistencia de los pueblos.
Los pueblos nahuas, al verse expulsados y nuevamente amenazados por un nuevo ciclo de escasez en manos de Bonafont, pidieron su solidaridad al Ejército Zapatista de Liberación Nacional y al Congreso Nacional Indígena. En Alternativa Socialista nos pronunciamos por que este llamado sea escuchado más allá de estos dos grupos. Es hora de que las luchas de lxs trabajadorxs, campesinos e indígenas compartan el mismo frente, el mismo objetivo: la lucha permanente contra los poderes del capital.
Lo que sucedió hoy en Puebla es solo una muestra más de que por más progresista que se pinte un gobierno que no rompe con el capitalismo seguirá atendiendo a las demandas de la clase a la que sirve el sistema capitalista en su conjunto. Solo la lucha organizada de los oprimidos puede parar los abusos que el Estado comete en nombre del “progreso” y las “inversiones”.
Desde Alternativa Socialista demandamos:
- ¡Alto a la ocupación de la Guardia Nacional de la Altepelmecalli, la Casa de los Pueblos!
- ¡Alto a la persecución y amenazas a los habitantes de la región cholulteca!
- ¡Devolución inmediata del control de los cuerpos de agua de la zona a sus pueblos originarios!
- ¡Basta del uso de la Guardia Nacional para servir a los intereses del capital privado!