Ante el asalto a la Embajada Mexicana en Ecuador: ¡los pueblos no son un reflejo de sus gobiernos!

La noche del 5 de abril fuerzas armadas de Ecuador capturaron al ex vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, cuando se encontraba en condición de asilo político en la Embajada Mexicana en Ecuador. Esto como parte de la persecución política de la que ha sido objeto el correísmo desde 2017, cuando Rafael Correa se exilió en Bélgica tras su persecución política por parte del gobierno de su ex correligionario Lenin Moreno.

Escrito por Sebastián Lorea Flores, Alternativa Socialista (ASI en Mexico)

La crisis política que vive Ecuador no es nueva. Desde la declaratoria de muerte cruzada por Guillermo Lasso para evitar su destitución en mayo de 2023, que disolvió el Congreso y llamaba a elecciones anticipadas, la crisis política se ha venido agravando. Así, en agosto de 2023, fue asesinado el entonces candidato presidencial Fernando Villavicencio, miembro de Movimiento Construye, partido de centro-derecha que ha participado en los gobiernos de Rafael Correa y Lenin Moreno.  Su asesinato ha sido vinculado con sus declaraciones contra el narcotrafico, señalando posibles inculpados en el trafico de drogas en Ecuador. 

Por su parte, Daniel Noboa obtuvo la victoria electoral con su partido Acción Democrática Nacional de derecha. Parte de sus acciones han consistido en perseguir a los funcionarios del correísmo, a su vez que ha establecido un Estado de excepción en ese país desde el 8 de enero pasado a raíz de la fuga de un narcotraficante de una cárcel de Guayaquil. Repitiendo el esquema de Nayib Bukele de El Salvador, Noboa ha implantado medidas excepcionales con la excusa de recuperar la seguridad en Ecuador al mismo tiempo que limita los derechos democráticos más básicos. En ese contexto, un grupo de hombres armados irrumpieron el 9 de enero en TC Televisión de Ecuador, tomando como rehenes a periodistas y trabajadores del canal, así como a estudiantes de una universidad de Guayaquil. Y el 21 de enero, 68 delincuentes tomaron un hospital de Guayas para custodiar a un hombre de su agrupación que se encontraba herido. 

Sin embargo, la denuncia de un supuesto montaje en el caso de Televisión de Ecuador, ponen en cuestión si este como otros de los hechos son realmente en conflicto de seguridad o parte de una estrategia para justificar el Estado de excepción y las limitaciones de los derechos democráticos en Ecuador. 

Una herramienta barata para fortalecer un gobierno en crisis

La captura de Glas, así como las medidas de fuerza del gobierno de Noboa, no son otra cosa sino una herramienta para fortalecer un gobierno que atraviesa una crisis muy profunda como resultado del conflicto entre las clases sociales que han desmoronado la legitimidad del Estado ecuatoriano. Es decir, es resultado de una crisis del sistema capitalista en Ecuador. La militarización de la seguridad y el despliegue de estrategias de control y de combate directo se han convertido en la única solución para mostrar legitimidad y capacidad de acción por parte de las administraciones incapaces de solucionar los desastres que genera el capitalismo. Como la desigualdad, el desempleo y la delincuencia a través de una burguesía ilegal que se ha consolidado en el narcotráfico.

Si bien no se trata de justificar a la delincuencia o de dignificar a quienes les han robado la tranquilidad a las masas trabajadoras en forma de pandillas y cárteles, existe un trasfondo político, económico y social que da origen al crimen organizado y sus consecuencias. No se trata solo de gente malvada. El sistema capitalista obsoleto se está pudriendo, y su grito de agonía es el narcotráfico y la militarización que busca crear una sensación de falsa seguridad ante una dinámica criminal que impulsa el mismo sistema capitalista. Con trabajadores que se encargan de sembrar y distribuir, con gatilleros como sus fuerzas represivas, y grandes capos como capitanes de empresa, la burguesía ilegal negocia y es protegida por el mismo Estado que en las calles simula perseguirla.

Ante las hostilidades: ¡no a la lucha entre naciones, sí a la lucha entre clases!

Las reacciones frente a lo ocurrido en la embajada de México no se han dejado esperar. Desde la OEA hasta la ONU, pasando por Estados Unidos e incluso Argentina, han denunciado la arbitrariedad del gobierno de Noboa al ocupar la sede diplomática mexicana para la captura de Glas. Además se suman las sanciones económicas impuestas a Ecuador por Rusia y Holanda, y la ruptura de sus relaciones diplomáticas con México y Nicaragua.  

Desde Alternativa Socialista, Alternativa Socialista Internacional en México, señalamos que lo ocurrido en la Embajada mexicana en Quito no es responsabilidad del pueblo ecuatoriano sino del gobierno de Noboa, representante como Lasso de la clase capitalista de Ecuador. Por lo que hacemos un llamado a la solidaridad con los trabajadores, campesinos e indígenas de Ecuador que se enfrentan a un gobierno autoritario que avanza sobre los derechos democráticos conquistados mediante la declaratoria del Estado de excepción.