¿Becarios o subcontratados? BMW Angelópolis Puebla

A finales del mes de marzo de 2025, a 12 becarios del programa de Jóvenes Construyendo el Futuro se nos suspendió de la “capacitación” con la agencia de carros BMW VECSA Angelópolis en la ciudad de Puebla, por presuntas violaciones a los lineamientos del programa de bienestar atribuibles a la empresa. Sin embargo, las consecuencias las pagamos los jóvenes que trabajamos en la agencia, siendo que usufructuaron nuestro trabajo gratis durante 3 semanas sin recibir un solo peso por parte del programa.  

Escrito por Michelle Maldonado Alonso, Alternativa Socialista (PIRM en México).  

Pese a las quejas y denuncias presentadas ante las instancias de la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo y de las oficinas de Jóvenes Construyendo el Futuro, ubicadas en el centro de Puebla, se hizo caso omiso de nuestra demanda por una integra indemnización y garantía de no reincidencia para los jóvenes escindidos de su fuente de trabajo. Este no es un caso aislado. Lo que sucedió en Puebla es solo una muestra del tipo de abusos laborales que suceden todo el tiempo al amparo de esquemas de subcontratación y flexibilidad laboral, que mantienen en la precariedad a miles de jóvenes bajo formas de tercerización y simulación de la ley del trabajo. Cabe resaltar que en México para el segundo trimestre de 2024, 4 de cada 10 personas desempleadas fueron jóvenes de entre los 20 y los 29 años de edad. Las y los jóvenes se enfrentan a condiciones de precariedad grave, según datos del Observatorio de Salarios, un joven mexicano será independiente en promedio hasta los 28 años. 

Esta realidad azota a miles de jóvenes que, aún con estudios universitarios y títulos profesionales, tropiezan con la falta de oportunidades laborales, salarios por debajo de la ley y condiciones míseras de trabajo. El mito de la meritocracia que por años han reproducido el sistema educativo se ha venido desvaneciendo a medida que los miles de graduados no encuentran trabajos estables. Y los pocos empleos decentes son acaparados por unos cuantos con acceso a mejores estudios y relaciones sociales privilegiadas. 

El planteamiento inicial del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de implementar un programa para los jóvenes, era para emplear y capacitar en oficios a los jóvenes que se encuentran desempleados y sin acceso a la educación, aquellos que la derecha llama despectivamente “Ninis”. No obstante, con el paso de los años se ha convertido en la única opción para muchos jóvenes que quieren y tienen derecho a la educación y el trabajo. Y que además no tienen certeza de cómo establecerse profesionalmente en un lugar seguro y no sólo servir para incrementar las ganancias de cualquier empresa explotadora. 

Este programa del Bienestar les ha servido a muchas empresas privadas para cubrir despidos masivos sirviéndose de los laxos controles que exige el gobierno. Los jóvenes trabajadores  cubren jornadas de hasta 9 horas al día con una ínfima remuneración en forma de “apoyo”, sin seguridad social, ni prestaciones ni ningún derecho laboral como lo estipula la ley. De está forma, nuestra generación vive las peores consecuencias del capitalismo. Estamos hablando de un instrumento que solo ha beneficiado al capital nacional y extranjero para extraer el plusvalor de los jóvenes con la autorización y los fondos del Estado, y que con el paso del tiempo agrava las consecuencias para los jóvenes y su futuro laboral. 

Frente a esta situación sumamente preocupante, llamamos a los jóvenes trabajadores a organizarse y sumar esfuerzos frente a las empresas que operan a costa de nuestro trabajo y nuestros saberes. Al igual que urgimos a la Secretaría de Trabajo que promueva una cabal aplicación de los derechos laborales de los jóvenes trabajadores, que corrija las lagunas legales de la normatividad del programa de Jóvenes Construyendo el Futuro, que son rebasadas por los empleadores para evadir sus obligaciones.  

¡Basta de explotar a los jóvenes trabajadores!

¡Por un Programa en beneficio de los jóvenes, no de las empresas!