El movimiento estudiantil vuelve a levantar la cabeza

En los últimos meses hemos visto nuevos estallidos de luchas en diferentes escuelas y universidades en todo el país. Desde la lucha en la Universidad de Guanajuato contra la tecnificación, la lucha en la Universidad Veracruzana por el incremento del presupuesto o la lucha en el Tecnológico de Saltillo contra el mal uso y la corrupción en sus instalaciones, dan muestras de un movimiento estudiantil vivo contrario a la fraseología conservadora de la derecha sobre la indiferencia de la juventud. 

Escrito por Humberto García Corpus y Nander Barra, Juventudes Socialistas.

Un ejemplo es lo ocurrido el pasado 19 de septiembre en el Instituto Tecnológico de Saltillo, en el que las autoridades locales con el beneplácito de las autoridades de la institución permitieron el uso de los espacios educativos como un antro privado. Lo que generó un malestar entre la comunidad del ITS, del que nació un movimiento que unió a alumnos de toda la ciudad para exigir una mejor calidad educativa. Este es también el caso de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, donde estudiantes del Instituto de Artes tomaron un edificio administrativo exigiendo mejoras a la institución, así como cambios en el Consejo Universitario. Ante lo cual los alumnos y padres de familia fueron agredidos por las autoridades universitarias, lo que escaló la movilización a la que se sumaron otras escuelas de la universidad, extendiendo el paro y exigiendo la renuncia de la directora del Instituto de Artes, del rector y del dirigente del Consejo Estudiantil Universitario, quien es acusado de estar coludido con organismos ajenos de la universidad en vez de brindar apoyo al estudiantado.

De igual manera que se exigen mejoras dentro de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla donde camaradas de las Juventudes Socialistas en conjunto con distintos colectivos luchan por una reforma de la ley universitaria para exigir sus derechos estudiantiles. Así como dentro de la Universidad Veracruzana donde las y los estudiantes han comenzado la realización de asambleas con el fin de exigir un presupuesto para la UV del 4% de todo del presupuesto estatal, esto dado que existen un sinfín de demandas ante las carencias en la Universidad que han orillado a los estudiantes a movilizarse y realizar una marcha el 27 de octubre para la exigencia de condiciones dignas dentro de la universidad. 

Otro ejemplo es el movimiento dentro de la Universidad de Guanajuato, donde recientemente un movimiento estudiantil ha marchado por la transparencia en los procesos administrativos y electorales para su rectoría. Dado que recientemente se eligió como rectora a quien ha encubierto a un acosador con una gran cantidad de denuncias de acoso sin siquiera un expediente abierto. Esta marcha terminó con la toma del edificio principal de la universidad por parte de los alumnos.

Aunque estos procesos puedan parecer una serie de eventos aislados dentro de las universidades mexicanas, es importante resaltar que no es así. Por el contrario, todas estas luchas expresan el malestar acumulado por estudiantes, profesores y trabajadores ante las condiciones de precariedad a las que se enfrentan sus escuelas y universidades, y la falta de alternativas democráticas para resolverlas dentro de las instituciones educativas. El descontento general de los universitarios mexicanos no es solo una moda pasajera, sentimos la carencia y la crisis de costo de vida en carne propia, y ya estamos cansados de ser carne de cañón de recortes presupuestales y desvíos de recursos. Cada vez más compañeros universitarios nos levantamos a exigir un cambio en este sistema que no proporciona más que promesas frívolas y vacías frente a un futuro que se desmorona. 

Desde las Juventudes Socialistas y Alternativa Socialista sabemos que no es casualidad que los y las jóvenes del movimiento estudiantil, pero, así como compañeras y compañeres del movimiento feminista, ambientalista, por los derechos LGBTQI+, y la energía joven se disponga a tomar la delantera en el próximo periodo de la lucha de clases en el  pais. No es casualidad que una burbuja reviente por aquí y otra por allá, es síntoma de que el agua está a punto de hervir. Por ello, señalamos que la mejor forma de enfrentar estas adversidades es construyendo una organización revolucionaria para las y los estudiantes, así como para las y los jóvenes rechazados de la educación media superior y superior. Solo de manera organizada, levantando un programa común en todas las escuelas y universidades podremos luchar como una sola fuerza para lograr un incremento al presupuesto educativo nacional, y especialmente que este se vea reflejado en nuestras condiciones de estudio: mayor presupuesto, más becas, mejores laboratorios y servicios de cómputo, mejoramiento de las bibliotecas y aulas, comedores subsidiados, entre otras cosas son las banderas que levantamos como demandas de las y los estudiantes desde Alternativa Socialista y las Juventudes Socialistas.