¡Basta de maniobras burocráticas! ¡Aumento del presupuesto en becas, comedores y dormitorios públicos!

El pasado martes 11 de abril, decenas de estudiantes de la UNAM se movilizaron dentro de Ciudad Universitaria e Insurgentes Sur en contra del recorte al presupuesto de las Becas de Manutención Elisa Acuña. Aunque la movilización se ha desarrollado a partir de un comunicado de las autoridades universitarias, resulta poco claro el trasfondo real y la situación de los recursos en cuestión. 

Escrito por Hugo Gamboa, Alternativa Socialista

Según las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de México, las becas Elisa Acuña no serán canceladas. Pero advierten que, según ellas, no han recibido los recursos públicos de la federación para su aplicación. Recursos que, según las autoridades, serían aportados por la organización privada Fundación UNAM. Las declaraciones de las autoridades universitarias, resultan por lo menos cuestionables pues dichos recursos se asignan desde finales del año anterior como parte del Presupuesto Federal que se asigna a la Universidad. Este presupuesto comienza a ejecutarse desde finales del mes de enero y febrero. Es decir, las autoridades han tardado más de tres meses en denunciar la supuesta falta de los recursos para las becas. 

Ante esto la Secretaría de Educación Pública informó que para el programa de becas Elisa Acuña destinó 1,927 millones de pesos a nivel nacional, de los cuales 802 millones corresponden a la UNAM. De modo que según las autoridades de la SEP, no solo era falso que no se hubieran destinado los recursos para las becas sino que también era falso que dicho programa se cancelaría. Finalmente, las autoridades universitarias emitieron un último comunicado en el que señalaban que 602 millones serían destinados a las becas de manutención, mientras que los recursos de las becas Elisa Acuña saldrían de los fondos de la Universidad. 

Lo anterior no es solo una confusión, pues en primer lugar ha sido claro el intento de las autoridades de la UNAM por usar este tema contra las autoridades federales. Y surge además la pregunta ¿dónde quedaron esos 802 millones de pesos que fueron destinados para la beca Elisa Acuña? Ya que en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 sí aparecen los recursos destinados a la UNAM para dicho programa de becas. 

Ante esto, desde el mismo martes los estudiantes salieron a las calles con consignas como: “¿Y para cuándo las becas que nos habían prometido?”, “¡Sin becas no hay educación”, “¡Los estudiantes no son carne de cañón de la política!”. Se tomó parte de Insurgentes Sur alrededor de una hora y media y al final de la toma se leyó el Pliego Petitorio de la Facultad de Ciencias Políticas, donde se exige a la Rectoría esclarecimiento total del pago para las becas por parte de la Federación. También se marchó dentro de la Universidad y se propuso una asamblea interuniversitaria para el día 14 de abril.

En la asamblea se habló, de manera general, sobre la desinformación de parte de los medios y cómo muchos estudiantes han estado confundidos por la información esparcida. De igual manera se comentaron los problemas internos de cada facultad y la nula atención de parte de las autoridades universitarias. Se denunció también, en el contexto del cambio de rector, los intentos de la burocracia para quedar bien ante los estudiantes intentando responsabilizar a otros de sus omisiones. Especialmente se señaló a la cúpula priísta que aún se mantiene como parte de la casta dorada de la Universidad y el miedo que tienen de perder sus privilegios. 

Ante esto la asamblea acordó realizar una movilización el próximo jueves 20 de abril, del zócalo a la Cámara de Diputados a las 12 horas, y una movilización el lunes 24 de abril del metro Universidad a Dirección General de Atención Educativa en Ciudad Universitaria a las 13 hrs. También se exigió una auditoría pública de la Universidad, y la formación de una comisión para dar seguimiento a los casos de abuso, acoso y feminicidios dentro de la Universidad.

Desde Alternativa Socialista exigimos además del esclarecimiento de los recursos dados a la UNAM, un aumento del presupuesto público a las universidades públicas del país para el financiamiento de más becas así como de comedores y dormitorios públicos. Es absolutamente aberrante que mientras algunos burócratas mantienen sueldos de más de cien mil pesos mensuales, miles de estudiantes apenas sobreviven teniendo que elegir entre ir y volver de casa o comer y pagar fotocopias. Las becas son un alivio para que los estudiantes puedan mantener sus estudios, pero en el contexto de una inflación que ha encarecido los costos de vida y el transporte, resultan insuficientes.