¡Ley integral trans ya!
Debido a la hostilidad y desconocimiento jurídico y social hacia las personas trans en México, María Clemente propuso un proyecto de Ley Integral para las personas trans y anunció un ultimátum para su votación en la cámara de diputados. En este sentido, ¿cuál es la situación concreta de las personas trans en México?, y, ¿deberíamos apoyar esta reforma?
Escrito por Natalia Chávez, ROSA, feminismo socialista internacional.
Este 3 de abril, la diputada federal por MORENA, María Clemente García Moreno, proclamó un ultimátum para que su partido, que tiene mayoría en la cámara de diputados, sea consecuente con la “defensa a la diversidad” que defiende, a través de votar a favor de algunas reformas por los siguientes motivos:
- Reformar el artículo primero constitucional, el cual no estipula la prohibición de la discriminación por razón de identidad de género;
- Tipificar al transfeminicidio, como forma de visibilizar y procesar jurídicamente el asesinato de mujeres trans y todo lo que estos crímenes de odio conllevan;
- Derogar el “crímen por contagio” del art. 99 Bis del Código Penal Federal, que considera sanciones a quien, en período infectante de una enfermedad venérea, transmita el mismo a otra persona. Este artículo se ha derogado en el Código Penal de la CDMX, debido al estigma que representa hacia la comunidad LGBTIQ+.
María Clemente señaló directamente las limitaciones que ha representado MORENA, partido que ha fallado enormemente en atender las demandas de la comunidad LGBTIQ+. Específicamente de las personas trans, quienes no tienen visibilidad en la constitución política de nuestro país. Este discurso, así como la inconformidad por las violentas respuestas a las movilizaciones del 31 de marzo, las rupturas dentro del feminismo con las activistas transfóbicas, y el alza en la consciencia de muchísimas personas respecto a las condiciones de vida de las personas trans, son síntomas de nuestro hartazgo y necesidad por exigir que el Estado deje de ignorar nuestra identidad y todo lo que conlleva nuestra existencia y nuestras exigencias.
La Ley Integral Trans
Este es el nombre coloquial para la iniciativa de Ley general de acceso integral a los derechos de las personas trans, propuesta por la misma María Clemente en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. En ella existe información diversa que visibiliza las casi nulas posibilidades de que las personas trans en México puedan tramitar documentos con su identidad de género y nombre.
En general, la ley propone visibilizar y atender las siguientes demandas de las personas trans: reivindicar nuestro derecho a recibir educación pública, en donde las escuelas obedezcan normativas para no discriminar nuestra vestimenta e identidad. Seríamos reconocides en la constitución, donde plenamente se nos reconozca nuestra identidad, y nos otorguen documentos oficiales con datos concordantes a nuestro género autopercibido. Igualmente plantea seguir garantizando y haciendo asequible todos los servicios públicos, incluyendo la seguridad social. Con el proyecto de ley, se plantea la prioridad por tomar medidas en las instituciones estatales, de este modo propone la profesionalización de la burocracia de las instituciones públicas en temas de violencia y crímenes de odio contra la población trans.
En el tema de vivienda, plantea la obligación de las instituciones para lanzar convocatorias, facilidades económicas y estímulos para que podamos acceder a viviendas dignas; aunque esto sería imposible sin replantear el papel de la STPS para ofrecer bolsas de trabajo específicas y dignas para las personas trans, siguiendo el art. 32 constitucional, en el que está expresa la prohibición de discriminación en los procesos laborales.
Pensamos que esta iniciativa de ley representa un gran paso en los derechos de las personas trans y que es una gran ganancia para la comunidad LGBTIQ+, pero lo cierto es que esta iniciativa de ley fue presentada el 21 de noviembre de 2023 y aún no hemos visto demasiados avances para votarla en la Cámara baja. Así como también denunciamos que, incluso si los planteamientos de reforma constitucional y profesionalización de la burocracia estatal son llevados a cabo luego de que se apruebe este proyecto, que nos parecepositivo, ha existido intentos por replantear y capacitar a la burocracia y a las instituciones para atender la violencia de género para las mujeres cisgénero desde hace años, y los resultados de estos cambios dejan mucho que desear.
Incluso si buscamos plataformas gubernamentales para recibir apoyo para conseguir empleos, las brechas salariales y condiciones de empleo siguen siendo enorme y deján con menos sueldos que a los trabajadores hombres cisgénero. Además de esto, y definitivamente no menos importante, es realmente traumatizante el maltrato y revictimización que sufrimos cuando denunciamos un delito, además de que nuestras carpetas no tienen avances y los delitos quedan impunes.
¿Cómo viven las personas trans en México?
Específicamente las mujeres trans representan una población poco estudiada y en condiciones de marginalidad alarmantes y peligrosas. Citando a nuestro manifiesto ¡Por un feminismo socialista!, hemos de presentar algunos datos encontrados sobre la condición en la que viven las mujeres trans:
México es el segundo lugar en el mundo con mayor tasa de transfeminicidios, el CAIT contabilizó entre 2007 y 2022 un total de 590 casos. En nuestro país la esperanza de vida de las mujeres trans es de 35 años según el INAPAM, mientras que los hombres viven en promedio hasta los 74 años y las mujeres cisgénero hasta los 79 años. La STPS en 2023 lanzó un boletín con información sobre el rechazo en los trabajos a personas con identidades u orientaciones no normativas, y resultó que la tasa más alta es para las mujeres trans.
Aproximadamente el 90% de las mujeres trans en México están en situación de desempleo, 5% de ellas ejercen una profesión, y este hecho las orilla a emplearse en sectores informales y en la industria sexual, en la cuál enfrentan violencia psicológica y física. Estas son actividades en las que se encuentran vulnerables y propensas a ser víctimas de transfeminicidio, debido a riñas o incluso violencia policial, como en el caso de Britney en Xalapa en 2022.
Según el INEGI, el 0.9% de la población de 15 años y más edad, se identifica como trans. Dentro del total de personas de identidades disidentes, las personas transexuales y transgénero, representan el 34.8%. Estos datos nos dicen que, en efecto, el 0.9% de la población mexicana. Es decir, más de 900 mil personas, son invisibilizadas en identidad, en servicios públicos, en tipificación explícita de crímenes de odio en nuestra contra, y muchos otros hechos violentos y de opresión.
A pesar de la evidente marginalidad en la que viven las mujeres trans y la comunidad trans en general, aún no se han hecho diversos cambios constitucionales y de política pública en general para que las personas trans vivan en dignidad, con seguridad de que transitarán las calles y no serán víctimas de crímenes de odio o víctimas de discriminación. Todo esto ha llevado a la comunidad LGBTIQ+ y grupos feministas conscientes sobre la explotación y la opresión en general en la que viven las personas trans, a hacer esfuerzos políticos, como movilizaciones, foros, conferencias y actividades artísticas, entre otras, para visibilizar a las personas trans, para que las demás capas de la sociedad se sensibilicen con nuestra situación y luchemos juntes.
La violencia policial del 31 de marzo del 2024 en CDMX fue desmedida y demuestra que no solo no respetan nuestra existencia al ser discriminades y asesinades, además de que los crímenes en nuestra contra suelen quedar impunes, debido a que no hay lenguaje jurídico para nosotres presente en la constitución. Es evidente que la policía administrada por el partido que se dice defensor de los derechos humanos, de los pobres por el bien de todos, de la diversidad sexogenérica y muchas otras reivindicaciones, es el mismo gobierno que reprime las protestas en donde tenemos que salir a exigirles que se compadezcan de nosotres. En México y en el mundo nos asesinan, violan nuestros derechos, vivimos en pobreza sin trabajos, sin hogares, sin servicios de salud adecuados, suficientes y asequibles. En vez de cumplir con proteger nuestras vidas e integridad, utilizan sus fuerzas cobardemente para callarnos y desmovilizarnos, pero eso no pasará.
La coyuntura que enfrentamos las personas LGBTIQ+ es, claramente, una cuestión de clase. Las dinámicas de opresión y de violación de los derechos humanos que sufren las personas LGBTIQ+ trabajadoras, que son la mayoría, son deshumanizantes a comparación de la discrminación que sufren las personas que gozan de privilegios de clase. Es en estos casos, donde la posición interseccional, en la que consideramos a todas las opresiones como mismas en la ejecución de dinámicas de poder, es insuficiente. Las personas LGBTIQ+, mujeres y personas racializadas que son de clases dominantes, tienen la capacidad y el poder para oprimir a les trabajadores, que no ostentan las capacidades de poder económico y político que los otros sí.
¿Cuál es nuestra posición?
Pensamos necesaria nuestra articulación y movilización para empujar a las Cámaras del Congreso a pasar la Ley Integral Trans. Nuestros esfuerzos no pueden parar ahí, en realidad pensamos ir a las últimas consecuencias hasta que vivir en dignidad sea lo usual, y esto significa no más transfeminicidios, no más crímenes en nuestra contra y no más impunidad a los violentadores.
Al retomar los avances de las personas trans en la administración de Sheinbaum, sobre todo con la Ley para el Reconocimiento y la Atención de las Personas LGBTTTI de la Ciudad De México del 7 de Septiembre de 2021, la CDMX se ha convertido en un espacio mucho más amigable con nuestra presencia, a pesar de la mesura con la que respondieron las demandas de la comunidad. Aún así, nuestra articulación no se trata de aplaudir a reformistas y quedarnos callados y de brazos cruzados frente a lo que aún pasa con nuestra comunidad. Nuestra organización internacional pretende luchar contra la austeridad, claramente nuestras vidas no son signos de pesos ni un voto más, queremos un Estado formado por y para la clase trabajadora.
La derecha de MORENA conscientemente ha tratado de aplazar las demandas e inmovilizar y reprimir a la comunidad LGBTIQ+ y al movimiento feminista. La cúpula del partido ignora y obstaculiza los reclamos bajo la consigna de “unidad” sin principios, mientras que María Clemente, aún con las críticas que tenemos hacia su desempeño como diputada, llama a la movilización. Esto resulta en la cada vez más abierta ruptura entre la dirección de MORENA y sus bases. Este hecho lo hemos señalado otras veces: sin duda alguna existe un sector mucho más consciente de los abusos y opresiones que viven las y los trabajadores en México, y, aunque con limitaciones y errores, estos elementos del partido señalan los todavía peores errores del otro bando.
Nuestra invitación es a continuar articulando un movimiento consciente, sensible, organizado y combativo. Las personas trans somos trabajadoras, somos personas gestantes, tenemos derecho a gozar de una vida digna y realmente nuestra misión como militantes socialistas LGBTIQ+ y aliadas/os, es comprender nuestra realidad concreta. Estamos rodeados de opresión y nuestros enemigos, causantes y reproductores de nuestra opresión, son el capital, el patriarcado, la LGBTIQfobia, la transfobia y todos los discursos y actos políticos que pretendan deshumanizar a cualquier trabajador.
Nuestra disidencia rompe con los paradigmas de la familia tradicional, servil al capitalismo, a la acumulación de capital. Marx y Engels escribieron en el Manifiesto del Partido Comunista que el capitalismo irremediablemente está creando a sus propios sepultureros, y es así, pero esto no será un evento espontáneo, solamente será resultado de lo que construyamos activamente a favor de nosotres y en contra de ellos.
¡Ley Integral Trans ya! ¡Disidencias contra el capitalismo!