Tlaxcala: en busca de una alternativa política

Las próximas elecciones en Tlaxcala serán sin duda una ratificación del espíritu de cambio expresado en las elecciones del 2018. Sin embargo, está claro que ni Lorena Cuéllar ni Anabell Ávalos, ni las demás opciones que aparecerán en las boletas este 6 de junio, son una alternativa para la emancipación de los trabajadores de Tlaxcala. La izquierda partidista tanto en el país, como en Tlaxcala está muy lejos de representar un cambio verdadero y profundo.

Escrito por Rafael Méndez.

En el estado cuna nacional de la trata de personas, este 2021 y después de casi 30 años de que una mujer no ocupa la gubernatura de Tlaxcala, la elección se define entre la candidata del PRI, Anabell Ávalos Zempoalteca y la candidata de MORENA, Lorena Cuéllar Cisneros, sumando entre ellas más de tres cuartas partes de la preferencia electoral, mientras que los demás cuadros políticos, integrados en su mayoría por mujeres en partidos de nueva creación, no apuntan a tener oportunidad de ganar la gubernatura este año. Como es costumbre, el PRI no viene solo, en la coalición “Unidos por Tlaxcala” se alinean el PAN, el PRD, el partido patrocinado desde la Universidad Autónoma de Tlaxcala (el Partido Alianza Ciudadana) y un partido con crisis de identidad (se llama Partido Socialista, pero desde hace 6 años se posiciona a favor del PRI). Morena también llega con aliados, se unen en la coalición “Juntos Haremos Historia en Tlaxcala” con el PT, el Partido Verde, Nueva Alianza Tlaxcala y el PES (Partido Encuentro Social Tlaxcala que a pesar de representar lo mismo que el Partido Encuentro Solidario están “compitiendo” en posiciones diferentes).

Tlaxcala, entre los de siempre

Tlaxcala ha sido desde hace décadas el Estado de las y los olvidados, el Estado más pequeño de la nación solo después de la Ciudad de México. Con un desencanto profundo en menos de 12 años pasamos de la transición al PRD, luego al PAN y un regreso funesto del PRI. Tlaxcala es la cuna de la trata de personas, en especial de la trata de mujeres cuyo foco rojo llamado, Tenancingo, es conocido a nivel internacional por la mafia de los “padrotes” que secuestra y explota sexualmente a jóvenes tlaxcaltecas y de estados aledaños. Es en Tlaxcala también donde el agua de los ríos se envenena con los desechos de las empresas textiles y los talamontes siguen deforestando los cerros con total impunidad. Es en Tlaxcala donde la desigualdad es perpetua, donde se construyen centros comerciales y carreteras para el disfrute de unos pocos y se oprime a las y los trabajadores con empleos precarios, deshumanizantes y alienantes.

De entre las filas del tricolor se eligió a Anabell Ávalos para representar la continuidad del régimen priísta en el estado, quien es Presidenta Municipal de Tlaxcala Capital con licencia. Ella empezó su trayectoria política con el PRI, formando parte del equipo logístico de la exgobernadora Beatriz Paredes en 1987, pero tendrían que pasar 17 años para que contendiera a su primer cargo de elección popular como diputada local. Durante la campaña y sexenio del exgobernador Mariano González Zarur fue su secretaria personal y paso a ser la primera Secretaria de Gobernación. En Tlaxcala, González Zarur es por demás polémico, entre sus logros “destacables” estuvo el fraude con las tabletas para los alumnos de nivel secundaria, que de las 16 mil tabletas comparadas solo se entregaron 5 mil. Aunado a la falsificación de las facturas cuyos montos ascendían a más de 35 millones de pesos, este fraude se efectúo con la complicidad del empresario tlaxcalteca Rafael Torre Mendoza, uno de los principales inversores de la campaña del exgobernador. Torre Mendoza además de haber sido vinculado a proceso por el accidente aéreo de los Moreno-Valle, es también dueño de la empresa textil “Providencia” y del club de futbol “Coyotes de Tlaxcala”. Equipo de futbol al que durante la gestión del actual Gobernador Marco Mena y de la Presidenta Municipal Anabell Ávalos, con pretexto de los 500 años de la alianza hispano-tlaxcalteca, se les regaló el nuevo estadio Tlahuicole ubicado en el centro de Tlaxcala cuya remodelación costó 180 millones de pesos.

Por parte de Morena se eligió a Lorena Cuéllar, nieta del exgobernador Joaquín Cisneros, para ser la candidata a gobernadora y promotora de las políticas de la llamada Cuarta Transformación. Lorena al igual que Anabell Ávalos comenzó su trayectoria política en el Revolucionario Institucional, en la presidencia del DIF Municipal de Tlaxcala en 1992. Quien fuera también Presidenta Municipal de Tlaxcala Capital compitió con Mariano González Zarur dentro de las filas priístas para contender en la elección del 2011, pero luego de haber acusado a González Zarur de un proceso irregular y manipulado renunció a su candidatura y un año después renunció al PRI para unirse al PRD. Es en el 2012 que llega al Senado de la República con la coalición “Movimiento Progresista”, derrotando a quien en ese momento también fuera su contrincante, Anabell Ávalos. Cuéllar participó de parte del PRD en la elección estatal del 2016, donde a pesar de ser puntero en las encuestas resultó el segundo lugar de un proceso que le dio la victoria al PRI haciendo gobernador a Marco Antonio Mena. Adepta a López Obrador se convirtió en la delegada federal para el Bienestar en Tlaxcala de donde saltó a su nueva y actual candidatura, no sin antes haber pasado por el PT.

Por una Alternativa Socialista para Tlaxcala

Está claro que ni Lorena Cuéllar ni Anabell Ávalos, ni las demás opciones que aparecerán en las boletas este 6 de junio, son una alternativa para la emancipación de los trabajadores de Tlaxcala. La izquierda partidista tanto en el país, como en Tlaxcala está muy lejos de representar un cambio verdadero y profundo de las dinámicas explotadoras del trabajo que el estado y sus representantes siempre se ha encargado de legitimar y solapar. Como siempre y una vez más la democracia en México que no es otra cosa que un sistema controlado no por el pueblo, sino por la clase dominante, nos falló al tener que obligar a las y los tlaxcaltecas a elegir la opción “menos peor”.

“¿Cómo has estado Tlaxcala?”, preguntó Lorena Cuéllar en su participación del debate entre las y el aspirante a la gubernatura. Y la respuesta es que hoy, al igual que ayer Tlaxcala está en manos de quienes se pueden considerar los verdaderos y únicos traidores tlaxcaltecas, quienes dijeron ser pueblo, pero resultaron siervos del capital. Es urgente es en el estado y en el país construir una izquierda que luche realmente por los intereses de los más oprimidos que tome, con la fuerza de trabajadores y estudiantes, el rumbo correcto para desmantelar el oxidado e insostenible sistema, para hacer una verdadera transformación. Una Alternativa Socialista que pueda dignificar el trabajo, la vida y el territorio del pueblo de Tlaxcala.