¡Libertad a Mahmoud Khalil! ¡Palestina libre! ¡Alto al genocidio ahora!

De camino a la imprenta, Mahmoud Khalil, líder del campamento de solidaridad con Palestina en la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York, fue arrestado y amenazado con ser deportado de los Estados Unidos. 

Editorial de The Socialist, periódico de Socialist Party (PRIM en Irlanda).

Esto a pesar de contar con una Green Card, que le otorga el derecho legal de residir en el país. Mahmoud está casado con una ciudadana estadounidense, y la pareja espera a su primer hijo en abril.

El arresto y detención de Mahmoud en Luisiana, a más de 1,000 millas de su hogar en Nueva York, surge de una de las nefastas órdenes ejecutivas que buscan deportar a activistas pro-Palestina nacidos en el extranjero, bajo el pretexto de una oposición al antisemitismo. 

Mahmoud es un refugiado palestino nacido en Siria, cuyos abuelos huyeron de Palestina después la Nakba de 1948, cuando 750,000 palestinos fueron étnicamente borrados de su tierra natal por milicias sionistas. 

Trump declaró que su arresto y deportación eran “los primeros de muchos por venir.” A la par de muchas de sus medidas racistas y autoritarias, está intensificando una cacería de brujas contra el movimiento en solidaridad de Palestina. Su objetivo es crear un efecto de paralización y silenciar las voces en contra del genocidio de Gaza.

La oposición crece

No obstante, los intentos de deportar a Mahmoud ya han sido enfrentados con una oposición activa en forma de protestas con decenas de miles asistentes, dos días después de que ICE (la agencia gubernamental enfocada a reforzar la deportación de inmigrantes) lo arrestara. 

Un día después del inicio de la campaña, alrededor de dos millones de personas firmaron una petición exigiendo su liberación. La presión fue tal que una corte federal bloqueó temporalmente su deportación, reflejando la presión de este reclamo público

Intentos para silenciar a la disidencia anti-sionista en los Estados Unidos no son nuevos. 

En 2007, el autor y activista Norman Fielkestein fue despedido de su trabajo en la universidad de St. Paul en Chicago y se ha mantenido en una lista negra desde entonces. 

Más recientemente, durante la guardia de Joe Biden, campamentos tales como aquellos en Columbia y otros campus fueron reprimidos brutalmente por la policía el año pasado. Miles fueron arrestados, y muchos alumnos que protestaban fueron expulsados o suspendidos de sus programas. 

Más generalmente, numerosos estados a lo largo de Estados Unidos introdujeron legislaciones que buscan criminalizar el apoyo al BDS (por sus siglas en inglés Boicot, Desinversión, y Sanciones) contra Israel. 

Este patrón represivo no es exclusivo de EE. UU. Forma parte de una preocupante tendencia global. Varios gobiernos capitalistas que respaldan el apartheid y el genocidio israelí están atacando los derechos democráticos y reprimiendo a los activistas pro-Palestina. 

Notablemente, en Alemania, el segundo exportador más grande de armas para Israel, el Estado ha participado en numerosos arrestos e intimidación. Poco después de que el genocidio comenzara en octubre de 2023, 600 personas fueron arrestadas en protestas en solidaridad por Palestina en un periodo de dos semanas. 

El genocidio continúa

La deportación de Mahmoun Khalil se desarrolla mientras que el genocidio en Gaza sigue en curso. Superficialmente, un frágil alto-al-fuego se queda en su lugar. 

Sin embargo, las condiciones para los dos millones de habitantes de la Franja de Gaza siguen siendo insoportables. La comida y medicamentos tienen el acceso restringido a esta prisión al aire libre, y la electricidad fue cortada.

El acceso a alimentos básicos se ha vuelto escaso y costoso, mientras que solamente el 10% de la población cuenta con agua potable. Las Naciones Unidas ha ya advertido de un verdadero peligro inminente de hambruna. 

Los pronunciamientos obscenos de Trump con respecto a la limpieza étnica de Gaza para volverla en la “Riviera del Medio Este” han envalentonado al gobierno de Netanyahu para incrementar la presión sobre la gente de Palestina. 

En la ocupada Cisjordania, un estimado de 40,000 Palestinos fueron desplazados de sus hogares por las Fuerzas de Ocupación Israelíes. Éste ha sido el desplazamiento más grande desde el inicio de la ocupación en 1967. 

La “Gazaficación” de Cisjordania

Restricciones severas fueron impuestas en la libertad de movimiento de los palestinos; permisos de trabajos para aquellos que trabajaban con la Línea Verde han sido revocados, y granjeros no tienen permitido el acceso a sus tierras. 

Las detenciones masivas son cada vez más frecuentes, mientras que nuevos centros de tortura disfrazados de campos de detención están surgiendo. 

Lo que ahora se conoce como la “Gazaficación” de Cisjordanía sucede a la par de ataques aéreos apuntando áreas civiles, incluyendo tales como la infraestructura vital tal como la cañería, y redes de transporte y de electricidad, mientras que la demolición de hogares continúa con paso firme. 

Por primera vez desde 2002, tanques entraron a Cisjordania para reforzar la ocupación militar. 

Respaldar el genocidio en Palestina y reprimir los derechos democráticos en casa resume el enfoque de los líderes capitalistas occidentales en los últimos 16 meses de horror. 

El desmantelamiento la ocupación y el Estado de apartheid israelí está entrelazada con la batalla de terminar el reinado de sus sistema capitalista e imperialista globalmente. 

Ante los inimaginables horrores de los que estamos siendo testigos, exhortamos a todos nuestros lectores a unirse a la batalla por un cambio socialista revolucionario hoy.