El paro de la UAEH: ¡Por un cambio profundo en la universidad!
La Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo ha tocado fondo en el último mes en un proceso de desgaste político que la ha afectado desde hace varios años y que su raíz radica en represión, porrismo, corrupción, caciquismo, compadrazgo. Todo ello sintetizado por la familia Sosa, conocida como “La Sosa Nostra”. Pero los estudiantes se organizan ante estos agravios para defender su derecho a una educación en espacios seguros y que fomenten su formación profesional en vez de estropearla.
Escrito por Eduardo Gutiérrez, Alternativa Socialista Internacional en México.
¡Los estudiantes resisten ante la represión y negligencia de las autoridades universitarias!
Los hechos dentro de la UAEH llevan ya más de un mes transcurriendo, ya que el Instituto de Artes (IDA) entró en paro el 18 de agosto tras la designación de María Teresa Paulín Ríos como directora, ya que los estudiantes acusan de actos de violencia e intimidación como profesora en la carrera de Teatro. Sin embargo, el pasado 19 de septiembre, la situación escaló debido a que los estudiantes de este mismo instituto tomaron el edificio de Rectoría de la Universidad en protesta por esta designación, además de derribar la estatua de la garza, emblema de la universidad. Hubo enfrentamientos entre trabajadores de la UAEH y miembros del Consejo Estudiantil Universitario (CEUEH) y los estudiantes, donde varios de ellos salieron heridos, incluyendo algunos padres de familia que apoyaban las demandas de sus hijos alumnos de esta universidad. Esto, en vez de intimidar a los universitarios y contener la movilización estudiantil, y después de un intento de la dirección de desprestigiar y criminalizar la protesta en los medios de comunicación, llevó a que el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu), el Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa), el Instituto de Ciencias Económico Administrativas (ICEA), la Escuela Superior Tlahuelilpan (UAEH), además del Comité de Lucha Universitaria de Hidalgo (CLUH), y el Instituto de Ciencias Básicas e Ingeniería (ICBI) se unieran a las exigencias de los estudiantes del IDA. Y también convocaron a paro y elaboraron demandas para sus institutos y la Universidad en su conjunto.
Entre las demandas que las y los estudiantes están reivindicando se encuentran: la reforma en la elección de directores de los institutos, y aún más importante, que los consejeros universitarios estén en sus cargos de manera activa y con consenso del estudiantado, que tanto el rector como el presidente del CEUEH sean elegidos con votaciones libres y secretas, y en el caso del segundo, que rindan cuentas de los recursos que se le asignan. Es decir, reivindican una reforma democrática de la Universidad. Igualmente se menciona que los miembros de la Sociedad de Alumnos deberán dejar su cargo una vez que cumplan su carga curricular, la investigación de casos de acoso y abuso sexual, la mejoría de los servicios de salud, psicología, transporte (Garzabus), e infraestructura, mesas de dialogo frecuentes, y la vinculación efectiva entre las evaluaciones sobre los profesores que hacen los alumnos y sus efectos en la vida educativa.
‘La Sosa Nostra’
Los universitarios, además de las demandas ya mencionadas, no sólo exigen la renuncia de la directora del IDA, sino también del Rector Octavio Castillo y del presidente del CEUEH Esteban Rodríguez (que participó en la agresión a estudiantes), la disolución de este consejo, y el fin de las represalias contra los estudiantes. Los pliegos petitorios y las exigencias se han ido ampliando y ya no solo incluyen las demandas mencionadas, sino que ya se sugiere y discute una de todavía mayor relevancia para la vida de la Universidad y de todo el estado de Hidalgo: el fin de la Sosa Nostra y su dominio en la UAEH.
Esta organización política controla la UAEH (por eso su otro nombre: Grupo Universidad) desde hace más de 40 años a través de la intimidación y corrupción. Gerardo Sosa Castelán, su principal dirigente, es un antiguo líder porril de la Federación de Estudiantes Universitarios de Hidalgo, exrector y ex diputado federal por el PRI, vinculado estrechamente al otrora secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. El grupo ha sido decisivo en la vida política no sólo de la UAEH, sino también de la de todo Hidalgo, trabajando para el PRI durante décadas, pero creando facciones tanto en el PAN, MC, y ahora sobre todo en Morena a partir de 2018. El grupo también apoyó la candidatura interna de Adán Augusto para ser candidato de Morena a la presidencia en 2024, y en otro ejemplo de intimidación de su parte, más no el primero, convocó a estudiantes y profesores a expresar su apoyo por el ex secretario de Gobernación en un mitin el 12 de julio bajo amenaza de afectaciones en sus calificaciones y/o bajas de la universidad. Todo esto se ha dado a cambio de descongelar las cuentas de la universidad (investigadas por corrupción), y de sacar a Gerardo Sosa del penal de máxima seguridad del Altiplano y ponerlo bajo arresto domiciliario. Ahora se han sumado al apoyo generalizado a Claudia Sheinbaum dentro de Morena.
¡La organización estudiantil es la solución a los problemas de la Universidad!
Estos sucesos en la UAEH y su relación con la 4T y el Grupo Universidad han impedido que, a pesar de las promesas de transformar la vida pública del país, la UAEH experimente su propia transformación bajo el gobierno del nuevo partido y del nuevo impulso por mejorar las condiciones de los hijos de la clase trabajadora y acabar con las antiguas dinámicas clientelares en varios espacios públicos. Se ha privilegiado, tanto por Morena como por el Grupo Universidad, beneficiar a grupos de poder, objetivos políticos y candidaturas fallidas o exitosas por sobre las carencias y exigencias de los hijos de los trabajadores que cada día buscan estudiar una carrera y mejorar sus condiciones laborales, así como un conocimiento crítico para transformar la realidad estatal y nacional a partir de una mejor educación pública y de calidad. Lo que se encuentran es más de lo mismo: caciquismo, corrupción y porrismo a manos del mismo grupo que ahora es aliado de un gobierno de izquierda.
Con todo esto queda claro que la única vía que le quedaba al estudiantado agraviado para transformar sus condiciones materiales e intelectuales, y que es la que debe seguirse en adelante, es la organización de los propios estudiantes. En comités o consejos, a partir de los cuales se elaboren pliegos petitorios que abarquen las demandas colectivas y particulares de cada instituto, planteando la democratización de la Universidad. Una organización democrática y de combate que plantee la unidad de los estudiantes con los profesores y trabajadores, también afectados por las políticas caciquiles y represoras del Grupo Universidad.
La movilización estudiantil, si bien no ha sido generalizada en todos los institutos de la UAEH, ha dado sus primeros frutos: a una semana del inicio del paro, la directora del IDA presentó su renuncia, y se ha retirado el vergonzoso nombre de Jesús Murillo Karam del auditorio de la UAEH por su relación con el caso Ayotzinapa. Pero aún faltan varias demandas por cumplir como la renuncia del rector y el fin de la Sosa Nostra. Aún falta generar un pliego petitorio general con un programa claro de acción estudiantil que atraiga al resto de escuelas, a estudiantes, profesores y trabajadores a movilizarse para dar un giro completo a la vida universitaria para que el control deje de estar en manos de un pequeño grupo y pase directamente a todos los miembros de la comunidad. Hay esperanzas de cambio: las movilizaciones en el Tecnológico de Saltillo, la Universidad Veracruzana, y la movilización alrededor del cambio de Rector en la UNAM y la espera de una democratización de la misma, indican que la tendencia a nivel nacional es la organización estudiantil combativa y democrática para la exigencia de mejoras en las condiciones de los hijos de la clase trabajadora y una verdadera democratización de las universidades públicas del país.