En defensa de la transformación socialista: el Programa de Transición y su método

Este es un reporte de una de las sesiones de la Escuela Internacional de Cuadros de Alternativa Socialista Internacional, en la cual cientos de militantes de todo el mundo discutimos cuestiones claves para las y los socialistas y la clase trabajadora en conjunto, además de nuestra tarea de construir un movimiento de escape a la crisis capitalista.

Escrito por Connor Rosoman, Socialist Alternative (ASI en Inglaterra, Gales y Escocia).

La discusión contó con una introducción de dos partes. Leslie Kemp de Socialist Alternative en Canadá, explicó la historia y las raíces del Programa de Transición. Presentado en el texto “La agonía del capitalismo y las tareas de la IV Internacional”, de León Trotsky, y adoptado por la Cuarta Internacional en 1938, dicho programa actúa como un puente para los socialistas en un período no revolucionario entre las luchas cotidianas actuales de la clase trabajadora y la necesidad de un cambio socialista.

Este enfoque es un antídoto contra los fracasos tanto del reformismo como del sectarismo de ultraizquierda al interior del movimiento socialista. En su momento, estos enfoques erróneos sentaron las bases para grandes derrotas del movimiento obrero, incluido el ascenso del fascismo en Europa.

El reformismo, que pretende cambiar la sociedad poco a poco, se centra en un programa mínimo de reformas inmediatas. Cuando (o si acaso) se menciona el programa “máximo” del socialismo, sigue siendo un ideal desconectado del trabajo de la organización aquí y ahora, simplemente reservado para una fecha posterior o para un llamado radical.

Por otro lado, los socialistas de ultraizquierda se niegan a comprometerse con las luchas y la conciencia actuales de la clase trabajadora. En lugar de eso, se entregan a consignas vacías como “una solución: la revolución”, que no brindan nada a quienes se movilizan hacia la lucha.

El método de transición contrasta con ambos enfoques. Su objetivo es construir un puente entre la conciencia tal como es ahora y la necesidad del socialismo. Esto se hace a través de una serie de demandas cada vez más audaces que apuntan hacia la conclusión inevitable de la necesidad de una transformación socialista de la sociedad.

Pero como explicó Leslie, sus raíces se remontan mucho más atrás. Fue formado por medio de décadas de lucha previa. Incluso en 1848, Marx y Engels incluyeron un programa inmediato de demandas como parte del Manifiesto Comunista.

Esto también fue cierto para el Partido Bolchevique a lo largo de la Revolución Rusa. La rica experiencia de la primera revolución obrera exitosa sigue siendo de enorme valor para los socialistas. El éxito de los bolcheviques en la construcción de un movimiento que pudiera derrocar al capitalismo se basó en su hábil uso de consignas que movilizaron a las masas de trabajadores y campesinos, y que expusieron al sistema capitalista y a sus representantes como incapaces de ofrecer una salida a la guerra, la pobreza y la opresión. Esto significó un enfoque flexible, planteando demandas en el momento adecuado y enraizado en una comprensión de la situación política y el estado de ánimo de la clase trabajadora y los pueblos oprimidos.

Un programa vivo

Chris Gray, de Socialist Alternative en los Estados Unidos, explicó cómo usamos este método para dar forma a nuestro trabajo en la actualidad. El Programa de Transición es un documento vivo, no un dogma fijo. Se basa en las luchas actuales de la clase trabajadora, así como en las diversas experiencias y los diferentes niveles de organización entre los distintos sectores de la clase trabajadora.

Cuando el revolucionario ruso León Trotsky se reunió con los líderes de la Cuarta Internacional (una organización socialista internacional fundada por Trotsky y otros bolcheviques opuestos a la toma del poder estalinista en la URSS) en México, describió el programa como notas en una pieza musical. Se compone de demandas individuales (las notas) pero juntas funcionan como un programa de lucha completo. Ninguna de estas demandas se plantea de forma aislada; todos ellos están conectados a un programa más amplio.

Algunas de estas notas pueden incluir eslóganes inmediatos como el “¡Fuera Bolsonaro!”, como lo usamos en Brasil, o “¡Expulsemos a Johnson!” en Inglaterra, Gales y Escocia. También puede incluir demandas de transición para la nacionalización de los bancos bajo el control y la gestión democrática de los trabajadores y, por supuesto, para el cambio socialista en sí.

Esto a menudo significa comenzar con las demandas planteadas en el movimiento y continuar con la pregunta “¿cómo ganamos?”. Esto nos distingue de otras corrientes de izquierda. Por ejemplo, cuando los trabajadores de comida rápida exigieron USD $15 por hora como parte del movimiento 15Now de 2014 en los Estados Unidos. A diferencia de algunos grupos que vieron como más revolucionario pedir un salario mínimo de USD $16, propusimos un método de lucha para ganar el alza de USD$15 por hora y ayudamos al movimiento a lograr una victoria concreta. De esta victoria surgió una base para más luchas de los trabajadores y una campaña nacional por un salario mínimo de USD $15 que se ha ganado en varias ciudades estadounidenses.

Demandas democráticas

Otra “nota” en el programa de transición es la de las reivindicaciones democráticas.

Para nuestra organización en China, Hong Kong y Taiwán, la lucha por los derechos democráticos, política y económicamente, es una parte crucial de la lucha y, como resultado, absolutamente esencial para nuestro programa.

En Brasil, es posible que los miembros de ASI tengan que luchar para defender los resultados de las elecciones de octubre, donde es poco probable que Bolsonaro acepte una derrota electoral.

A medida que el capitalismo profundiza su crisis, la represión política, los ataques a los derechos democráticos e incluso la amenaza de golpes de estado se vuelven más probables a medida que la clase capitalista intenta apuntalar su dominio.

Se trata de un sistema amañado contra el pueblo trabajador y la represión es parte central de dicho sistema. Como tal, incluso cuando defendemos una victoria electoral contra políticos de extrema derecha como Bolsonaro, no tenemos fe en las estructuras del capitalismo para defender tal resultado. Pero al vincular la necesidad de derechos democráticos con la lucha de la clase trabajadora, la necesidad de organizarse en las calles y en el lugar de trabajo para luchar contra la extrema derecha, por ejemplo, y la incapacidad del capitalismo para defender verdaderamente nuestros derechos, podemos establecer la conexión con la necesidad del cambio socialista, y qué tipo de movimiento es necesario para llevarlo a cabo.

Pero sabemos que incluso las demandas democráticas básicas pueden convertirse en una chispa para levantamientos revolucionarios, como en los llamados movimientos de la “Primavera Árabe” de 2011. Por esta razón, tales demandas son esenciales para nuestro programa.

Demandas de transición

Gran parte de las y los asistentes discutieron la necesidad de consignas inmediatas que señalen un camino claro para los próximos pasos en la lucha.

Cada victoria que gana nuestra clase destaca los límites de tales victorias dentro del sistema actual. Para ganar un aumento salarial real que haga frente a la actual crisis del costo de vida, se requerirá una lucha decidida contra los patrones, que insisten en que no pueden pagarlo. Necesitamos estar preparados para desafiarlos en esto, exigiendo que abran sus libros de contabilidad para mostrar dónde está el dinero y plantear la cuestión de la nacionalización si las empresas privadas realmente no pueden garantizar salarios decentes.

La experiencia de lucha no solo aumenta la comprensión de los trabajadores sobre los límites de este sistema, sino que también aumenta su confianza y voluntad de lucha, y levanta los alcances de lo que es posible. Las reformas bajo este sistema enfrentarán resistencia, se revertirán en la primera oportunidad y nunca se ganarán por completo. Como socialistas, nos esforzamos por resaltar esto en el curso de la lucha, así como lo que se necesita para contrarrestar, de modo que sembremos las semillas para la próxima victoria en cada etapa.

Como explicó Eric Byl de Bélgica, la demanda inmediata del “Tax the Rich” (mayores impuestos a los ricos) que hemos planteado en muchas ocasiones, no se contrapone a la expropiación de los ricos, sino que de hecho resalta la importancia de esta última medida. Para nosotros es una forma de tener un primer paso para poder explicar que intentarán evadir el impuesto, que necesitamos la nacionalización, etc. En un momento dado, la demanda de gravar a los ricos puede dar paso a una de nacionalización. A veces, una demanda inmediata puede convertirse en una de transición, y viceversa.

Tal fue el caso cuando los bolcheviques lanzaron el eslogan de gran alcance de “¡todo el poder a los soviets!” en 1917. Un año antes, esto habría sido una idea abstracta, pero en octubre de 1917 fue el próximo paso de lucha para que la masa de trabajadores y campesinos trazara una salida a la crisis de la guerra y la pobreza.

Rob Rooke de EE. UU. explicó dos aspectos clave para entender cuáles demandas plantear y cuándo, y mencionó la importancia de partir de la situación objetiva en el mundo (es decir, el contexto económico y político más amplio) y hacer hincapié en comprender el desarrollo molecular de la conciencia. Para los marxistas, comprender la situación objetiva más amplia, así como la etapa precisa de desarrollo en la conciencia de los trabajadores, es crucial para presentar las demandas correctas en el momento adecuado.

Un ejemplo del enfoque de transición en acción lo dio Leo, de la sección estadounidense, donde hemos expuesto el papel de los demócratas al interponerse en el camino de la lucha para defender el derecho al aborto utilizando ciertas demandas clave. Hemos exigido a los demócratas que codifiquen Roe v Wade, lo que se niegan a hacer porque no están preparados para desafiar al establishment político capitalista o construir un movimiento para apoyar tal movimiento. En cambio, necesitamos construir un movimiento masivo e independiente que esté preparado para romper con los demócratas y luchar por nuestras demandas.

Asimismo, Zahra de Socialist Alternative en Inglaterra, Gales y Escocia, explicó cómo nuestro eslogan por una “Escocia socialista e independiente” ha sido crucial para contrarrestar el enfoque etapista de “Primero la independencia” del Partido Nacional Escocés, donde cualquier idea de luchar por mejoras concretas en las condiciones de trabajo de los trabajadores vidas queda relegado a un punto indefinido en el futuro.

Sin embargo, como mencionó Sara Moayeri de Austria, no es suficiente que solo tengamos el programa perfecto en papel. Necesitamos construir una organización que pueda usar ese programa, que pueda comprender cómo se desarrolla la conciencia a través de la lucha y cómo canalizarla en una dirección socialista. Eso es crucial para construir un movimiento revolucionario con la audaz dirección socialista que se necesita para cambiar la sociedad.

Una guía para la lucha

La discusión fue resumida por Bart de Bélgica. Explicó la importancia de un enfoque de transición en el período actual. A pesar de un resurgimiento de la lucha de los trabajadores y de las ideas socialistas en los últimos años, la clase trabajadora todavía está lidiando con los efectos del colapso del estalinismo, la sacudida hacia la derecha de los antiguos partidos de trabajadores y niveles históricamente bajos de afiliación sindical en muchos países.

Como resultado, el puente entre la conciencia actual y el socialismo puede ser largo; se necesita paciencia mientras los trabajadores avanzan paso a paso por ese puente.

Al mismo tiempo, existe la posibilidad de grandes saltos en la conciencia y la organización.

Las campañas masivas pueden surgir rápidamente y nuevas formaciones políticas de izquierda pueden surgir rápidamente y acercarse al poder. La cuestión de la estrategia se vuelve clave en estos momentos. Para Alternativa Socialista Internacional, el Programa de Transición es una herramienta crucial para intervenir en estas luchas y construir una organización revolucionaria como parte de ellas.