El pasado 1 de octubre, López Obrador envió al Congreso de la Unión su iniciativa de reforma energética que considera modificar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución. Anunciada varios meses atrás y ratificada en el Tercer Informe de Gobierno, la reforma energética contempla fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad además de recuperar la propiedad nacional de los hidrocarburos y el litio, mineral estratégico en la producción de baterías. Sin duda, es un avance, pero no es el “cretinismo parlamentario” como conquistaremos una reforma energética en interés del pueblo trabajador.

Escrito por Alternativa Socialista, Alternativa Socialista Internacional en México.

La reforma busca recuperar la producción mayoritaria de electricidad en manos de la CFE para alcanzar el 54% de la generación de electricidad, que actualmente solo produce el 35%, dejando en manos de privados el 46% restante. Con ello, busca es mejorar el control de la paraestatal en la producción de electricidad, considerada actualmente como un derecho, para reducir los costos de la misma y evitar nuevos apagones como el del 28 de diciembre de 2020, en que una tormenta de nieve en Texas encareció el gas natural en 5,000% con el que se produce una parte de la electricidad en el norte del país, provocando el desabasto (ver ¿Cómo fue que la tormenta invernal en Texas provocó el apagón al norte de México? (reporteindigo.com)). Además de regular los contratos con los privados, que suprimirán a los reguladores autónomos.

La derecha y los capitalistas no han tardado en reaccionar ante la iniciativa de reforma energética, cacareando en primer lugar “el riesgo de las inversiones”. Eufemismo con el que se refieren al enriquecimiento exorbitante de unos pocos por medio del despojo de la mayoría. Denunciando que, la reforma energética, no les garantiza el acceso a la red eléctrica, es decir denuncian que no podrán usar como hasta entonces la red eléctrica sin ningún costo para el prorrateo de la electricidad. Este es un ejemplo claro del beneficio que los privados han obtenido con la reforma energética de Peña Nieto, que les permitía usar las instalaciones eléctricas federales sin ningún costo. Esto sin mencionar, que, en el esquema de la reforma de Peña Nieto, los privados tenían prioridad en la producción y distribución eléctrica en la red eléctrica federal aún por encima de la producción de la empresa estatal.

De manera descarada, la derecha y los capitalistas señalan que la reforma energética incrementará la tarifa eléctrica como si esta no viviera un aumento regular desde la reforma de Peña Nieto, que como hemos señalado ha priorizado a los privados y sus ganancias por encima de la CFE. Un ejemplo de ello es el de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales, ANTAD, que se ha beneficiado de la reforma energética de Peña Nieto al invertir en infraestructura de producción eléctrica “limpia” para abaratar sus costos con la ventaja de no pagar por el uso de las instalaciones eléctricas federales y poder vender sus sobrantes a la CFE. Un negocio redondo.

La producción de energías limpias es sin duda alguna otro de los grandes temas en torno a la reforma energética. Si bien es cierto que la reforma presentada por Obrador es limitada en este aspecto, pues no considera fomentar el desarrollo tecnológico y en infraestructura en este sector, la derecha y la burguesía desinteresada absolutamente en el tema ambiental lo han utilizado para denunciar la reforma presentada por Obrador. Para ello han utilizado como ejemplo el fomento de la producción de energía eólica desde el gobierno de Felipe Calderón en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, que en realidad solo han significado el despojo de las tierras de los campesinos de la zona. Y en el que los cambios a modelos de producción mas sustentables recaiga en estas empresas terciarias. Desplazando responsabilidades sin promover cambios significativos. Esto es una muestra clara del cinismo de la burguesía y la derecha, que únicamente usan el tema ambiental no para impulsar verdaderamente una alternativa ecológica al cambio climático sino únicamente para defender sus intereses de clase, los mismos que son causantes del cambio climático y la depredación ambiental en todo el mundo.

Por lo anterior, desde Alternativa Socialista reconocemos que la reforma energética presentada por López Obrador es sin duda un avance para recuperar la soberanía energética en interés del pueblo trabajador mexicano. Pero es insuficiente, así como es insuficiente la táctica adoptada por Obrador y por la dirección de Morena, encabezada por Mario Delgado, para lograr la aprobación de la reforma. La derecha y la burguesía, conscientes de los intereses de clase que defienden, han lanzado una clara campaña contra la reforma energética de Obrador. Por ello desde Alternativa Socialista hacemos un llamado a construir un frente único de lucha para conquistar y ampliar la reforma energética y nos sumamos a la convocatoria de movilización impulsada por la Coordinadora Nacional de Usuarios en Resistencia para movilizarnos el próximo jueves 21 de octubre a las 11 am del Zócalo a la Cámara de Diputados para conquistar, defender y ampliar la reforma energética impulsada por López Obrador.

No es el “cretinismo parlamentario”, como llamó Lenin a la táctica del reformismo que considera que no son necesarias más que negociaciones para conquistar reformas para el pueblo trabajador, como conquistaremos una reforma energética en interés del pueblo trabajador. La movilización y la lucha en las calles, las colonias, los barrios, las escuelas y los centros de trabajo es el único camino por el cual los trabajadores conquistaremos una reforma energética que, como la presentada por Obrador, sea en interés de la mayoría del pueblo trabajador. Por ello, es solo mediante la movilización y la organización democrática como podremos arrebatarle a la burguesía y la derecha una y mil conquistas en beneficio de la mayoría.

Desde Alternativa Socialista defendemos

• ¡Abajo la reforma energética de Peña Nieto! Por una reforma energética popular que considere las necesidades del pueblo trabajador
• Borrón y cuenta nueva, eliminación de las deudas injustas de los usuarios populares de la energía eléctrica
• ¡Si a las energías renovables, no a la privatización de la producción sustentable! Inversión pública en tecnología y desarrollo de las energías limpias para combatir el cambio climático
• La nacionalización de la industria eléctrica bajo control de los trabajadores, para arrebatarle el control de la producción y distribución de la energía eléctrica a los buitres y recuperar la soberanía energética.